Entre el nacimiento de Chris Martin, cantante de Coldplay, y la muerte del Elvis Presley, “el rey del rock and roll”, transcurrió 1977, un año que se recuerda por su efervescencia musical. Fue el año del estallido punk en Inglaterra: el año en que The Clash debutó y Sid Vicious pasó a ser parte de Sex Pistols. Pero también el año en que surgieron grupos como Television y Talking Heads en Nueva York.

1977 fue el año en que David Bowie, viviendo en Berlín, dio vida a dos discos: Low en enero y Heroes en octubre, y el año en que Led Zeppelin se presentó por última vez en Estados Unidos. 1977 fue el año en que el avión que transportaba a la banda de rock sureño Lynard Skynard, protagonizó el trágico accidente en el que perdieron la vida tres de sus integrantes, Ronnie Van Zant entre ellos, y el año en que Bob Dylan y Sara Lowndes se divorciaron tras once años de matrimonio. He aquí algunos de los sonidos que prevalecieron en el aire durante ese año.

MY AIM IS TRUE

ELVIS COSTELO
(STIFF RECORDS/COLOMBIA)
El intelectual de la generación punk asomó el cuello con un disco que presentaba en sociedad a un irreverente con agudeza mental, a un forajido con buen gusto, a un refinado pero práctico compositor: justo lo que la época necesitaba. De la sublime “Alison” a la dramática “Watching The Detectives”, Costello ya presagiaba el amplísimo rango musical en el que se movería y que le ha dado esa condición de inclasificable. Un disco que anuncia la llegada de la generación conocida como new

PETER GABRIEL

PETER GABRIEL
(ATCO RECORDS)
El arranque de la carrera del ex líder de Genesis fue espectacular: “Solsbury Hill” sonando con insistencia en la radio, presumiendo a un autor que podía ir del tecnificado rock progresivo al rock folk en un pestañeo. El disco, que además presentaba a una serie de prestigiosos cómplices como Robert Fripp y Tony Levin, ambos de King Crimson, reveló con “Here Comes The Flood” la capacidad de Gabriel para componer baladas inimitables y simbolizó el final alunizaje de un músico que había hecho fama gravitando en un espacio inalcanzable.

TRANS-EUROPE EXPRESS

KRAFTWERK (KLING KLANG/EMI)
Mucha de la música por venir décadas adelante se prefiguró en esta obra que liberó el sonido del sintetizador de su relación con la pista de baile. Claro, la década de los ochenta llegaría con la descarga de la música disco, pero, subterráneamente, Kraftwerk asomaba a un futuro menos frívolo y mucho más ambicioso: sus referentes no eran el soul y el funk sino la música clásica. En México los habíamos conocido años atrás por la contagiosa “Autobahn”, pero lo mejor de su obra llegó en 1977 para quedarse.

RUMOURS

FLEETWOOD MAC
(WARNER BROS.)
El británico Mick Fleetwood y los esposos Christine y John McVie emigraron a California con la idea de renovar la agrupación que el primero fundó en Londres en 1967. Allí unieron fuerzas con la cantante Stevie Nicks y el compositor y guitarrista Lindsey Buckingham. Luego de un excelente primer álbum, editado en 1975, de hecho el primero firmado con el solo nombre de la banda, llegaría dos años después el exitoso Rumours, cuyo sonido marcó la segunda mitad de los setenta, sobre todo con canciones como “Dreams” y “Don’t Stop”.