Siete diferentes finales del mundo

Siete diferentes finales del mundo

– Edición 431

Cada determinado tiempo, los amantes del fin del mundo viven su fiesta particular con la llegada de la que será, ahora sí, la fecha definitiva para que todo deje de existir. Aquí presentamos siete pequeñas historias relacionadas, cómo no, con el final de los tiempos.

La aniquilación progresiva

Una forma realista de enfocar el fin del mundo consiste en comprender que éste progresa cada que una especie zoológica o botánica se extingue, alterando los ecosistemas. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (IUCN por sus siglas en inglés) ha llevado, desde hace más de cuarenta años, un índice pormenorizado de ese progreso a través de su Lista Roja, que registra el estatus de peligro que corren las especies amenazadas. Por otro lado, la Alianza para la Extinción Zero, una agrupación de organizaciones no gubernamentales, lucha por prevenir que el mundo vaya acabándose así.


Adelantarse al final

“La extinción humana voluntaria es la alternativa humanitaria para los desastres humanos”: es la conclusión a la que han llegado los integrantes de un movimiento ambientalista radical cuyo objetivo es suprimir la presencia del Homo sapiens en el planeta que tanto ha dañado. El Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria, fundado en 1991, propone que, para evitar el fin del mundo, dejemos de reproducirnos, a fin de que la Tierra “recupere su buena salud”. Los voluntarios, según se explica en su sitio web, “aman a los bebés tanto como cualquiera. Pero tener bebés no es el problema: tener adultos es lo que causa los problemas”.

 

El mundo se acaba cada 14 días

Tommy George es un anciano de aborigen australiano, distinguido con un doctorado honoris causa por la Universidad James Cook por su conocimiento ancestral. También es el último hablante de la lengua agu-alaya, del pueblo Kuku Thaypan, y cuando muera, desaparecerá con él un mundo cuya historia se remonta miles de años. A fin de rescatar lo más que se pueda de esos mundos condenados a desaparecer con la extinción de las palabras que los nombran, nació el Proyecto Voces Perdurables de National Geographic, que recientemente dio a conocer sus “diccionarios parlantes”, una colección de grabaciones de los últimos hablantes de las lenguas que mueren a razón de una cada 14 días.

 

La música del Apocalipsis

Inspirado en una cita del Apocalipsis de San Juan (“Vi un ángel lleno de fuerza descendiendo del cielo, revestido de una nube y con un arco iris sobre la cabeza…”), el francés Olivier Messiaen compuso el Cuarteto para el fin de los tiempos para clarinete, violonchelo, violín y piano cuando estaba prisionero en un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Los intérpretes del estreno mundial, que tuvo lugar ahí mismo, el 15 de enero de 1941, fueron el propio compositor al piano (un instrumento desvencijado que se pudo conseguir) y tres compañeros. El público: presos y vigilantes.

 

Error de cálculo

Desde principios de 2011, más de 3 mil anuncios espectaculares aparecieron por varios países anunciando que el Juicio Final empezaría el 21 de mayo de ese año, para terminar (y con él toda forma de vida en la Tierra) cinco meses después. La campaña fue financiada por el multimillonario Harold Camping, propietario de una cadena radiofónica religiosa y quien ya en 1996 había lanzado una predicción parecida. Luego de equivocarse nuevamente, después del 21 de octubre no se volvió a saber de él —por más que su movimiento hubiera sumado los entusiasmos de miles de seguidores que se deshicieron de propiedades, cancelaron planes y se dispusieron a esperar el cumplimiento de la profecía.

 

Un negocio interminable

Apasionado por un tema que ha cautivado a la humanidad desde que se tiene memoria, el novelista mexicano Ignacio Padilla publicó, este 2012, La industria del fin del mundo, un ensayo que examina la fascinación de las civilizaciones por la escatología (y el provecho que muchos han sacado). En una entrevista, Padilla afirmó: “Hay que creer que nos va a tocar a nosotros, que los malos van a recibir su merecido y que nosotros vamos a sobrevivir: ésa es la mecánica apocalíptica”. El libro comenzó a ser escrito durante la epidemia de influenza de 2010, cuando abundaron las escenas catastróficas, y llevó a su autor a la isla de Patmos, donde San Juan escribió el Apocalipsis.

La industria del fin del mundo, de Ignacio Padilla. (Taurus, México, 2012).

 

En el lugar y el momento precisos

Dado que el furor actual por la inminencia del fin procede de determinadas interpretaciones de la cuenta del tiempo que llevaban los mayas, es en los territorios que ocuparon donde puede esperarse que se concentre la atención el 21 de diciembre. Y hay que aprovecharlo: así nació la Organización Mundo Maya, que agrupa a México, Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras con el fin de explotar el interés turístico que suscita la proximidad de la fecha. Por lo que toca a nuestro país, en el sitio Mundo Maya 2012 puede disponerse de amplia información para viajar ahí. Para tomar las debidas previsiones, un reloj marca la cuenta regresiva para “el fin de una era”

MAGIS, año LX, No. 502, noviembre-diciembre 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de noviembre de 2024.

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