Xavier Scheifler Amézaga, SJ. El viejo Scheifler
Jos Velasco – Edición 401
La identidad del ITESO tiene que ver, en parte, con la vida de tres hombres que ya no están. Quienes compartieron con ellos momentos trascendentes para la universidad, presentan pinceladas de la vida del padre Scheifler, don Raúl Urrea y el padre Luis Hernández Prieto.
Ninguno de sus pupilos diría bien a bien, en un espacio tan corto, quién era y qué significó para el ITESO el viejo Scheifler.
Por eso me atreví a escribir, y porque puede que valga compartir dos párrafos de la correspondencia que él y yo sostuvimos a poco de su ida a Tijuana, a finales de 1995. Las líneas pintan, pienso, a don Xavier. Van:
“A mis 45 años, Padre Xavier, entendí que el ITESO de mi juventud estaba intensamente teñido de su persona, y que usted representó el humanismo cristiano en la universidad, su encarnación en acciones y decisiones que configuran un clima.”
“Rubén, espero que volverás a dar clases. No hay materia, aunque sea contabilidad, finanzas o matemáticas, en la que el maestro no se exprese a sí mismo. El ejemplo que dejó Jorge Santoyo habla más claro que todo lo que yo pueda decirte. Al dar la clase, contestar las preguntas, exigir en los exámenes o al calificar, reprender, animar al decaído; en todo eso y en muchísimas otras ocasiones tendrás grandes oportunidades de expresar con tu vida tus valores y transmitirlos más eficazmente que con un discurso.”
A Xavier Scheifler, mi gratitud y admiración.
Xavier Scheifler nació en Bilbao, País Vasco, en 1915. Desertó de las filas republicanas de la guerra civil española y huyó en un barco con bandera francesa. Llegó a Bélgica para estudiar Economía en Lovania y después buscó refugio en México, tras la invasión de las tropas de Hitler en Bélgica. Se integró a la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote en 1954. Durante 12 años trabajó en la Universidad Iberoamericana (ciudad de México), donde recibió el Doctorado Honoris Causa. Llegó al ITESO en 1972 para ser rector y aquí se quedó hasta mediados de 1995. Falleció en Tijuana el 8 de febrero de 1996. (Caldero, “Homenaje al Padre Francisco Xavier Scheifler Amézaga, SJ”, primavera de 1996. Universidad Iberoamericana, Santa Fe.)