Las hipótesis de LasTesis

Las hipótesis de LasTesis

– Edición 488

Las integrantes de LasTesis en un fanzine cocreado con la revista «Censurada». Foto: Canela Laude

Creadoras de Un violador en tu camino, performance que ha dado la vuelta al mundo con las voces de miles de mujeres, el trabajo del colectivo chileno es arte que busca denunciar —en concreto, la violencia contra las mujeres y las condiciones que la hacen posible—, pero también es una especie de traducción de la teoría feminista, a fin de hacer aterrizar las ideas en la realidad que vivimos

El performance es un género que permite a las mujeres artistas expresarse sin estar bajo el control de las estructuras culturales dominantes, ya que está en sus manos el control total de su producción. No hay director, ni dramaturgo que le dicte lo que tiene que “representar”, y de esta manera puede expresar libremente su discurso. La performancera no es sólo sujeto y objeto artístico simultáneamente, sino que en ella confluyen, también, el arte y la vida. No es extraño, por lo tanto, que las performanceras recurran frecuentemente a elementos de sus vivencias domésticas, de su espacio privado; espacio que se apropian al presentarlo en la escena pública.
Josefina Alcázar

Unas semanas antes de que aparecieran las primeras noticias del virus que cambiaría nuestras vidas, se realizó en el Zócalo de Ciudad de México uno de los happenings más emblemáticos del movimiento feminista contemporáneo. De sólo recordar las primeras imágenes de un video que comenzó a circular entonces en redes sociales, se eriza la piel. Miles de mexicanas replicaron el performance titulado Un violador en tu camino, de las chilenas LasTesis: un grupo integrado por Daffne Valdés Vargas, Paula Cometa Stange, Lea Cáceres Díaz y Sibila Sotomayor Van Rysseghem.

LasTesis se conocieron en la universidad, en Valparaíso. Algunas de ellas con estudios de teatro y dramaturgia, y otras con formación en las ciencias sociales, como la sociología y la historia, decidieron formar un colectivo cuyo principal objetivo fuera tender un puente entre la calle y la academia: llevar lo teórico a lo práctico. Hay un debate recurrente en la discusión pública acerca de eso, precisamente: ¿en realidad la teoría permea a lo cotidiano? ¿Qué tipo de involucramiento tiene una persona dedicada a producir conocimiento desde la academia en las problemáticas sociales que se viven día con día? De hecho, hace poco se hizo viral en Twitter la imagen de una chica con una camiseta con la leyenda: “A tu teoría le falta calle”. Y aunque habría que precisar a qué teoría se refiere y qué entendemos por “calle”, es evidente, en términos generales, cuál es la preocupación latente. El cometido de las LasTesis es justamente ése: hacer una especie de traducción. Convertir la teoría en un producto artístico que también sirva como una acción de denuncia. En Quemar el miedo, uno de sus manifiestos, publicado por Planeta, el colectivo puntualiza este ideal al considerar que “no existe un solo conocimiento válido y no existe una sola forma de acceder al conocimiento. Existen otros tipos de saberes, otras formas de aprender que fluyen en otras redes”.1

LasTesis durante una protesta en el Congreso Nacional de Argentina, en Buenos Aires, para exigir la despenalización del aborto, el 19 de febrero de 2020. Foto: Ronaldo Schemidt/AFP

“El Estado opresor es un macho violador / El Estado opresor es un macho violador / El violador eras tú / El violador eres tú”: es parte de los versos que componen la canción de lo que ya se considera uno de los himnos del feminismo actual. Ha sido traducida al inglés, al francés y al alemán. El performance Un violador en tu camino fue inspirado en gran medida por el trabajo acerca de la violencia sexual de la antropóloga argentina Rita Segato, quien considera la violación como un acto de dominación y poder. “Decidimos concentrarnos específicamente en la violencia sexual, y específicamente en la violación. Un poco haciendo este análisis, según esta investigación en torno a la idea de Rita Segato, pero también definiendo referentes en la teoría queer sobre este mandato de la violación; asimismo, sobre este pacto de silencio que se genera en torno a la violación. Esta dificultad de no decir la palabra violación o de identificarse como una persona que fue efectivamente violada. Nos parecía que era necesario, y nosotras trabajamos en torno a la urgencia, a la urgencia de difundir estas ideas, pero que van articuladas con lo concreto, lo real, con demandas y denuncias feministas. No son ideas que están volando, flotando en el aire, sino que están ancladas en una realidad y nos cruzan también como mujeres”, apunta el colectivo.

Dado que la teoría puede ser algo muy inaccesible, LasTesis se dan a la tarea de ejemplificar, de exponer casos reales, puntuales, como si se tratara de un trabajo periodístico. Al respecto, apuntan: “La idea es ejemplificar y eso tiene que ver con un tema incluso pedagógico: no es lo mismo hablar de la idea, que ponerle un ejemplo. Tú dices algo y luego lo ejemplificas con un hecho concreto, y  eso, a su vez, aterriza la idea en la realidad. Por eso nosotras intentamos poner muchos ejemplos: por un lado, de situaciones por las que haya pasado otra persona, y, por otro, de situaciones que nos han atravesado en nuestra biografía, que también están ahí, no con nombre y apellido, porque no es necesario, pero sí tienen que ver con la historia de quienes están en este colectivo y que también se relatan de distintas maneras, no solamente como testimonios, sino con un lenguaje más poético. Pero es una experiencia que también está ahí y que sirve para hacer ‘esa bajada’ de entender por qué la urgencia de hablar de esto”.

Un colectivo madrileño denuncia, en 2020, las violaciones sistemáticas a los derechos humanos de las mujeres. Foto: Juan Carlos Lucas/AFP

Performance y viralidad

El performance opera con cuatro elementos básicos: tiempo, espacio, presencia del artista y relación/reacción del público. El fenómeno de las chilenas es interesante porque integra un elemento más: lo colectivo. “Habitar el performance desde la colectividad nos hace más sentido con lo que entendemos y creemos que es el feminismo. Entender esa colectividad como heterogénea, también como cambiante, diversa, fluida entre los distintos territorios, las distintas culturas, los distintos contextos”, agregan.

El hecho de que Un violador en tu camino haya sido perfectamente replicable en tantas ciudades del mundo deja claras algunas premisas. La primera es que este colectivo está desposeído del concepto “artista/autor”, una noción característica del arte contemporáneo. Es como si los performances de LasTesis operaran con la noción del código abierto. Son libres, comunales, y su principal propósito es ampliar la participación y extender libertades. El otro aspecto que contribuyó a la viralidad de este performance es la universalidad del tema. Todas, incluso en los sitios más recónditos del planeta, hemos sido violentadas por un hombre. La canción fue creada por unas chilenas y, sin embargo, resuena en la conciencia de cualquier mujer a miles de kilómetros de distancia. Una de las hipótesis del colectivo es el poder transformador del performance, y que quedó demostrado al lograr que miles de mujeres se reconocieran como violadas. “La violación es personal, pero colectiva en tanto que es sistémica”, apuntan. El hecho de que tantas mujeres se hayan apropiado de la pieza ha permitido a LasTesis expandir sus redes con otros grupos feministas, “pero de una manera mucho más amplia, mucho más interconectada, también más transfronteriza”. 

“El performance es un género que permite a las artistas buscar una definición de su cuerpo y su sexualidad sin tener que pasar por el tamiz de la mirada masculina. Al tomar elementos de la vida cotidiana como material de su trabajo, el performance permite que las performanceras exploren su problemática personal, política, económica y social”,2 es decir, es un formato del que históricamente ha echado mano el feminismo desde sus primeras oleadas. El performance y el activismo vivieron su affaire en los años sesenta y setenta gracias al feminismo. Recordemos que fue en 1969 cuando se publicó el monumental tratado Política sexual, de Kate Millett; de hecho, pocos saben que ella también tuvo cierta incursión en las artes plásticas en esa época.

Performance y conversatorio de LasTesis en el Foro de Arte y Cultura en Guadalajara, Jalisco. Foto: Fernanda Velázquez/UdeG

En el contexto mexicano hemos sido testigos de sucesos importantes para el performance y el feminismo. Es imposible hablar de performance sin mencionar a las artistas Mónica Mayer (1954) y Maris Bustamante (1949); esta última, de hecho, “planteó un agudo cuestionamiento sobre los postulados psicoanalíticos desarrollados por Sigmund Freud, en su teoría clásica de la feminidad, en donde elabora los conceptos de castración y su concomitante envidia del pene, para explicar cómo se da la adquisición de la feminidad. Para ello, Bustamante utilizó unos gruesos anteojos negros y la figura hiperbolizada de un falo que se colocó sobre la nariz, para representar con hilarante sarcasmo su interpretación visual sobre el complejo de la envidia del pene fabricado por la cultura hegemónica”.3 El respeto al derecho al cuerpo ajeno es la paz es el nombre del primer performance que ambas artistas realizaron juntas durante la marcha para pronunciarse en contra de la violación, el 7 de octubre de 1983, en el Hemiciclo a Juárez.

Con plena conciencia de esto, LasTesis reiteran que están en constante relación con sus antecesoras: “Tiene que ver con un reconocimiento de en qué momento histórico estoy, con quién estoy dialogando, y no necesariamente desde una linealidad, sino también desde un diálogo hacia el pasado, un diálogo con miras hacia el futuro. Tratar de quebrar esa estructura lineal, que también es una estructura patriarcal, jerárquica, lo entendemos como una red”.

Fue gracias al Encuentro Trama, una plataforma que busca crear un espacio de diálogo para el trabajo artístico, escénico y documental, que pudimos charlar un rato con LasTesis. Las chilenas cerraron el encuentro en la Plaza de la Liberación, en Guadalajara, con Resistencia o la reivindicación de un derecho colectivo, un performance colaborativo que busca traducir algunas ideas de Judith Butler, Paul B. Preciado y María Lugones. Después del fenómeno de Un violador en tu camino el colectivo dice tener el mismo objetivo que antes de la viralización, sólo que ahora consideran que están mucho más conectadas con otras colectivas e iniciativas sociales. Siguen creando puestas en escena, publicando textos y haciendo colaboraciones con fundaciones, teatros y universidades, así como con grupos de activismo feminista.   

Foto: Manuel Bruque/EFE

Su estética y la narrativa tipo fanzine

LasTesis es, ante todo, un colectivo artístico. Sus integrantes trabajan desde el arte porque creen firmemente que desde ahí también es posible tanto producir como transmitir conocimiento. No todo es texto: ¿qué pasa con lo sensorial? ¿Por qué lo textual está por encima de lo demás? Ellas creen que existe una especie de hegemonía de lo textual, así que uno de sus cometidos es convertir el texto en muchos más formatos. La idea es traducir la teoría en una especie de tejido elaborado mediante muchos recursos. La metodología que usan es un tipo de ensamble, un collage: se van uniendo elementos, fragmentos de algo que finalmente compone una pieza total. Toman alguna premisa y la ponen a dialogar con sus diversos saberes, o con las cosas que estudian, o con lo que han leído; eso les funciona como una base, como un estado del arte para generar la obra.

“¿Cómo se lleva o se traduce esta hipótesis, esta tesis de tal autora a este imaginario gráfico?, ¿cómo lo veo?, ¿cómo se debería ver?, ¿cómo se debería escuchar?, ¿cómo se debería redactar de una forma sintética? A través del vestuario también se traslada esa idea. Entonces, son traducciones e interpretaciones en estos distintos formatos. Y ahí, ya después, viene la totalidad, de ahí viene la obra”, explican. Sus piezas son collages creados con fragmentos provenientes de muchos lugares: datos, estadísticas, poemas, noticias, teorías, postulados.

La síntesis es otra de las tácticas de su proceso creativo: “Lo que nosotras hacemos es trabajar la síntesis de las ideas; por eso es tan cortito lo que ustedes ven, porque ése es uno de los formatos que trabajamos, que tiene que ver con la optimización del tiempo. Un poco dentro de esta crítica capitalista a la aceleración del tiempo y este llamado, un poco, a calmarse un rato; no sé si a frenar, pero sí a ralentizar un poco los procesos. Nosotras lo tomamos a la inversa, instrumentalizando esa temporalidad rápida, esa temporalidad a la que también nos hemos acostumbrado para mantener la concentración, la tensión, etcétera, y poder generar esos momentos muy sintetizados, de corta duración, no más de 15 minutos, pero de alta densidad: están pasando muchas cosas en esos 15 minutos”.

El grupo feminista radical ruso Pussy Riot en el llamado Lugar de la Frente, antes utilizado para anunciar los decretos de los zares rusos y para llevar a cabo ejecuciones públicas, en la Plaza Roja de Moscú. Las activistas, que luego fueron detenidas por la policía, realizaron una actuación para protestar contra las políticas del entonces primer ministro Vladimir Putin. Foto: Denis Sinyakov/Reuters

Cada cosa que sucede en ese lapso de tiempo la han elegido con cautela y rigor. Una idea compleja queda, entonces, sintetizada, por ejemplo, en una canción. Es así como la idea puede ser difundida y ejecutada en donde sea: en la calle, en el aula o en una fiesta. Es una “síntesis pop”, es un mecanismo al que recurren para que el mensaje pueda quedarse ahí. De modo similar a lo que ocurre con los mecanismos mercadológicos, LasTesis recurren a ese tipo de lenguaje sintético, efímero, decodificable, pop, para poder introducir reflexiones y planteamientos a los que, de otra forma, tal vez pocas personas tendrían acceso. El objetivo es que la idea transite, no sólo desde lo racional, sino a través de los estímulos visuales, sonoros, táctiles, o hasta cómo nos interpela en el aspecto físico.

El pop tiene doble filo. Por un lado, En Quemar el miedo se establece una crítica aguda a la banalización de las consignas feministas: se ha “recurrido al feminismo como objeto de consumo. El feminismo como grito de lucha, como demanda vociferada desde las bases, desde la rabia, convertido en eslogan de moda”. La industria y los medios nos bombardean con las mismas palabras: ecofriendly, body positive, girl power, the future is female, inclusive, diverso, empoderada. Es importante saber distinguir cuando el significante está completamente vacío de significado y sólo se usa para subirse a una tendencia y vender. Eso, LasTesis lo tienen muy claro.

Sin embargo, ellas creen también que un camino hacia el feminismo puede venir desde la forma: “Quizás alguien iba pasando y vio en el escaparate de una tienda el mensaje ‘The future is female’, y eso quizá le hizo pensar y preguntarse el porqué. Eso puede ser un impulso para nuestra generación. Por ejemplo, cuando [eramos] niñas estaban de moda las Spice Girls, la Sailor Moon también, quien luchaba por el amor y la justicia. Entonces hay mucha inspiración ahí. Mucha potencia. Las Spice Girls son una banda, una banda pop, ni siquiera punk. Pero lo que repetían por todas partes era la frase ‘Girl power’. Eso quedó en nuestra generación, está en nuestro inconsciente colectivo”. Eso no quita que podamos tener siempre bien firme una postura crítica. Posiblemente, “esa camiseta con el eslogan feminista fue maquilada en un país pobre, en donde seguramente las condiciones laborales para las mujeres son horribles, les pagan nada, están esclavizadas. Es complejo”, agregan.

A casi tres años del fenómeno viral que les otorgó mucha más popularidad y mayor exposición, LasTesis siguen persiguiendo lo mismo: difundir teorías feministas “desde nuestras propias experiencias, desde nuestra propia corporalidad, nuestros propios testimonios, vivencias, tanto individuales como colectivas”. Ahora, con una plataforma más sólida y conocida, trabajan de la mano de otras redes y otros colectivos en un diálogo permanente, un diálogo sin jerarquías y contemplando siempre distintas posibilidades de enunciación y acción. .

Artistas vestidas con trajes de época recrean una marcha de las sufragistas afuera del Parlamento, para exigir la igualdad de las mujeres, en el centro de Londres, en 2012. Ese día ganaron una batalla por la igualdad salarial en el tribunal supremo del Reino Unido, según informes de los medios locales. Foto: Andrew Winning/Reuters

Notas al pie
1. LasTesis, Quemar el miedo. Un manifiesto, Planeta. 2021.
2. bit.ly/LasTesis1
3. Ibid.

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