Construir de manera sostenible e incluyente
Gustavo Abarca – Edición 436
Jorge Navarro Murataya, quien concluyó sus estudios de Arquitectura en 2010, obtuvo el segundo lugar en el concurso Ecoficinas Lima, de la firma Arquitectum, por proyectar un edificio corporativo en la capital peruana que fuera un ejemplo en términos ambientales.
La proyección de un nuevo edificio en el distrito de Miraflores, en la capital de Perú, era el objetivo del concurso Ecoficinas Lima, de la empresa Arquitectum, en el que Jorge Navarro Murataya, egresado de Arquitectura del ITESO, logró la primera Mención Honrosa, equivalente al segundo lugar.
Algunos de los aspectos que debían considerar las propuestas, relata Navarro Murataya, eran que el inmueble pudiera lograr la certificación Leadership in Energy in Environmental Design (LEED), establecida por el US Green Building Council, con la intención de que los espacios sean más eficientes para el cuidado del medio ambiente y que las oficinas estén distribuidas de tal manera que admitan áreas verdes en cada uno de los niveles para lograr más comodidad y reducción energética.
La propuesta de Jorge consistió en un edificio de once niveles, en los que se combinan áreas verdes con cuatro oficinas en cada uno de ellos. En la planta baja se contempla la instalación de cuatro salas de juntas, baños, vestíbulo y un área de seguridad, mientras que en el último de los niveles una alberca, un área techada y un comedor común.
Uno de los grandes retos que enfrentó, debido al tamaño de la superficie disponible para su instalación, 25 por 40 metros cuadrados, fue el del estacionamiento. Para resolverlo, proyectó uno subterráneo en el que los primeros niveles “eran para bicicletas y motocicletas, los siguientes tres para autos que transportaran dos o más personas, los siguientes tres para transportes que usen combustible alternativo y los últimos para automóviles en general. Se quiere dar prioridad a las personas que respetan el medio ambiente”, explica Navarro, quien recientemente abrió su propio despacho: Habitare, Estudio de Arquitectura.
Al tratarse de una zona de alta plusvalía, el edificio debía, además, tener impacto visual, para lo cual se incluyeron áreas verdes y espacios diseñados para el ahorro energético, una combinación entre lo natural y lo artificial, con un estilo planeando entre un edificio de cristal y una vivienda victoriana, comentó. La propuesta no sólo busca lograr esta combinación de integración de la naturaleza con la eficiencia energética, sino también que sea accesible para personas de la tercera edad y con alguna discapacidad.
En el certamen participaron arquitectos de Argentina, Bangladesh, Brasil, Chile, China, Estados Unidos, Francia e Italia, entre otros. Jorge señala que un elemento fundamental para alcanzar el segundo lugar fue la investigación que hizo sobre la certificación leed. “Eso ayudó a que el proyecto se diferenciara de otros, así como la propuesta de respetar a las personas de la tercera edad y con una discapacidad. Ningún proyecto lo propuso y creo que [hacerlo] debe ser una norma, no un plus”. m