Eduardo Vázquez Baeza: el arte de lo que es
Carlos Vicente Castro – Edición 504

El arquitecto Fernando González Gortázar destacó cómo este artista logra conectar su proyecto artístico con el espectador, gracias a las posibilidades lúdicas de sus piezas
El año 1969 marcó de distintas maneras la trayectoria artística y profesional del pintor, fotógrafo y escultor Eduardo Vázquez Baeza, también llamado Gavilán por sus amigos: no sólo se graduó de la carrera de Arquitectura en el ITESO, sino que además participó en su primera exposición colectiva de pintura, como parte del Primer Salón Nuevos Valores en la Galería Municipal de Guadalajara, donde fue distinguido con el primer premio. Desde entonces ha transcurrido más de medio siglo, tiempo en el que ha acumulado 20 exposiciones individuales y 170 colectivas en México, en Estados Unidos y en países de Europa y Asia.

Eduardo Vázquez Baeza nació en Guadalajara en 1945, y desde 1971 ha sido profesor de diseño en su alma mater. Perteneció al grupo de artistas del Centro de Arte Moderno de Guadalajara a principios de 1970, que instituyó durante esa década el arte abstracto en la escena tapatía1 con el propósito de lograr un lenguaje más transparente y despojado de símbolos —no figurativo—, en contraposición a la obra de los grandes muralistas mexicanos. Otros nombres también empezaban a sonar en nuestro país, como el de Vicente Rojo o el de Manuel Felguérez. En el caso de Vázquez Baeza, desde un inicio exploró distintas vertientes del geometrismo, al que ha preferido añadirle el adjetivo realista, es decir, que en sus cuadros cada rombo, triángulo o color representa únicamente lo que es.2 “Aparentemente, el camino del geometrismo es cerrado, parco, pero es infinito. Estudié mucho el geometrismo en la naturaleza, donde existen ‘tramas y retículas’. Todo está estructurado en la vida, cuerpo humano, gobiernos, proporciones, Fibonacci, sección áurea, Vitruvio, Le Corbusier, en fin… el universo”.3

El arquitecto Fernando González Gortázar, con quien Vázquez Baeza colaboró durante algunos años, destacó cómo este artista logra conectar su proyecto artístico con el espectador, gracias a las posibilidades lúdicas de sus piezas: “Armando y desarmando, formando áreas compactas o cadenas dentadas, agrupamientos o disgregaciones, estas piezas maestras de pequeño formato nos revelan sus infinitas posibilidades combinatorias y nos invitan al juego de jugar a ser artistas, muralistas de joyas transmutables”.4

La obra del Gavilán —que abarca tanto pintura y escultura como fotografía— ha sido publicada en libros colectivos, como Cuatro siglos de pintura jalisciense, de la Cámara de Comercio de Guadalajara, y El geometrismo mexicano, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México. En 2023, el ITESO editó una monografía de su obra, que abarca una selección desde sus primeras pinturas, titulada simplemente Pintura. Eduardo Vázquez Baeza, donde acompañan a sus cuadros citas de diversos artistas y críticos de arte. También ha colaborado con ilustraciones para revistas, como las míticas Textos, del Departamento de Bellas Artes de Jalisco (1974), y Vuelta (1978), dirigida por Octavio Paz.

La crítica e historiadora Raquel Tibol describió el arte de Vázquez Baeza en toda su dimensión: “Arquitecto, pintor, escultor, maestro universitario. Esta diversidad de campos afines en los que Eduardo se desplaza con alegría le permite abarcar un arco muy rico de posibilidades, que él explota con severidad y rigor autocrítico. Esto lo sitúa como uno de los mejores productores de imágenes geométricas de México”.5 Lo atestiguan más de 50 años de trayectoria ininterrumpida.
_____
Notas al pie
1. Javier Ramírez, “Mathias Goeritz, un artista incómodo en Guadalajara”, Luvina, 82, Primavera de 2016.
2. “Realidades concretas”, entrevista realizada a propósito de una exposición en el exconvento del Carmen. El Informador, 28 de septiembre de 2008.
3. Pintura. Eduardo Vázquez Baeza. ITESO, Tlaquepaque, 2023.
4. Ibid., p. 13.
5. Ibid., p. 22.
