Son varios los aspectos que configuran el complejo y bello arte de la ópera: estilos, historias, lenguajes musicales, producciones y montajes, entre otros; pero cuanto tiene que ver con la voz de los cantantes constituye una de las dimensiones más ricas y apasionantes.

Dentro del apasionante mundo de la música clásica, el arte operístico tiene un lugar de privilegio. A lo largo de cuatro siglos, compositores y libretistas de todo tipo crearon un sinnúmero de obras, muchas de las cuales se consolidaron en el gusto de los aficionados a lo largo y ancho del mundo.

Son varios los aspectos que configuran el complejo y bello arte de la ópera: estilos, historias, lenguajes musicales, producciones y montajes, entre otros; pero cuanto tiene que ver con la voz de los cantantes constituye una de las dimensiones más ricas y apasionantes. La ópera no se entiende sin artistas como Enrico Caruso, María Callas, Renata Tebaldi y Luciano Pavarotti, por mencionar sólo a algunos.

Desde hace algunos años, este género musical despertó el interés de la mercadotecnia, lo que produjo fenómenos como el de los Tres Tenores, que ha servido, dicen, para acercar este arte a las masas. Pero mucho más allá de estrategias mediáticas, la ópera forjó su grandeza gracias a hombres y mujeres que sedujeron con su voz a grandes públicos, tanto en los más importantes escenarios del mundo como por medio de la magia del disco. Conozcamos a algunos cantantes cuyos nombres se escriben con letras de oro.

Enrico Caruso: Opera Arias and songs, Milan 1902-1904
Enrico Caruso
(Emi Classics, 2002)

El tenor italiano Enrico Caruso (1873-1921) fue el primer divo de la ópera en el siglo XX. Su técnica vocal fue perfecta, así como el seductor color de su voz y su capacidad actoral. Su repertorio abarcó más de 60 papeles que cantó en los más importantes teatros de ópera del mundo. Fue el primer cantante que aprovechó los incipientes avances de las técnicas de grabación de audio y, gracias a ello, su lejanía en el tiempo no es impedimento para disfrutar su voz inigualable.

Very Best of Franco Corelli
Franco Corelli
(Emi Classics, 2003)

La fama del tenor Franco Corelli (1921-2003) se forjó  en su enorme y admirable capacidad vocal; fue un verdadero superdotado y atleta de la voz. Dominó muy a su manera la técnica del canto, con lo que sedujo a muchos amantes de la ópera con el enorme torrente de su voz, la potencia de sus agudos y su gran musicalidad, cualidades que complementó con su incomparable presencia escénica. Corelli fue el cantante de referencia en la década de los años sesenta en los mejores escenarios del mundo.

Callas Edition. Live in Concert
María Callas
(Emi Classics, 1998)

La historia de la ópera no se puede entender sin una cantante como María Callas (1923-1977), quien forjó su grandeza en los escenarios gracias a un amplio registro vocal que le permitió asumir papeles tanto de mezzo como de soprano. Pero más allá del  inconfundible color de su voz y la amplitud de su tesitura, la Callas desarrolló una inigualable capacidad histriónica, con la que recreó de manera magistral los variados papeles que interpretó a lo largo de su carrera.

Spectacular Voice of Marilyn Horne. Rossini
Marilyn Horne
(London/Decca, 1998)

La mezzosoprano estadunidense Marilyn Horne (1934) triunfó en los más importantes escenarios operísticos del mundo gracias al extraordinario dominio de la técnica del canto, su bello color de voz y su admirable musicalidad, además de la gran capacidad para recrear dramáticamente los personajes que interpretó. En los complejos roles que surgieron de la inspiración del compositor belcantista Gioacchino Rossini, la Horne es referencia obligada.

Very Best of Tito Gobbi
Tito Gobbi
(Emi Classics, 2003)

De origen italiano, el barítono Tito Gobbi (1913-1984) fue especialista en varios de los magistrales papeles que para esa tesitura escribió el compositor Giuseppe Verdi, tales como Rigoletto, Otello, Falstaff y Nabucco, entre otros. En la década de los cincuenta fue uno de los cantantes más cotizados en los mejores teatros operísticos del mundo. Gobbi fue, por añadidura, excelente actor, lo que posiblemente permitiera que el público pasara por alto algunas fallas en su técnica de canto al inicio de su carrera.