Arquitectura religiosa: ¿en dónde está Dios?
Adolfo Peña Iguarán – Edición 438
Los arquitectos modernos han interpretado subjetivamente el espacio para el culto, en lo que parece más una exposición personal de la libertad expresiva que de la función del edificio en sí.
Anteriormente, la arquitectura de culto o religiosa era uno de los protagonistas principales en el desarrollo de las ciudades occidentales. Tradicionalmente, la presencia de la catedral, la del palacio de gobierno y la de la plaza pública constituyen centralidades representativas de la vida social, y estructuran el espacio urbano generando una traza urbana distintiva a través de una estrecha relación entre centralidad y recorridos que permite la percepción de una imagen urbana clara y fácilmente reconocible, tanto en sus aspectos espaciales como en los simbólicos.
Pero la mayor transformación de la ciudad sucede con la Revolución Industrial. Esto impactó en el crecimiento desmedido y detonó la secularización de la ciudad. La arquitectura religiosa no tuvo más ese papel relevante y ordenador.
Quizás el ejemplo que cambió el rumbo de las nuevas obras de arquitectura religiosa y de culto fue la Capilla Ronchamp, de Le Corbusier. Iniciando desde cero, apreciando la naturaleza del lugar así como sus fuerzas telúricas, remontándose a la antigüedad y creando así un espacio vinculado con lo más esencial de todas las religiones.
En el campo de la arquitectura se ha pasado de la liturgia a la plástica. La contraparte mexicana podría ser la Capilla en Tlalpan, en la ciudad de México, de Luis Barragán. La planta es irregular y asimétrica, construida con apego a la liturgia católica, conserva la tradición, pero es contemporánea y atemporal. Arquitectura que hace reflexionar sobre el pensamiento contemporáneo, Dios y la arquitectura actual.
Los arquitectos modernos han interpretado subjetivamente el espacio para el culto, en lo que parece más una exposición personal de la libertad expresiva que de la función del edificio en sí.
Capilla del Hermano Klaus, de Peter Zumthor
Esta capilla, dedicada al santo Niklaus von Flüe, llamado Hermano Klaus, santo patrón de Suiza, fue donada por el granjero Hermann-Josef Scheidtweiler y su esposa Trudel, y construida por los agricultores locales en el linde de su campo. Zumthor utilizó una técnica llamada “embestido concreto”, en la que los agricultores vertieron una capa de hormigón sobre un tipi de madera todos los días durante 24 días, dejando una textura similar a la de tierra apisonada. A continuación, la madera fue quemada por los mineros, utilizando el mismo proceso de la fabricación de carbón, con lo que el interior quedó carbonizado. El proceso es, para Zumthor, un ritual, una procesión.
La Ruta del Peregrino
La idea es que, mediante pabellones, observatorios y albergues, se mejore la infraestructura de la ruta de la peregrinación que se celebra todos los años en Semana Santa para ver a la Virgen de Talpa. Desarrollado en 2008, por iniciativa del Gobierno del Estado de Jalisco, fue un proyecto muy criticado debido a que con dinero de los contribuyentes se gastaron 90 millones de pesos para su realización, lo que puede suponer un atentado al Estado laico. Aunque tiene muy poca difusión, bien merece la pena conocerlo y ponerle atención.
La búsqueda obsesiva del orden de Dom Hans Van der Laan
Monje benedictino y arquitecto, Van der Laan era un hombre hecho a sí mismo, en el sentido de que él siguió su propio camino. En la arquitectura buscaba respuestas a preguntas que nadie a su alrededor se hacía. Sospechaba que la arquitectura con significado tenía raíces mucho más profundas que las reglas de estilo a través de las edades. Buscó esas raíces, no en la técnica ni en la ideología, sino en nuestra experiencia de la arquitectura. Ha realizado una arquitectura que busca obsesivamente el orden subyacente en la creación, como reflejo de su Creador. Auténtico minimalismo.
Espacios sagrados en edificios profanos
Un ejemplo interesante y digno para la reflexión. Matilde Cassani, arquitecta y artista, documenta ese tipo de edificios convertidos en nuevas iglesias o lugares de culto en la ciudad de Nueva York y hace una exposición llamada Sacred Spaces in Profane Buildings.
Se trata de un “reciclaje” de la arquitectura. Pareciera que la significación de los edificios religiosos ya no es fundamental para conformar un simbolismo dentro de la ciudad.
Iglesia de Santa María en Marcos de Canavezes, de Álvaro Siza
Siza, en una entrevista, menciona que ha querido proyectar una iglesia en cierto sentido conservadora. Según sus palabras, “la iglesia es conservadora en el sentido de que no excluye la simetría, el pasillo en el eje, la organización longitudinal,el baptisterio en la entrada, etcétera. En esta obra todo está diseñado, todo está controlado hasta el más mínimo detalle: ornamentos litúrgicos, mobiliario, etcétera”.
“Santa María, cuya belleza hermética y violenta es a la vez vernácula y manierista, es testimonio azaroso de la pluralidad y la incertidumbre contemporáneas del arte y lo sagrado”, según Luis Fernández-Galiano.
Aquí, una entrevista con Álvaro Siza.