Saber por dónde

Saber por dónde

– Edición 499

Detalle de la portada del libro Fortuna, de Hernán Díaz

Nos gusta ver cómo se baten por sus certezas y sus creencias más recias las heroínas y los héroes de las novelas, y también puede causar una lástima inmensa ver que una vida se agote sin que su protagonista haya tenido claro cuál podía ser la finalidad que le diera sentido.

A diferencia de lo que suele ocurrir en la vida de este lado de las páginas, en literatura es frecuente que el destino de un personaje esté prefigurado por una convicción. Acá, por el contrario, poseer una determinación clara, inequívoca, por la que podamos dejarnos guiar sin dudar, es muy raro. Y cuando ocurre, los resultados suelen ser trágicos o patéticos —las convicciones extremosas lindan con la obsesión o con el fanatismo, y por eso son temibles—. Seguramente por ello nos gusta ver cómo se baten por sus certezas y sus creencias más recias las heroínas y los héroes de las novelas, y por eso mismo también puede causar una lástima inmensa ver que una vida se agote sin que su protagonista haya tenido nunca claro cuál podía ser la finalidad que le diera sentido. O, peor aún, cuando se trata de alguien como Larsen, el semihombre de El astillero, de Juan Carlos Onetti, que está seguro de tener entre manos un futuro asombroso, para sí mismo y para el mundo; que poco a poco va constatando la incomprensión o la indiferencia de los demás, y así se ve orillado al resentimiento, a la frustración, a la vileza, reducido a su indefensión irremediable y a la confrontación insoportable con toda su insignificancia. La convicción a veces puede ser también la vía más directa hacia la propia perdición.

El secreto y la ignorancia

Berta Isla, de Javier Marías (DeBolsillo)
Motivado primero por el temor, chantajeado, Tomás Nevinson aceptó llevar una vida secreta y se propuso hacerla correr al lado de la que había elegido compartir con Berta Isla, su novia y luego su esposa y luego su posible viuda —aquel secreto sacó a Tomás del mundo, Berta no podía saber si vivía aún o había muerto—. A Tomás, ya lejos de aquel temor, lo mueve una convicción irrompible: con su trabajo como espía está salvando al mundo. Y Berta se sostiene, para no hundirse en la incertidumbre, en la convicción de que nunca podemos saber quiénes están a nuestro lado.

La arrogancia

Fortuna, de Hernán Díaz (Anagrama)
Persuadido de que su visión y sus decisiones han estado siempre al servicio del bien común, el millonario Andrew Bevel quiere desmentir con su versión de las cosas la que ha instalado en la imaginación del público una novela basada en su vida y en la de su esposa, Mildred. Para ello, contrata los servicios de Ida Partenza, escritora en ciernes que descubrirá —muy tarde, siempre es demasiado tarde— cómo la realidad está por lo general lejos de ajustarse a nuestros deseos, especialmente cuando éstos están configurados por la soberbia y el desprecio.

El amor como guía

Elizabeth Finch, de Julian Barnes (Anagrama)
Elizabeth Finch estaba convencida de que el rumbo del mundo occidental se había torcido con el triunfo del cristianismo, y por ello veneraba la figura de Juliano, el último emperador romano pagano. Al narrador de esta novela lo intriga esa devoción de su antigua maestra —ella, de algún modo, al morir, lo ha conducido a desentrañarla—, pero también va descubriendo que necesita saber quién fue en realidad Elizabeth Finch y qué llegó a sentir él por ella. No siempre reconocemos el amor que nos mueve. Pero, cuando se muestra con toda su verdad, se vuelve la forma más poderosa de convicción.

Ser nadie

Lecciones, de Ian McEwan (Anagrama)
Tras el súbito abandono de su esposa, Roland Baines emprende un demorado retorno al abuso que sufrió en la niñez y, en ese viaje, transcurre su vida, hecha de indecisiones, postergaciones, renuncias que no lo son del todo —cuando sólo se deja ir lo que de cualquier forma no se habría tenido—. Poeta al que la poesía terminó dándole la espalda, músico al que el talento sólo le ha alcanzado para un desempeño funcional como entretenimiento en un bar, padre cumplidor y amante indolente, no parece que haya motivos de peso para impedir que la vida de Baines siga haciéndose de cualquier modo. Carecer de convicciones acaso equivalga a estar de más en este mundo.

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MAGIS, año LX, No. 502, noviembre-diciembre 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de noviembre de 2024.

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