En Guadalajara hay una opción para moverse en bicicleta sin necesidad de ser dueño de una. Se trata de Bikla, un sistema de préstamo de bicis que lo puede sacar de un apuro, es un auxiliador en trayectos cortos y un motivo para subirse a la cicla. Este proyecto de los jóvenes tapatíos José Bru, Rodrigo Vázquez y Mario Delgado, pretende modificar los hábitos de transporte y reducir los traslados en automóvil en la ciudad.

Imagine que tiene que ir al centro de Guadalajara, el tráfico promete embotellamientos y estacionamientos saturados, pero… qué tal si usted se va en auto y lo estaciona en alguna de las 20 estaciones, cercanas al centro, donde Bikla tiene bicis para rentar. Toma una y pedalea hasta otro módulo cercano a su destino donde la puede entregar. Ahorraría tiempo y dinero (3 pesos la primera media hora de uso la bici).

Bikla tiene sus antecedentes en ciudades como Barcelona en España, o París en Francia, donde es posible que usted llegue a una de las estaciones repartidas por la ciudad y rente una bicicleta por una módica cantidad, la cual se descuenta de su tarjeta prepagada. Este tipo de sistemas de préstamo públicos convergen en un mismo objetivo: ofrecer una alternativa de transporte. Los beneficios son evidentes: incentivan la bici como un vehículo, aminora los tiempos de traslado en comparación con otros vehículos, reduce las emisiones contaminantes y fomenta la actividad física.

En Guadalajara comenzó a operar en octubre de 2008 a iniciativa de los dos jóvenes profesionistas, ambos diseñadores industriales. Su proyecto comenzó con el diseño y fabricación de mobiliario urbano, uno de los productos novedosos fue el ciclopuerto. Poco a poco fueron convenciendo a dueños de cafeterías, tiendas de ropa, restaurantes, responsables de museos y edificios gubernamentales de equipar los espacios públicos con estacionamientos para bicicletas, que después se transformaron en estaciones de préstamo de bicis llamadas Bicipública. El servicio era gratuito y podía disponerse de una cicla durante tres horas y debía regresarse a la misma estación de préstamo.

Cinco años después cambiaron su imagen a Bikla, el concepto evolucionó en el servicio. “Creamos una herramienta de consulta para los ciudadanos que consiste en un mapeo interactivo de todos los sitios de la ciudad que cuentan con infraestructura ciclista (estacionamientos para bicis)”.

Al cabo de cinco años de trabajo y un panorama de más de 200  sitios con ciclopuertos instalados nos preguntamos cuál era la mejor forma de aprovechar estas ‘nuevas condiciones de la ciudad’ y decidimos emprender un sistema de bicicletas públicas”, explica Mario Delgado, uno de los fundadores.

Usar una Bikla tiene un costo mínimo (dependiendo de cuánto tiempo se utilice) y se requiere membresía, la cual se puede obtener de manera sencilla. Estos son los pasos.

El usuario debe hacer es registrarse en el sitio www.bikla.net llenando el formulario de registro; es necesario que el usuario cuente con IFE o Pasaporte. Una vez registrado en la web, el usuario debe pasar a recoger su kit de bienvenida (tarjeta recargable, mapas, tarjetas con domicilios y horarios de estaciones) a las oficinas de Bikla ubicadas en la calle Vidrio No. 1875, en la colonia Americana, entre Colonias y Progreso.

La membresía de Bikla tiene un costo de 200 pesos al año y recibes una tarjeta precargada con 100 pesos de tiempo bici.

Para usar una bicicleta: el usuario acude a cualquiera de las más de 20 estaciones, que puede consultar en el sitio web o en su mapa impreso

Solicita una bicicleta mostrando su tarjeta y el operador de la estación le entrega una llave con el número de bicicleta que se le asignó.

Para entregar una bicicleta: el usuario acude a cualquiera de las estaciones, entrega la llave mostrando su tarjeta y recibe la notificación por parte del operador de la estación de que han registrado la devolución de su bicicleta.