«La doble vía», de Santiago Matías
Jorge Esquinca – Edición 486
El libro Pabellón Alesi, de Santiago Matías, es a confirmación de un poeta capaz de entrar en el espíritu de su homólogo italiano y dejar en este volumen un trazo entrañable de su aventura vital.
cuál azogue
cuál guiño
donde a través del instante
los ojos se vieron
vaciarse
de colores impuros
en los vértices de las horas
cuál aurora
el arcoíris
que acumula
toda la sombra del día
en un grano de polen
fermentado por el agua
dónde estuvo el deseo
la combustión
germinal de los astros
que viajan de incógnito
contrarios al alba
cuando la paz se esconde
transformada en pulso
la pérdida
extiende la mano
abierta como un secreto
como un gesto agudo
que presagia siempre
una despedida.
* * *
Muy pocos poetas encarnan de manera tan auténtica, como lo hizo el italiano Eros Alesi, el destino fatal del genio que se consume con una rapidez sólo semejante a la intensidad de su propia pasión. Alesi se quitó la vida a los 20 años y dejó un puñado de poemas que conocemos en español gracias a las inestimables traducciones de Guillermo Fernández. El libro, Mamá morfina, ha conocido entre nosotros diversas ediciones y ha tenido entre sus mejores editores al poeta Santiago Matías (Ciudad de México, 1976), director de la casa Bonobos, a la que se ha dedicado en cuerpo y alma durante más de tres lustros. Una labor por la que había aplazado su propia escritura. De aquí que la publicación de su libro más reciente, Pabellón Alesi, sea la confirmación de un poeta capaz de entrar en el espíritu de su homólogo italiano y dejar en este volumen un trazo entrañable de su aventura vital. Reinvención, sí, pero desde esa “doble vía” que le permite internarse en el espacio interior, donde la complejidad de una existencia se manifiesta en plenitud, sin buscar explicarla, sin pretender justificarla. Quizá todo se cifra en esa mano que se extiende, “abierta como un secreto”, y a la que Santiago Matías ofrece la suya para recibirlo y despedirlo. Pabellón Alesi obtuvo el premio único de poesía en el Certamen Literario Laura Méndez de Cuenca, y lo publicó en 2020 el Fondo Editorial del Estado de México.