La arquitectura modesta y local es el sello de Guadalajara
Enrique González – Edición 439
Mara Partida y Héctor Mendoza, egresados del ITESO, ganaron el I Premio de Arquitectura Española Internacional, por su proyecto de ampliación del Museo Gösta, que se encuentra a 210 kilómetros de Helsinki, Finlandia.
Al sur de Finlandia, en Mänttä, una idílica población con menos de siete mil habitantes y dueña de un lago y bosques y con un altísimo nivel de vida, está el Museo Gösta, espacio cultural especializado en arte finlandés y europeo, particularmente pinturas y esculturas. En 2011, la Fundación Serlachius —que lo administra y financia— decidió que ya era hora de ampliarlo y convocó a un concurso internacional. Se presentaron 579 propuestas de 42 países, entre las que resultó ganadora la de dos mexicanos: Mara Partida y Héctor Mendoza, egresados del ITESO en 1997 y quienes desde 2005 abrieron su propio despacho en Barcelona: Mx_Si Architectural Studio, donde trabajan con su socio, el esloveno Boris Bezan.
Por si lo de Finlandia no fuera suficiente, Mara y Héctor, doctores en Arquitectura y profesores en varias universidades barcelonesas y europeas, recibieron, a finales de 2013, el Premio de Arquitectura Española Internacional, un certamen con cinco categorías creado recientemente con la intención de “mostrar que España produce arquitectura relevante a nivel internacional”.
¿Qué características tiene su proyecto ganador, la extensión del Museo Gösta [planeado para terminarse en el verano de 2014]?
Cuando ganamos, el jurado pensó que los autores del proyecto eran finlandeses, porque demostraba un entendimiento de los valores del lugar. El edificio trabaja con la madera como elemento constructivo, pero desde una visión más actual, sin dejar de tener presente la tecnología local. También, al tratarse de la extensión de un museo existente, el diálogo entre el nuevo edificio y el antiguo ha sido muy relevante. El nuevo edificio cede el protagonismo al edificio patrimonial, y a base de un lenguaje sutil consolida su presencia en el lugar.
¿Y cómo recibieron el Premio de Arquitectura Española Internacional?
Se mezclan muchos sentimientos. Siempre es motivante ganar un premio, porque confirma que tu trabajo tiene sentido y que el esfuerzo que has hecho vale la pena. Por otro lado, la noticia se fue volviendo cada vez más importante cuando nos anunciaron que el príncipe de España nos daría el premio en mano y que la entrega sería en el Senado de Madrid. Después se nos envió el link del evento y cuando vimos la lista de todos los arquitectos que presentaron su candidatura —arquitectos de reconocido prestigio a los que siempre hemos admirado mucho—, nos quedamos más impresionados todavía.
¿Alguna vez ha sido un obstáculo su nacionalidad?
Héctor y yo somos mexicanos, pero también españoles; tenemos doble nacionalidad desde hace un par de años. Nuestro perfil internacional nos ha ayudado mucho a ver las cosas desde otra perspectiva. Somos una especie de nómadas y esto nos ha permitido ir buscándonos la vida en distintos países. Mucha gente de aquí no se ha atrevido a hacerlo y eso es lo que nos ha posibilitado continuar a pesar de esta crisis, que es muy fuerte. Por otro lado, el obstáculo de ser de otro país siempre ha estado, nos ha costado mucho trabajo entrar en el medio español pero no quitamos el dedo del renglón.
Su despacho nació en 2005, en una época en que la situación económica de España era mucho más alentadora que la actual y se construía por doquier. ¿Cómo han sobrellevado la crisis inmobiliaria? ¿La han resentido?
Por supuesto. Tenemos nuestra primera obra (el Centro Lorca) totalmente parada desde hace más de dos años. Terminamos la Fase 1 de un Auditorio en Lucena, Córdoba, con muchos dolores de cabeza por falta de medios económicos y dificultades con la constructora. Hace tres años había aún concursos para escoger, hoy en día son muy pocos y están sobreconcurridos. En Finlandia tuvimos la suerte de ganar entre 578 propuestas. Los concursos son nuestra única fuente para obtener trabajo y cada vez esta posibilidad se complica más. Será difícil seguir encontrando trabajo en un futuro.
Debido a los proyectos que tienen acá (algunas casas), supongo que visitan con frecuencia Guadalajara. ¿Les agrada el camino arquitectónico y urbanístico que está tomando la ciudad? ¿Hay alguna obra en esta ciudad que les haya gustado?
Nos gustaría visitar Guadalajara más a menudo. Los proyectos que hacemos allá se hacen viables gracias a la confianza de nuestros clientes, al gran talento y a la dedicación de nuestros colaboradores. Guadalajara siempre ha sido la ciudad del “gran potencial”: siempre está intentando aprender de los errores de otras grandes urbes e intentando aplicar los aciertos de otras. Desgraciadamente no siempre se consigue. Hemos visto muy buenos ejemplos de arquitectura modesta y local y creemos que ésta ha sido la cualidad que ha distinguido a la buena arquitectura de Guadalajara.
¿Cuáles son las principales diferencias que perciben entre los clientes de acá y los de allá?
Aquí [Europa], la figura del arquitecto es necesaria por ley y tiene muchas responsabilidades. En México, desgraciadamente, se puede llegar a percibir como un artículo de lujo y su trabajo no es tan valorado.
Escribieron en su página oficial que su filosofía de trabajo apuesta por una arquitectura exploratoria, integral, dialogante y respetuosa del contexto. ¿Creen que estos preceptos son los dominantes en la arquitectura que se desarrolla en el ámbito global o se sigue imponiendo la arquitectura del “espectáculo”?
Hoy en día, la actividad arquitectónica es muy heterogénea, y no creemos que se imponga una sobre otra. Está bien que haya diversidad; siempre se puede aprender de los buenos proyectos. m
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