Adolfo Nicolás Pachón, SJ, es el nuevo Superior General de la Compañía de Jesús. Fue electo el pasado 19 de enero en sustitución del holandés Peter-Hans Kolvenbach, SJ, quien después de casi 25 años solicitó su renuncia al cargo por motivos de salud y de edad.
Misionero en Asia
El sucesor 29 de San Ignacio de Loyola ha pasado más de 40 años de su vida en distintos países de Asia, donde San Francisco Javier fundó las primeras comunidades católicas de Japón. Su trayectoria ha sido similar a la del jesuita vasco Pedro Arrupe, SJ, pues ambos estuvieron a cargo de la Provincia de Japón y de la asistencia de ese continente, en el que es creciente la presencia de la Compañía de Jesús por medio de universidades y escuelas.
“El padre Adolfo Nicolás es una figura cercana al padre Arrupe: ha subrayado sobre todo en su primera homilía como padre general, que tenemos que seguir viendo a los pobres como centro de nuestro trabajo apostólico; se ha referido a una Iglesia al servicio no de las comunidades geográficas, sino de las humanas, como las de los pobres, los marginados y los excluidos”, comenta Héctor Acuña Nogueira, SJ, rector del ITESO.
Nicolás Pachón es originario de Villamuriel del Cerrato, Palencia, España. Fue el máximo responsable de la Compañía de Jesús en Japón durante seis años. En marzo de 2005 fue ascendido a Superior de los Provinciales de Asia Oriental y Oceanía, con base en Manila.
“Vemos claramente que tiene una actitud como la de Arrupe, de buscar salir adelante, de no estancarse; de buscar soluciones a los problemas que estamos viviendo en este momento de la historia. A lo mejor va a promover que hagamos las cosas de manera distinta”, añade el rector. Para Acuña Nogueira, el hincapié que ha hecho el nuevo prepósito general sobre el quehacer de los jesuitas, es un indicador de que las instituciones educativas confiadas a la Orden seguirán trabajando con la misma orientación: “nuestra misión es que toda la gente que formemos tenga un crecimiento personal, sea solidaria y comprometida con su realidad; que los conocimientos adquiridos se orienten en función de servir a los más desfavorecidos. Que los profesionales aporten soluciones para acabar con la inequidad, haciendo que la riqueza producida se distribuya con justicia”.