Atlista de hueso colorado, montañista, fotógrafo, jugador de futbol y docente del ITESO son apenas algunas de las variantes de una personalidad multifacética

Mito Covarrubias, como conocen sus amigos, colegas y seres queridos a Rafael Covarrubias Álvarez del Castillo, es uno de los fotógrafos de arquitectura más reconocidos del país. Su trabajo está reunido en libros de fotografía arquitectónica y de paisaje, o en revistas como México Desconocido y Archdaily. Allá por el año 86 del siglo pasado, Mito y su hermano Felipe diseñaron, a partir del original de Carlos Stahl, el logo del Club Atlas como lo conocemos. Egresó de la carrera de Arquitectura del ITESO hace cerca de 60 años. Atlista de hueso colorado, montañista, fotógrafo, jugador de futbol y docente del ITESO son apenas algunas de las variantes de una personalidad multifacética, enfocada en la pasión por la vida, la amistad, la enseñanza y cada proyecto que toma en sus manos.

Fotógrafo de arquitectura

Sergio Garibay (colega): Mito es súper pulcro, pulcrísimo. Tiene la capacidad de ver si las líneas del piso van con el remate del muro o no. No va a tomar fotos de una casa si no fue dos o tres veces antes: la orientación, la luz, si va a haber nubes, a qué hora anochece, cuántas luces hay y de qué tipo. Lo planea. En su trabajo es cero improvisado. No lo concibo tomando una foto sin tripié. Es muy meticuloso.

Ricardo Agraz (cliente): Desde que fotografió mi obra por primera vez, en el año 96, 97, me quedó claro que no hay quien registre mejor la arquitectura. No acepta tomar las fotografías si no están todas las condiciones atmosféricas ideales. Me ha enseñado a ver cosas que yo no veo, porque tiene un ojo privilegiado. Calibra la fotografía a un nivel que no le he visto a otra persona. Deja el alma en cada clic. Va a ser difícil que alguien lo alcance, porque siempre va a sorprender con lo que hace, es una caja de sorpresas.

Profesor

Alicia Moye (colega): Es el maestro de maestros, un ser con la calidad humana que se requiere. Hace 25 años lo invité a ser parte del cuerpo docente en el Diplomado de Producción Fotográfica Profesional del ITESO y desde entonces comenzamos con su materia, Sistemas Fotográficos y Composición. Mito es un icono en el iteso, un rockstar en todos los sentidos. Muchos entran con la expectativa de conocerlo y los lugares se agotan. Es un hombre conectado con la esencia de la vida.

Adrián Guerrero (alumno): Fuimos compañeros de montaña en el CAIC (Club Alpino del Instituto de Ciencias). Luego fui su alumno de fotografía en dos ocasiones en el ITESO, mientras estudiaba Arquitectura. Hasta hoy, muchos años después, sigo pensando que me contagió la inquietud de la búsqueda de la perfección en la imagen. Se convierte en un maestro, pero también te hace sentir que es un compañero más, un compañero más de cordada.

Amigo

Alicia Moye (colega): ¿Qué le encanta? El vodka, la convivencia humana, la inspiración. Tiene espíritu de niño, en el sentido de admirar todo, de conectar. Le gusta ser un ser libre e independiente; el contacto humano, la fiesta, conectar con el corazón.

Waldo Saavedra (amigo): Recuerdo la primera vez que vi a Mito, durante una exposición colectiva en la Galería Azul a finales del 89. Desde entonces, cada vez que me lo topaba sonreía. En cualquier encuentro, en cualquier situación me lo encontraba riendo. Con la alegría a flor de piel. Es loable que sea así: un hombre que ríe.

Sergio Garibay (colega): Suavísimo, poca madre. Yo no recuerdo a nadie que te diera un abrazo tan apapachador y tan reconfortante como Mito. Siempre tiene una palabra de aliento, un cómo estás, pregunta hasta por el perro. O más bien, primero pregunta por el perro y luego por la familia.

Adrián Guerrero (alumno): Mito es un extraterrestre. ¿En qué sentido? En los dos: es muy terrestre, muy sensible con la naturaleza, con la tierra; siempre que va a comer o a tomar algo, lo saborea. Y sí, también es un personaje, como si fuera extraterrestre y no conociera el mundo: se impresiona de cualquier cosa.

Ricardo Agraz (cliente): Es uno de los seres humanos más transparentes, más cariñosos, con una calidad humana sin comparación. Siempre tendrá la palabra exacta, el comentario exacto, el chiste magnífico, el gozo por el Atlas.