Verónica Gerber Bicecci: trasponer las fronteras
Víctor Ortiz Partida – Edición 496
Para quienes conocieron a Gerber como escritora, sonará extraña la afirmación “es una artista visual que escribe”.
En las creaciones de Verónica Gerber Bicecci los elementos esenciales de las cosas transmigran de la escritura a las artes visuales y de las artes visuales a la escritura. En estos traslados, las palabras y las imágenes, las imágenes y las palabras, se acompañan, aunque a veces no sea evidente su familiaridad, su íntimo contacto en el origen.
Por ejemplo, la pieza No. 12 (“Las tres palabras más extrañas”, Wislawa Szymborska), perteneciente a la serie Diagramas de silencio (2018- ), muestra, a la izquierda, un círculo blanco que se conecta desde su centro, por medio de dos líneas, con un conjunto de círculos blancos y grises que se intersectan y que también tienden líneas entre ellos.
Las obras visuales de Gerber —licenciada en Artes Plásticas por la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y maestra en Historia del Arte por la UNAM— son generalmente conceptuales. Eso ha sucedido en sus proyectos a lo largo de los años: Espacio negativo (2005), Historia del tiempo (2006), Rastro (2012), Los hablantes (2014/2016), La significación del silencio (2016), Mujeres polilla (2018), Estética del silencio (2019) y La resistencia (2022), entre otros.
En el caso de No. 12 se puede apreciar la belleza de las figuras geométricas que flotan en un lugar privilegiado, áureo, del papel; no obstante, el espectador comienza a descifrar el dibujo cuando lee el título completo, cuando sabe que hace referencia a este poema de la premio Nobel polaca: “Cuando pronuncio la palabra Futuro, / la primera sílaba pertenece ya al pasado. / Cuando pronuncio la palabra Silencio, / lo destruyo. / Cuando pronuncio la palabra Nada, / creo algo que no cabe en ninguna no-existencia”.
El placer del desciframiento por parte del que mira y lee se completa cuando Verónica escribe: “A partir de una breve antología de poemas sobre el silencio (que seguirá creciendo indefinidamente), realizó esta serie de traducciones visuales. Cada dibujo desnuda la estructura del texto: dibujé círculos a partir de la puntuación de cada poema incluido en la antología. Las comas, puntos, puntos y coma, punto y seguido, punto final y la palabra silencio son el centro de una circunferencia que tiene asignado un tamaño, y que compone una maquinaria de fuerzas inaudibles: el silencio detrás del silencio o el silencio como forma de lectura”.
Hasta el momento, esta atractiva serie consta de trece dibujos, que se corresponden con sendos poemas. Además del texto de Szymborska, hay de Emily Dickinson, Lucian Blaga, Samuel Beckett, José Ángel Valente, Radamés Molina, Eugen Gomringer, Alejandra Pizarnik, Anne Carson, John Cage, Edgar Allan Poe, Gloria Gervitz y Adrienne Rich.
Esta lista de nombres es corta, sin embargo, evoca la curiosidad intelectual y la sólida formación literaria de la artista. En la semblanza que aparece en el libro En una orilla brumosa. Cinco rutas para repensar los futuros de las artes visuales y la literatura (Gris Tormenta, Querétaro, 2021), se dice: “Verónica Gerber Bicecci (Ciudad de México, 1981) es una artista visual que escribe. Su búsqueda artística —el cruce entre palabra e imagen— comenzó en Mudanza [2010] —una colección de ensayos sobre escritores que abandonaron la literatura convencional para adentrarse en las artes visuales—, para seguir después en Conjunto vacío, Palabras migrantes, Otro día… y La Compañía [libros publicados por Almadía]. Como editora, seleccionó los textos e invitó a los autores que aquí exploran los límites del lenguaje —una de sus grandes inquietudes”.
Para quienes conocieron a Gerber como escritora, sonará extraña la afirmación “es una artista visual que escribe”. Ella dice: “Desordenar el lenguaje, o ir hacia sus límites, puede ser una herramienta para intentar evacuar los moldes fijos o convencionales de la literatura y de las artes visuales”.
En su sitio oficial, en el que generosamente comparte todos sus proyectos (con fotos, videos, audios, textos y PDF descargables), aparece el 2001 como el inicio de su carrera artística, con la postal Cómo hacer una obra. Así que, en efecto, las artes visuales están en el comienzo y en el centro de su obra, pero su escritura, su novela, su poesía, sus ensayos, están creados con una tersura tal que alcanzan las alturas de sus piezas visuales. Y, en la cumbre, letras y trazos transponen recíprocamente sus fronteras.
Para saber más
Libros
:: La resistencia (serie C, 1), Impronta Casa Editora, 2013.