El carpooling cada vez toma más fuerza. ¿Le suena extraño el término? Tal vez. Pero no es del todo desconocido: si usted alguna vez le ha dado aventón o ride a alguien, entonces ya lo ha practicado
Paradojas de un embotellamiento: aunque la mayoría de los automotores tiene espacio para cinco personas (o más), van ocupados por una sola: el conductor… aunque muchos vayan al mismo destino, o al menos por el mismo rumbo. Entre las iniciativas para contrarrestar la sobrecarga vehicular de las grandes ciudades, como las ciclovías o el transporte público, una de las más novedosas es el carpooling. ¿Le suena extraño el término? Tal vez. Pero no es del todo desconocido: si usted alguna vez le ha dado aventón o ride a alguien, entonces ya ha practicado el carpooling.
Basta una búsqueda en Google para constatar que esta propuesta está tomando fuerza. Muchas organizaciones en Chile, Uruguay, Colombia, Costa Rica y España —la lista es mucho más larga— ofertan a empresas, universidades y parques tecnológicos el servicio de elaboraciones de redes en línea. En España, por ejemplo, el sitio Compartir Coche elabora rutas que incluso contemplan el traslado entre ciudades (un viaje, digamos, de Barcelona a Madrid). Para darse una idea del alcance del sitio, es posible leer sus contenidos en catalán, euskera, gallego, inglés, francés, alemán, italiano y portugués.
El argumento de esta iniciativa es simple: si cinco personas viven por el mismo rumbo y trabajan en la misma empresa, entonces pueden irse juntas al trabajo. Así, además de disminuir las emisiones contaminantes, se propicia la convivencia entre personas, lo que repercutiría en un mejor ambiente laboral y en mayor productividad. Todo gracias a un aventón.
Menos carros y más aventones
En México, universidades y empresas están buscando la manera de incentivar a su personal para que se una a la sana práctica del ride. El sitio Aventones.com ofrece asesoría a las empresas para que sus empleados puedan generar redes de aventones en círculos de confianza. Conforme a la premisa “Menos tráfico. Menos emisiones. Mejores ciudades”, el portal brinda una plataforma en línea en donde los usuarios comparten sus rutas, de modo que otros puedan conocerlas y se ofrezcan para brindar el servicio de aventón. Una especie de red social para compartir el auto.
En Guadalajara, el ITESO es una de las instituciones que fomentan la práctica del carpooling. La dinámica es la misma: los usuarios se dan de alta en una página web, en la que registran sus datos personales —para garantizar la seguridad de los usuarios—, entran a una base de datos y tramitan un tarjetón en el que escriben su destino más recurrente. Después, lo único que hay que hacer es esperar en el lugar indicado, levantar el pulgar y esperar el aventón. O abrir la puerta del automóvil para ofrecer los asientos a los que van por el mismo rumbo. m
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