La ventaja de utilizar plantas medicinales (fitoterapia) es que se reducen los efectos secundarios que ocasionan otros medicamentos, pues la acción curativa la determina un conjunto de moléculas, no sólo un principio activo.
La farmacología, como la conocemos actualmente, con medicamentos sintetizados en laboratorios, data apenas de finales del siglo XIX, es decir, el uso de medicinas de patente no excede los 150 años, y se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente, la gente sobrevivía y atendía sus dolencias por medio de las plantas.
En el México prehispánico, las plantas medicinales aseguraron en buena medida la salud de la población nativa, pues existían métodos herbolarios para atender los distintos males. Sin embargo, en las últimas décadas, el cambio de la sociedad rural a la urbana modificó los tratamientos médicos y cambió la percepción social, pues, de ser remedios aceptados, pasaron a considerarse alternativos.
“En México se está perdiendo, más en el campo, ese conocimiento de las plantas medicinales. Ahora sólo van al centro de salud y piden una pastilla. El principal problema es que la gente perdió el contacto con sus abuelos, quienes tenían estos saberes”, explica Galina Zaitseva, pediatra, doctora en Inmunología e investigadora por 30 años del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara.
La ventaja de utilizar plantas medicinales (fitoterapia) es que se reducen los efectos secundarios que ocasionan otros medicamentos, pues la acción curativa la determina un conjunto de moléculas, no sólo un principio activo. Los mismos fármacos poseen una base vegetal: la aspirina, por ejemplo, proviene de un extracto de la corteza de sauce.
Existen plantas, algunas de uso común en la cocina, como el ajo, la cebolla, el rábano o el chile, que son antibióticos por excelencia, o el perejil, que funciona como antihistamínico y para combatir alergias. Incluso en los estados graves de ciertas enfermedades, sin por ello quitar su lugar a los tratamientos alopáticos, se puede utilizar de manera combinada la fitoterapia. Aquí van algunos ejemplos:
Zacate limón (Cymbopogon citratus)
Originaria de la India y Sri Lanka, muy cultivada en las Antillas y conocida como caña santa en Cuba, esta planta aromática, que se puede tomar en infusión, contiene 18 sustancias diferentes, algunas de las cuales son potentes antinflamatorios. Posee además antioxidantes, ayuda a combatir los cólicos y a eliminar gases del cuerpo. Se usa también como diurético, para bajar la presión y la fiebre. Por sus propiedades desinfectantes, su aceite se usa también para limpiar heridas.
Sábila (Aloe vera)
Oriunda de África y de la península arábiga, pero con uso cosmopolita, esta planta, perteneciente al género de las suculentas, tiene conocidos efectos en el aumento de la fagocitosis, la defensa innata del cuerpo y base de la inmunidad. Es portadora del principio activo de la aloína, para tratar el estreñimiento. Es un auxiliar en el tratamiento de aftas y úlceras bucales, así como dolencias de las encías. Se puede usar en cataplasma o extracto, con alcohol y miel, en caso de problemas internos como gastritis o bronquitis.
Piña (Ananas comusus)
Este fruto tropical nativo de Sudamérica contiene bromelina, una sustancia que ayuda a metabolizar alimentos, es antinflamatoria, anticoagulante, anticancerígena y beneficia los sistemas circulatorio y cardiovascular —esa sustancia ha sido extraída en Japón y se vende en forma de pastillas—. También reduce el riesgo de angina y de hipertensión. Su consumo ayuda en el combate de la artritis y la indigestión.
Cuachalalate (Amphipterygium adstringens)
Este árbol es endémico de las zonas centro y sur de México. Su corteza era usada por los pueblos originarios y hoy es una especie amenazada. Es considerado un efectivo anticancerígeno. Se usa para el tratamiento de la colitis y la gastritis y para cualquier inflamación del sistema tractodigestivo. También tiene efectos de alivio de fiebre, várices y gangrena. Ayuda a cicatrizar heridas y puede utilizarse para tratar afecciones en los riñones.
Eucalipto (Eucalyptus)
Perteneciente a la familia de las mirtáceas, este árbol proviene de Australia y Nueva Guinea. Es útil en el tratamiento de infecciones de las vías respiratorias, usado en té y vaporizaciones. El aceite que proviene de sus hojas funciona como descongestionante nasal y expectorante. También sirve para tratar dolores musculares y de articulaciones y como repelente natural de mosquitos. Un uso menos conocido es el que se le da como hipoglucemiante, lo que quiere decir que reduce los niveles de azúcar en la sangre. .
Para saber más
:: Instituto Tecnológico de Medicina Natural.
:: Centro Universitario de Alternativas Médicas.
:: Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.
:: Federación Nacional de la Industria de Herbolaria y Medicina Alternativa, Tradicional y Naturista.