“Están viendo mi mundo personal, lo que hago; al ser un niño autista, ese mundo puede ser diferente al de sus hijos, pero puede ser algo que tal vez quieran conocer”

En 2010, Timothy Archibald, un fotógrafo con amplia trayectoria en el circuito estadounidense, publicó el libro Echolilia / Sometimes I Wonder, una exploración del mundo particular y único de su hijo con autismo, que en ese entonces tenía 10 años. Elijah había sido diagnosticado un lustro antes, y, a lo largo de tres años, Timothy usó su cámara como una herramienta para poder conectar con su hijo y su mundo.

“La fotografía me permitió explorar los temas que me fascinaban: aprender sobre ellos, humanizarlos y verlos con toda la gama de emociones humanas que merecían, junto con una voz que era exclusivamente mía”, dice Archibald en su sitio web. Elijah habla de este libro como un trabajo conjunto, de colaboración, en el que el padre no era sólo un observador a distancia que captaba la cotidianidad de su hijo. Fue juntos, comunicándose e imaginando, como lograron crear las imágenes hermosas e íntimas que arrojarían luz sobre el mundo de los niños con autismo. 

El 2 de abril es el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo. En 2007, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas destinó este día a la visibilización del trastorno y a la necesidad de contribuir para que las personas con esta condición —que a menudo sufren discriminación, rechazo y aislamiento— puedan tener una vida digna. Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que, en todo el mundo, uno de cada 100 niños tiene autismo. 

Todas las fotos fueron hechas dentro de la casa de Timothy y Elijah, dentro del espacio compartido como familia. La ecolalia (traducción al español de la palabra Echolilia incluida en el título del libro) es una perturbación del lenguaje consistente en que la persona repita involuntariamente palabras o frases pronunciadas en su presencia, y se trata de un síntoma con frecuencia asociado al autismo.

“Están viendo mi mundo personal, lo que hago; al ser un niño autista, ese mundo puede ser diferente al de sus hijos, pero puede ser algo que tal vez quieran conocer”, dice Elijah en un video acerca de su experiencia. El libro es una colección de fotografías que propone un indiscutible viaje a la ternura, a la libertad de experimentar el mundo y al amor entre un padre y su hijo.