El nuevo y solidario rock estadunidense
Enrique Blanc – Edición 407
Como reza el dicho, “Dios los hace y ellos se juntan”: Jenny Lewis, Ben Gibbard, Connor Oberst y Matt Ward conforman la nueva élite de cantautores estadunidenses. Los cuatro combinan rock, música country, folk y pop, y los cuatro aparecieron juntos en el álbum Rabbit Fur Coat de Lewis.
No es extraño ver a Gibbard aparecer en el videoclip de “Acid Tongue”, la canción que da nombre al segundo álbum solista de la pelirroja Lewis, fuera de su banda Rilo Kiley. Por su parte, Gibbard es un músico que busca la diversidad y, si bien es mejor conocido como el líder de Death Cab for Cutie, nutre una carrera como solista, además de formar parte de The Postal Service, el proyecto de fusión electrónica que realizó junto a Jimmy Tamborello (Dntel). En cuanto a Oberst, su trabajo está avalado por Bright Eyes, su proyecto de cabecera. Matt Ward es el único que hace rock desde una sola esquina, la del solista. Aquí, un recorrido por la obra más reciente de esta pandilla de inspirados forajidos de la canción.
Rabbit Fur Coat
Jenny Lewis
(Team Love, 2006)
Formidable debut como solista de Lewis, en el que demuestra ser una de las voces más poderosas y seductoras de su generación. Es aquí en donde ella, Gibbard, Oberst y Ward emulan a los Traveling Wilburys de Bob Dylan y Roy Orbison interpretando “Handle with care”, canción que anuncia a los cuatro vientos su complicidad. Más allá de ello, se trata de un disco de emotivas baladas que aclara quién es el verdadero talento tras Rilo Kiley. Ineludibles son las canciones “Rise up with fists!!”, “Melt your heart” y la que le da título al álbum.
Post-War
Matt Ward
(Merge Records, 2006)
Es el último disco a la fecha de Ward, sexto en su cosecha personal. Su carrera —además de establecer contacto con los músicos antes mencionados— está llena de guiños hacia otros colegas del renovado horizonte musical estadunidense. Por ejemplo, su primer disco estuvo cobijado por Howe Gelb (Giant Sand). Y en Post-War lo acompañan, entre otros, Jim James (My Morning Jacket), Neko Case (The New Pornographers), así como Mike Mogis, el socio de Oberst en Bright Eyes.
Narrow Stairs
Death Cab for Cutie
(Atlantic, 2008)
Este disco cosecha los muchos años de carrera en subterráneo de la banda de Seattle. Es el sexto título de una discografía que inició de la mano de la independiente Barzuk Records y que luego, gracias a su éxito, llegó a Atlantic, el subsello de Warner. Otra muestra de la intuición que Gibbard tiene para componer, tanto canciones intensas y de altos decibeles como refinadas baladas como la confesional “Your New Twin Size Bed”. El paso obligado para echar marcha atrás e ir descubriendo, disco a disco, a una de las bandas de rock más interesantes de hoy.
Conor Oberst
Conor Oberst
(Merge Records, 2008)
Primer disco que Oberst firma con su nombre de pila. Un álbum con un evidente aire intimista que obedece a uno más de sus descocados impulsos: ir en busca de una mexicana y avecindarse en Tepoztlán para grabar este material que indaga en su lado más bucólico y folkie. “NYC-Gone” una canción de menos de dos minutos es elocuente al recontar el sentimiento de nostalgia por dejar el hogar, a su vez que la emoción por la aventura que le aguarda hacia adelante. “Abajo, abajo, hacia la ciudad de México”, dice en una de sus líneas.
Acid Tongue
Jenny Lewis
(Warner, 2008)
Aprovechando las ventajas que ofrecen (todavía) los presupuestos de una multinacional, la nativa de Las Vegas, radicada en Los Ángeles, cumple uno de sus sueños guajiros invitando a Elvis Costello a cantar con ella en “Carpetbaggers”. Otros invitados son Chris Robinson (The Black Crowes) y Matt Ward, quien hace coros en “Pretty Bird”. Un disco que anuncia el rumbo hacia el que Lewis se mueve en busca de composiciones mucho más ambiciosas como “The Next Messiah” y “Acid Tongue”, la que bautiza su álbum. m.