La Fábrica de Arte Cubano

La Fábrica de Arte Cubano

La Fábrica de Arte Cubano

– Edición 503

Fotos: Fábrica de Arte Cubano

La FAC se define a sí misma como un gran laboratorio de creación interdisciplinario y cuyos modelos de gestión apuntan hacia la comunidad y a la reestructuración del tejido social por medio del arte

En una ocasión, el artista belga-mexicano Francis Alÿs intentó crear un puente de embarcaciones que uniera Cuba con Miami. Desgraciadamente, no logró llevar a cabo esa obra; sin embargo, Juegos de Niñxs, un proyecto que inició en los años noventa, hace un registro de los juegos de niñas y niños de diferentes partes del mundo, y las piezas realizadas en Cuba ponen de manifiesto el gran ingenio cubano: las y los niños arman carritos para deslizarse por las calles con tablas de madera y engranes (Children´s Game #40: Chivichanas, 2023). El 31 de julio de 2006, el entonces presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, pasó el mando a su hermano Raúl, quien estuvo al frente hasta 2018. En 2015, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, retomó una relación entre ambos países, que había estado rota desde 1961, lo que incidió profundamente en la dinámica de la isla. Entender la complejidad política de este país no es fácil; sin embargo, esa complejidad ha propiciado —o forzado— el nacimiento de propuestas artísticas y creativas.

Un proyecto que ha inspirado a muchas personas al integrar propuestas internacionales y una programación multidisciplinaria es la Fábrica de Arte Cubano (FAC). Surgió en un momento en el que todo parecía disolverse y un nuevo capítulo de la historia se estaba escribiendo por una generación de artistas, galeristas y curadores que especulaban que el totalitarismo desaparecería e imaginaban cómo vivirían la apertura de su país. A la par, emergieron galerías y proyectos de gestión cultural, como la Galería Taller Gorría, establecida en la antigua panadería del Barrio de San Isidro. Y, si bien en los últimos diez años la economía de Cuba ha cambiado de manera extraordinaria, las condiciones son aún complejas; por ejemplo, el internet aún no es muy accesible, los artistas demoran hasta cuatro días subiendo archivos en WeTransfer para poder solicitar becas, las personas se congregan en plazas públicas para conectarse con tarjetas de prepago y en las bardas se ven pintas con la leyenda “Con internet, sí puedo”.  En la producción de arte se viven los extremos, desde artistas que producen obra plástica con cualquier tipo de pigmento encontrado, ante la dificultad para conseguir materiales de arte especializados, hasta los modelos de estudio donde hay más de 40 personas trabajando de manera simultánea en piezas de gran formato.

En este contexto, resulta sorprendente la existencia de un gran espacio dedicado al arte como la FAC, que se define a sí misma como un gran laboratorio de creación interdisciplinario y cuyos modelos de gestión apuntan hacia la comunidad y a la reestructuración del tejido social por medio del arte. Este proyecto fue iniciado por X Alfonso, músico y compositor cubano que en su infancia vivió de manera cercana la experiencia de un espacio en el que convivían múltiples expresiones artísticas y quien hoy funge públicamente como curador y líder del proyecto.

El edificio donde se aloja la FAC fue cedido por el Ministerio de Cultura. En un principio pertenecía a la compañía de electricidad y en los últimos años se había convertido en una fábrica de aceite, un coloso ubicado en la esquina de las calles 11 y 26 en el Vedado, la zona más ostentosa de La Habana. Recorrer sus cinco naves interconectadas es como circular dentro de una matrioska de gran formato: en la primera nave, además de un bar, hay obras de artes plásticas y de diseño gráfico y algunas tiendas; en la segunda se alojan proyectos de fotografía y video; la tercera tiene danza, teatro, cine y música clásica; la Nave Azul (cuarta nave) presenta conciertos; y la última es una experiencia gastronómica. Este proyecto cultural de gran escala resulta un logro notable en una ciudad como La Habana, que colapsa cuando llegan los yates y se termina el agua potable. Con un modelo de negocio anclado en el turismo y al que los locales pueden acceder mediante un pago módico, ofrece una experiencia multisensorial de arte contemporáneo, conciertos, comida y fiesta. Su administración, a la vez pública y privada, es un caso rarísimo de estudio para las personas que se dedican a la gestión, pública, privada e, incluso, desde las universidades.

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MAGIS, año LX, No. 502, noviembre-diciembre 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de noviembre de 2024.

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