Female Sessions es una plataforma cultural realizada en Guadalajara por Daniela Rábago desde hace tres años. Este artículo nos habla acerca de este proyecto y de la trayectoria de su creadora.

“Lo primero que haría si fuera hombre sería correr; sentir el cuerpo masculino, cada musculatura.” Hace un silencio y se asoma cierta picardía cuando confiesa que también le gustaría orinar donde quisiera y no supeditarse a los altibajos del sangrado de cada mes. Suelta esto mientras humedece sus labios de manera lenta y sensual, “es que a veces hay que agarrarse los pantalones”, aunque lleva un vestido vaporoso y su perfume dulzón impregna cada una de sus palabras. Pero ella es una mujer que no sólo se queda en su acepción física, el orgullo que siente por sus congéneres es lo que la ha llevado a desarrollar Female Sessions, una plataforma cultural realizada en Guadalajara desde hace tres años.

De la feminidad sólo alarga unas cuantas palabras: “es la fortaleza de cada una de nosotras”. Daniela Rábago, a sus 26 años, se aferra desde su trinchera, en esta época, como diseñadora con pasión por la gestión de eventos. Ella no conoció a Garro, Curie, a Simone, Frida ni a aquellas que en su momento lucharon por defender sus derechos y libertad. Pero nombra a las de su época: su madre en primer lugar; Madonna, Liz Taylor, “a la mujer auténtica que tenga la fuerza de expresarse, y decir: ‘ésta soy yo’”.

Sus inicios se relacionan con la moda. “Desde que estudiaba en el ITESO empecé a promocionar ideas”, comenta sobre lo que actualmente es su trabajo diario: una mezcla entre relacionista pública que coquetea con la organización y el diseño de eventos. El proyecto de Female Sessions fue el primero en tomar una perfecta forma curvilínea, la cual hizo que las miradas de la sociedad tapatía se alzaran: la pintura, la cinematografía, la música o la investigación, involucraron el tema de la mujer en diversos ámbitos.

Como una adolescente que se levanta sutilmente la falda, así arrancaron en 2004 estas sesiones, con una fiesta de carteles, música y aprendizaje. El trasfondo llegó hasta su segunda edición al anexar conferencias y un tema específico: el cáncer de mama, además de conformar lo que es la actual dirección entre Daniela Rábago y Denisse Flores, que se convirtieron, como dice la primera, en “socias de llantos y de risas”. Con un evento más adulto, se invitó a algunas modistas y directoras a presentar pasarelas y cortometrajes con el tema de la violencia contra la mujer.

Después de desfilar por la delgada concepción que las etiquetó como feministas, dejaron en claro su punto de vista: “ir por la valoración de la mujer, no por la igualdad de géneros, sino por el respeto”. Daniela no titubea al agradecer la ayuda masculina en la museografía, conferencias o el apoyo emocional, “los hombres son tan necesarios…”.

El próximo año tienen la intención de tratar temas como el de la mujer en el mundo o en la empresa, mostrar la sensibilidad artística de sus congéneres, quienes “toman el arte como parte de su ser, de sus cambios hormonales, emocionales”, féminas que seguirán en constante expresión. m.