Abogado y doctor en Educación, cuenta con una amplia trayectoria en la investigación, la defensa y la promoción de los derechos humanos. Es el nuevo Rector de la Universidad Jesuita de Guadalajara desde el 2 de octubre
Los derechos humanos, tanto en el área de la Educación como en la del Derecho, son el eje desde el que Luis Arriaga Valenzuela, SJ, ha orientado su trayectoria académica y profesional. El pasado 2 de octubre, el también sacerdote jesuita asumió el cargo de Rector del ITESO por un periodo de cuatro años, según se asienta en el nombramiento emitido por la Junta de Gobierno de la Universidad, fechado el 12 de julio de 2018.
Luis Arriaga (Tijuana, 1970) ya conocía las aulas del ITESO: entre 2000 y 2002 fue fundador y coordinador del Diplomado en Derechos Humanos. Además, es egresado de la Maestría en Filosofía Social (2000-2003). En la Ibero Ciudad de México impartió las asignaturas de Deontología Jurídica y Derechos Humanos en los grados de licenciatura y maestría.
Después de egresar de la licenciatura en Derecho de la Ibero Ciudad de México, su carrera como defensor comenzó en 1994 en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), donde desarrolló estrategias para la defensa integral de casos, elaboró manuales y realizó publicaciones acerca del litigio de derechos humanos, además de llevar casos y documentar diversas violaciones a derechos humanos. Más tarde fue coordinador del Área de Derechos Humanos del Centro de Derechos Indígenas, en Chiapas (1999-2000).
Arriaga Valenzuela regresó al Centro Prodh como director en 2006, luego de haber trabajado con la Asociación de Migrantes y Refugiados Ignacio de Loyola, en Chiapas, además de con el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), en Guadalajara. Durante su gestión en el Centro Prodh se atendieron alrededor de mil 150 casos, algunos de los cuales llegaron a instancias internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Entre los casos más emblemáticos se cuenta el de Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, mujeres otomíes que permanecieron más de tres años en prisión acusadas falsamente de secuestrar a unos policías en 2006. “La reproducción de la discriminación fue patente en este caso: en un entorno donde el secuestro queda frecuentemente impune —aun cuando lacera a miles de familias—, la justicia mexicana priorizó acusar por la comisión de este crimen a tres mujeres inocentes sin pruebas bastantes para ello, por razones espurias. Aunque fueron liberadas en 2009 gracias a la intervención del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), es hasta este 2017 cuando las tres mujeres serán reparadas y se reconocerá el ilegal actuar del sistema de justicia. Los responsables de estos hechos, empero, continúan impunes”, escribió Luis Arriaga en su artículo “Cerrar la brecha: alternativas para revertir la crisis de impunidad”, publicado en IBERO, Revista de la Universidad Iberoamericana.
El jesuita añade que es “necesario cerrar la brecha entre el marco constitucional mexicano y la realidad del país. Es tiempo de construir en México un verdadero Estado de derecho. Esta tarea pendiente es —en el presente— una de las principales que deberán sacar adelante las actuales generaciones. Sólo así la impunidad, esa ‘anestesia cívica’ según la calificara Carlos Monsiváis, será la excepción y no la regla”. Luis Arriaga señala que, para revertir las violaciones de los derechos humanos, las personas deben conocer sus derechos, y que “la educación es una herramienta importante, no sólo para prevenir las violaciones de los derechos humanos, sino que también es invaluable para la transformación social”.
Durante su gestión (2006 a 2011), el Centro Prodh recibió diversos reconocimientos, como la Medalla Emilio Krieger 2010, el Hermila Galindo 2010, el Premio Francés de los Derechos Humanos, reconocimiento especial, y el Premio Rey de España en 2006 y 2007.
Fue columnista de El Universal (2006-2011), donde abordó temas como vivienda, pobreza, la negligencia del gobierno en el caso de los 65 mineros muertos en Pasta de Conchos, la protección a defensores de derechos humanos, la violencia contra las mujeres —el caso Atenco— y los pueblos indígenas, entre otros. Es un prolífico autor y colaborador de diversos artículos en revistas y publicaciones colectivas, entre ellos: “The Experience of Center Prodh in Mexico” (en Darder, Antonia. Reinventing Paulo Freire. A Pedagogy of Love, Routledge, Nueva York, 2017), así como “¿Liberadas del temor? La tortura sexual contra las mujeres en México” —en IBERO, Revista de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, agosto-septiembre de 2015—. Su tesis doctoral, “Contributions of the Jesuits to Human Rights in Mexico: A Case Study of Center Miguel Agustin Pro Juarez” (2016), está próxima a publicarse.
Luis Arriaga también ha colaborado en Análisis Plural, publicación del Departamento de Formación Humana del ITESO. En el texto titulado “Notas sobre la coyuntura nacional: una mirada desde los derechos humanos” (primer semestre 2009), afirma que la defensa concreta de los derechos es estratégica para la construcción de un México justo, y aborda el tema de la seguridad desde su bastión. “Considerar la seguridad desde la perspectiva de los derechos humanos permitiría responder y exigir respuestas para todas las formas de violencia que amenazan a las personas. La seguridad es el derecho de todos a vivir con dignidad y sin amenazar el disfrute de sus más esenciales derechos. Esto no remite sólo a la seguridad pública, sino al derecho a la seguridad humana; supone la reducción efectiva de los índices de criminalidad, pero también de la pobreza, de la degradación medioambiental, de la agresión intrafamiliar, de los delitos de cuello blanco, de la corrupción gubernamental, los abusos policiales y militares o los cacicazgos rurales”.
La formación del Rector del ITESO también incluye un doctorado en Educación para la Justicia Social (2016) por la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, California, así como un posdoctorado en el Centro de Derechos Humanos de Stanford, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California (2016-2018). Allí ha sido investigador en el Centro de Derechos Humanos.
Siendo profesor en la Universidad de Santa Clara, California, asistió a estudiantes en la preparación de casos de derechos humanos ante organismos tales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
También ha sido miembro jesuita en la Facultad de Derecho de la Universidad Loyola, en Los Ángeles, California; profesor en el Departamento de Derecho de la Ibero Ciudad de México y coordinador y profesor de la asignatura en Derecho Laboral y Derechos Humanos en el ITESO.
Es conferenciante y ha participado en diversos foros y escrito sobre derechos humanos, procuración de justicia y la contribución de los jesuitas en América Latina.
Luis Arriaga participó también en las áreas de Pastoral Universitaria en distintas instituciones de educación superior, como la Universidad de Santa Clara, California, y la Universidad Loyola Marymount de Los Ángeles, California.