Además de una aplicación en el dispositivo móvil, las tiendas echan mano de cámaras, sensores y sistemas conocidos como deep learnig (aprendizaje profundo), todo para hacer realidad uno de los lemas del proyecto: Just walk out
Luego de un par de intentos fallidos, en 1995 Jeff Bezos dio por fin con el nombre definitivo para su empresa de ventas por internet: Amazon. Inspirado obviamente en el río Amazonas, el empresario quería crear un espacio exótico y diferente. Y si el río era el más grande del mundo, él quería consolidar la tienda en línea más grande. Y lo logró: Amazon revolucionó el comercio en línea, empezando por el de los libros, y se convirtió en un referente a escala mundial.
Dos décadas después, Amazon está listo para crear otra revolución. Pero esta vez no va a ser desde los monitores: a finales de 2016 se dio a conocer Amazon Go, el proyecto de tiendas físicas del gigante comercial que arrancó con una sede piloto en Seattle, cuna de Amazon, y que, todo parece indicar, cambiará de nueva cuenta la forma que tienen las personas para adquirir sus bienes.
Si ya hace años habían llamado la atención los supermercados que ofrecían la opción de hacer las compras a distancia con códigos QR y envíos a domicilio, para su nueva oferta en físico Amazon parte de una promesa: eliminar las filas para comprar. ¿Cómo funciona? El usuario deberá instalar una aplicación. Al llegar a la tienda, deberá pasar su dispositivo móvil por un escáner, a manera de check in. Una vez dentro, una serie de sensores en los productos servirá para saber cuáles productos va tomando el cliente y se agregarán a la lista de compra. Si, en algún momento, el usuario decidiera regresar algún producto, éste se eliminará de forma automática de la lista, sin necesidad de que el comprador haga algo. Una vez que las personas terminan con sus compras, lo único que deben hacer es retirarse del lugar. Al salir, los sensores harán el cargo según el método de pago que tenga configurado el usuario en su cuenta de Amazon. Además de la aplicación en el dispositivo, las tiendas echan mano de cámaras, sensores y sistemas conocidos como deep learnig (aprendizaje profundo), todo para hacer realidad uno de los lemas del proyecto: Just walk out (Sólo salga).
El desarrollo de este nuevo modelo de tienda tomó alrededor de cuatro años. Para comenzar a hacer sus pruebas, la tienda piloto está abierta sólo para empleados de Amazon. La idea es abrir los establecimientos al público durante 2017 y la meta es llegar a los dos mil. Es tal la expectativa que ha generado Amazon, que en su sitio de preguntas frecuentes ha habilitado una opción para que los interesados reciban una notificación cuando comience a operar una tienda física cerca de su ubicación. m.
Para saber más
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