La Clínica Jurídica Binacional abrió sus puertas
Édgar Velasco – Edición 508

El ITESO y la Loyola Marymount University echaron a andar un proyecto que tiene por objetivo ofrecer asesoría jurídica y acompañamiento psicológico a personas en situación de movilidad humana
Cada año, miles de mariposas Monarca viajan desde el sur de Canadá y el norte de Estados Unidos para llegar hasta el centro de México. Vuelan a lo largo de casi 5 mil kilómetros y nada las detiene: ni siquiera las fronteras. Las alas naranja y negro sirven para ilustrar el trabajo que va a realizar la Clínica Jurídica Binacional, iniciativa a cargo del ITESO y la Loyola Marymount University en Los Ángeles, California: “Como las mariposas, cruzamos fronteras”, dijo a cuadro Marissa Montes para cerrar el video que fue proyectado durante la presentación oficial del proyecto, actividad con la que la clínica comenzó sus labores.
El ITESO y la Loyola Marymount University tienen en común que ambas son instituciones confiadas a la Compañía de Jesús. Ahora, además, comparten un proyecto de incidencia binacional que busca construir un entorno más justo y solidario para las personas en situación de movilidad humana, ya sea que se encuentren en un proceso migratorio, de deportación, de retorno o buscando asilo o refugio. Durante la presentación de la clínica, Brietta Clark, decana de la Facultad de Derecho de la Loyola Marymount University, reconoció la visión, el liderazgo y la determinación de Marissa Montes, fundadora y directora de la clínica que opera la universidad estadounidense e impulsora de la clínica binacional. “La Universidad Loyola y el iteso han colaborado siete años ofreciendo servicios para migrantes y hoy se formaliza el compromiso”, dijo Clark, y añadió que ambas instituciones tienen en común “la búsqueda de la excelencia académica, el compromiso y la creatividad para enfrentar los retos y ayudar a las personas más vulnerables”.
Brietta Clark dijo que tanto la clínica de Los Ángeles como la de Guadalajara, que tiene como sede la Casa ITESO Madero, buscan incidir en tres dimensiones: primero, ofrecer apoyo directo a migrantes, deportados y refugiados; segundo, el diseño de políticas que permitan avanzar hacia un sistema más justo para propiciar una movilidad humana con dignidad y, tercero, cultivar generaciones de líderes comprometidos con la dignidad y los derechos humanos.
Alexander Zatyrka, SJ, rector del ITESO, dijo que el proyecto de la clínica jurídica en migración “nace del interés por ampliar la colaboración entre dos universidades confiadas a la Compañía de Jesús y en la búsqueda de una transformación positiva de la sociedad”. Mencionó que la clínica ofrecerá acompañamiento y servicios de representación legal a la población en situación de movilidad humana en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Zatyrka Pacheco también se refirió a la doble función de las clínicas jurídicas: la primera, brindando atención a personas en situación de movilidad; la segunda, instituyéndose como un espacio de formación, en el caso del ITESO, para estudiantes de Derecho, Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas. Para concluir su intervención, reiteró el agradecimiento por los trabajos para “volver realidad una iniciativa que busca ofrecer no sólo asesoría legal, sino también un lugar donde las personas encuentren hospitalidad, consuelo y esperanza”.

“La comunidad define las metas”
Como parte de las actividades para enmarcar el inicio de operaciones de la Clínica Jurídica Binacional se realizó una charla en la que participaron ITESO González Arias, profesora del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Desoj) del ITESO; Karina Arias, del Programa de Asuntos Migratorios (Prami) del Centro Universitario de Incidencia Social (Coincide); y Marissa Montes, académica y directora fundadora de la Clínica Jurídica de la Loyola Marymount University.
Alejandra Guillén, también académica de Coincide, fue la encargada de moderar el diálogo y comenzó preguntando a las participantes por el contexto en el que nace el proyecto binacional. Marissa Montes dijo que “estamos enfrentando algo histórico que a todos nos da miedo. No se sigue la ley pero no sólo contra los migrantes, sino también contra los ciudadanos estadounidenses”.
Por su parte, Karina Arias señaló que se trata de “un contexto siempre variante, muchas veces adverso, frustrante, pero también gratificante de saber que estamos poniendo una semilla para ofrecer un oasis en el trayecto de las personas. Se trata de un contexto en el que todos debemos adaptarnos a las necesidades de las personas y de las organizaciones para trabajar de manera conjunta, aportar y construir algo más hospitalario para las y los migrantes”.
Marissa Montes recordó cómo en 2012, recién egresada, fundó la clínica jurídica de la Loyola Marymount University donde desde un principio “lo que hicimos fue trabajar con la comunidad, ella define las metas”. Esto, añadió, habría de marcar la pauta para el modelo de trabajo puesto en marcha y que habrá de replicarse en Guadalajara: trabajar en función de las necesidades de las personas.