Roberto de la Torre Castañeda “fue un hombre muy práctico, austero e íntegro. Tenía muchos contactos y amistades, cuando se necesitaba algo, sabía cómo y dónde conseguirlo”, estas son palabras de su hijo Manuel de al Torre, alias El Chato
Desde que nació en 1906, las guerras marcaron su rumbo. Comenzaba la revolución y su familia se movilizó de Aguascalientes a León, Guanajuato. Ahí Roberto realizó sus estudios de primaria. Fue mecánico y chofer. Dos décadas después, la familia emigró nuevamente a causa de la guerra cristera que azotó a la zona occidente de México. Se establecieron en Estados Unidos, y Roberto trabajó como mecánico hasta especializarse. En 1944, el gobierno estadunidense lo requirió para que se enlistara en el ejército como mecánico de guerra, lo que causó una nueva movilización. Una vez establecido en Guadalajara, casado y con familia, revolucionó el ámbito de la mecánica-eléctrica automotriz en la ciudad, con el establecimiento del servicio al cambio y garantía total en partes de automóviles. Fundó la primera fábrica de aditamentos y reconstrucción de componentes eléctricos automotrices en México, llamada DELATSA. Formó parte del grupo de fundadores del ITESO y, en los primeros años de la universidad, acercó a cámaras, agrupaciones civiles, profesionales y de la industria, nacionales e internacionales, para conseguir recursos materiales y nuevos conocimientos. Fue presidente de la Asociación Civil del ITESO entre 1965 y 1968, tiempos difíciles en los que la universidad se levantaba a contracorriente y en medio de una fuerte crisis económica.
Durante su gestión como presidente de iteso ac, se promulgaron los primeros capítulos del Estatuto Orgánico y se formalizó la responsabilidad de la Compañía de Jesús en la Dirección Académica del ITESO.
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Felicidades, él fue mi Felicidades, él fue mi abuelo
excelente artículo de mi tío Manuel que en paz descansa al lado de mi abuelo
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