Cine de acción: estrés con sentido y controlado

Imagen de la película Matrix. Foto Cortesía

Cine de acción: estrés con sentido y controlado

– Edición 470

Con agobio y fatiga, el estresado se instala en una especie de tensa grisura. Para salir de ella no está de más una buena sacudida. Es, en buena medida, lo que pretende el cine que tiene en la acción su definición

 

Con agobio y fatiga, el estresado se instala en una especie de tensa grisura. Para salir de ella no está de más una buena sacudida. Es, en buena medida, lo que pretende el cine que tiene en la acción su definición. Este género es uno de los favoritos del público, y las películas de acción más celebradas son las que poseen harta testosterona y proponen abundantes persecuciones, peleas, escapes, desastres. Si el asunto se ubica en el terreno bélico, las posibilidades se multiplican con disparos y bombazos.

El cine de acción ofrece, para empezar, entretenimiento y una buena distracción de la realidad. El riesgo que habita la cinta es controlado, y ahí cabría ubicar una de las razones de su procuración: a diferencia de lo que ocurre en la calle —de lo que tanto eco hacen hoy los noticieros—, en la pantalla del cine y en la pantalla de televisión el peligro tiene límites seguros. También tiene caducidad… y sentido. Habitualmente un noble sentido.

Cuando la ambición es mayor, la acción no es un fin, es un medio: para el deleite del ojo y la seducción de la mente. En las mejores películas, la acción constituye un espectáculo singular que genera emoción, y así contribuye a la significación. Pero hoy se cree que la confusión es cool, y abundan pasajes que no tienen pies ni cabeza. La acción cuenta, y si no se entiende, el estrés crece y se diluye la fuerza del mensaje. De ahí que la claridad sea una virtud (necesaria pero no suficiente), una cortesía, lo mismo para el filósofo —como afirmaba Ortega— que para el cineasta.

 

Terminator (The Terminator, 1984)James Cameron

James Cameron es riguroso con el registro y el montaje. Sus emplazamientos de cámara consiguen claridad y a menudo son sorprendentes; el armado en la sala de edición termina por dar fluidez, fuerza. En ésta, la primera entrega protagonizada por las máquinas implacables del futuro, la apuesta es rica en persecuciones y confrontaciones; es provechosa para multiplicar la emoción y para involucrar al espectador. Como buena película de ciencia ficción, la pregunta sobre qué nos hace humanos es más con respecto al presente que al futuro. 

The Matrix(1999-2003)Hermanas Wachowski

El miedo del ser humano a quedar dominado por su creaciones, en particular por máquinas inteligentes, es una constante de la ciencia ficción. Y si las máquinas pueden reconfigurar la realidad, el panorama es pavoroso. De ello dan cuenta las hermanas Wachowski en la trilogía de Matrix. Desde el primer rollo, el tándem desafió las leyes de la física y sorprendió con el espectacular y novedoso uso de los efectos especiales… y puso a pensar a miles de fans que siguen debatiendo y rindiéndoles culto.

 

Batman: El caballero de la noche (The Dark Knight, 2008) Christopher Nolan

Para el atribulado Bruce Wayne, el disfraz de Batman no sólo ofrece la posibilidad de hacer justicia: también permite combatir el estrés… y el aburrimiento. En El caballero de la noche, segunda entrega de Christopher Nolan sobre el hombre murciélago, los obstáculos se multiplican y alcanzan alturas demenciales: enfrentar al Guasón supone caer en la irracionalidad pura. Nolan es cuidadoso con el registro y el montaje de la acción y aplica estrategias novedosas que redundan en verosimilitud y mucha, mucha, emoción.

 

La caída del halcón negro (Black Hawk Down, 2001), Ridley Scott

Desde su opera prima, Los duelistas (1977), Ridley Scott no sólo ha tenido el talento de dosificar la acción, sino de registrarla con una claridad y una elegancia plausibles. En La caída del halcón negro nos instala en el vértigo de la guerra en Somalia. El acompañamiento a los personajes es epidérmico y uno sale de la proyección bastante maltratado, esperando un bombazo en cualquier momento. No es para menos: toda cinta bélica que se respete hará imposible comer palomitas y salir indemne de ella. 

Mad Max: Furia en el camino (Mad Max: Fury Road, 2015), George Miller

En las tres primeras entregas de Mad Max, estrenadas en los años ochenta, el australiano George Miller sorprendió por su manejo de la violencia y la acción. Se convirtieron en un hito. No obstante, envejecieron con celeridad por la puesta en escena y algunos efectos ópticos y sonoros. Pero en 2015, con Furia en el camino, el frenesí volvió y la saga vivió algo más que una puesta al día. Pero ésta no alcanza para estremecer al espectador, porque el apocalipsis que esboza estresa a pocos y preocupa a muy pocos.

 

Para saber más

:: The Matrix detrás de cámaras.

:: Escenas acción de Black Hawk Down.

:: David Bordwell sobre películas de acción.

:: Mejores películas de acción 2000-2019 de acuerdo con IMDB.

:: Las cien mejores películas de acción según Rotten Tomatoes.

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

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