“Somos una especie de audioterroristas”

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“Somos una especie de audioterroristas”

– Edición 410

Bostich + Fussible, una combinación de Tijuana que sigue reinventando la música electrónica de México, con un sabor de frontera. Una entrevista sobre cómo llegaron a ser lo que son.

Cualquiera pensaría que los creadores del sonido Nortec, uno de los engendros más vanguardistas surgidos recientemente en nuestro país, son músicos con una sed inagotable por el futuro y la novedad. Lo interesante es que Pepe Mogt (Fussible) y Ramón Amezcua (Bostich) no sólo se obsesionan con las nuevas tecnologías sino que también indagan en el pasado, en la música que han escuchado a lo largo de su vida. Sólo así puede entenderse la síntesis sonora que nos han legado. En la siguiente conversación, Bostich y Fussible reflexionan sobre todo aquello que ha influido en su música, de forma directa o indirecta, y nos ofrecen un retrato del momento musical que vivimos.

Las diferencias físicas entre este par de músicos son evidentes: Mogt es alto y su cabeza está cubierta por una melena frondosa y desordenada; Amezcua es bajo de estatura y carece de cabello. Pero el contraste más acentuado es la cerebral y mesurada precisión oral de Amezcua con la desbordada elocuencia de Mogt. Eso sí, cuando suben al escenario, la efectividad de su música hace pensar que poco importa quién sea uno u otro.

Al ser el sonido Nortec tan específico, ¿qué tan complicado es incorporar los otros estilos musicales que también han marcado su gusto?

MOGT: Nosotros crecimos escuchando a grupos como Cabaret Voltaire, o poperos como Depeche Mode o New Order. Cuando escuchas temas del Tijuana Sound Machine, como “Brown Bike”, te das cuenta de que tiene sonido norteño pero también suena a un grupo de rock de los sesenta. Todas las influencias de los grupos que nos gustan podemos aplicarlas a la música norteña, porque podemos deconstruirlas y transformarlas. Mientras hacíamos Tijuana Sound Machine, Ramón me decía que quería ser un Giorgo Moroder norteño. Él tomó un bajo norteño, lo deconstruyó, y yo le comenté que utilizara un vocoder (sintetizador de voz), sin importar que fuera el típico de Moroder. Ramón lo incorporó en ese tema que se convirtió en algo que incluso en la época de esa música hubiese encajado bien. Ahora ya estamos hablando de diez años de Nortec y seguimos tocando “Polaris”. Nuestros temas se han vuelto atemporales, no los puedes encasillar en un tiempo.

Lo suyo es algo no muy común: la electrónica que hacían en los noventa los llevó a la música norteña tradicional.

MOGT: Antes de Nortec no nos gustaba la música norteña ni la tambora. Al vivir en Tijuana estás expuesto a esta música, pero nosotros la desconocíamos y la descubrimos con Nortec. Cuando empezamos a hacer las primeras mezclas de estos sonidos con electrónica, no lo visualizamos como algo a futuro. Al principio sólo se había pensado en un recopilatorio. Allí iba a parar todo y cada quien iba a seguir con su rollo. Se pensaba hacer una fusión y no nada más utilizar un ritmo de techno, y a eso ponerle encima una cumbia o una tambora. Nuestra idea era que se deconstruyera el sonido norteño y se fusionara con la música electrónica; que se identificara el norteño pero que no supieras si caía dentro del techno o del house, que pudiera sonar a muchos estilos. Eso es Nortec.

Y esta deconstrucción de lo norteño, ¿cómo se percibe entre los puristas de ese género?

MOGT: Un norteño va a pensar que lo nuestro no es norteño. Nosotros ni siquiera seguimos las reglas de lo norteño. Pero eso es lo que hace atemporal nuestra música. En la electrónica puede utilizarse house o techno o electro, y con lo norteño logramos texturas que son raras en la música electrónica.

Y ese tipo de experimentación sonora es lo que hace a Nortec diferente de otros proyectos. Gotan Project o Bajofondo, por ejemplo, son un poquito más conservadores, y no quiero decir con eso que son menos o más, simplemente nosotros somos una especie de audioterroristas.

Evolución Nortec
El colectivo Nortec surge a finales de los noventa de manera espontánea. Sus primeros asociados fueron los proyectos de Tijuana: Fussible (Pepe Mogt), Panóptica (Roberto Mendoza) —estos dos habían hecho música en Artefakto, proyecto pionero de la electrónica mexicana—, Bostich (Ramón Amezcua), Hiperboreal (Pedro Beas), Clorofila (Jorge Verdin y Fritz Torres), así como los de Ensenada: Terrestre (Fernando Corona) y Plankton Man (Nacho Chávez). Estos son los que aparecen en el recopilatorio The Tijuana Sessions Vol. 1 (Palm Pictures, 2001). Los primeros en desertar fueron Terrestre y Plankton Man. Debido a problemas contractuales, Nortec demora varios años en editar su segundo recopilatorio, al que llamaron The Tijuana Sessions Vol. 3 (Nacional Records, 2005). Su trabajo más reciente es Bostich + Fussible / Tijuana Sound Machine (Nacional Records, 2008), disco que significó otra ruptura en el colectivo. En esta ocasión Panóptica salió del grupo.


Estuve en sus estudios en Tijuana y me llamó la atención la cantidad de teclados que han acumulado desde los años de Artefakto. ¿Hasta dónde las nuevas tecnologías han hecho que estos teclados se vuelvan obsoletos?

AMEZCUA: Obsoletos no, porque realmente el sonido del sintetizador es la raíz de la música electrónica. Y los seguimos usando, los sintetizadores modulares y las cajas de ritmo.

MOGT: Los sintetizadores todavía los conservamos. De hecho, mucha gente nos dice que los tenemos nada más porque somos coleccionistas. Pero no, es como una guitarra. Yo no soy guitarrista, pero quien lo es, habla de una Les Paul de tal año. E incluso, quien tiene una cierta guitarra, con el tiempo adquiere su sonidito y eso le da una personalidad muy propia. En nuestro caso, un sintetizador antiguo se va desgastando y genera ciertos errores que se vuelven parte de tu sonido. A veces hay algo desafinado o disonante, o tiene un filtro ruidoso y eso es lo que le da un sonido particular. Ramón y yo tenemos sintetizadores viejitos y casi siempre, cuando él hace música, yo sé de qué sintetizador la está sacando y sé que uno virtual no le va a dar ese sonido. También somos amantes de las nuevas tecnologías e incorporamos otras cosas, como el Tenorion y los cubos que utilizan cuestiones inalámbricas y posicionamiento de objetos en un espacio virtual. Ahora puedes controlar sintetizadores de los años sesenta y setenta, con tecnologías de hoy, que tienen en el mercado un par de meses.

El consumo de la música nos ha desbordado. En otro momento uno podía estar al día, saber cuál era la banda de moda o el disco del mes. Eso se acabó. ¿Cómo consumen música para estar al día?

AMEZCUA: Una de las cosas que más nos ha ayudado es ir a festivales en los que encuentras grupos de todo el mundo. Eso nos retroalimenta. También somos acérrimos seguidores de la música antigua, y los discos que tenemos de los setenta, ochenta, los seguimos escuchando. Ciertos elementos de esa música nos sirven para la producción de nuevas canciones. Es tomar lo nuevo, pero también seguir escuchando la música con la que creciste.

MOGT: Con los nuevos medios de comunicación, que son accesibles para todo mundo —YouTube, MySpace, Solaris—, de repente uno piensa: ¿qué es lo actual? En estos últimos años he estado viviendo ese tipo de sensación, incluso a mi edad. Ahora me meto a YouTube y puedo ver un video de Neu! que jamás había visto. Ahora puedes encontrarte con Can en vivo, cosas de Kraftwerk, y eso, para mí, es estar al día. Y los jóvenes hacen lo mismo, pueden estar oyendo a Can y también el nuevo de Radiohead. Escuchan Gary Numan y Hot Chip. ¡Hay treinta años de distancia entre uno y otro!

AMEZCUA: Y es que incluso me parecen similares muchos discos nuevos y viejos. Escucha el nuevo de LCD Soundsystem y parece un disco de inicios de los ochenta; está hecho con los mismos aparatos y tiene una misma forma musical. La música es muy atemporal y lo más nuevo toma elementos de lo antiguo. Y, a su vez, eso también me preocupa porque, ¿cómo está evolucionando la música?, ¿qué cosas nuevas hay? Quizás hay cosas interesantes y nuevas en el festival Mutek. Allí hay gente que hace música experimental; pero también muchos grupos nuevos reciclan la música de otras décadas.

Las nuevas tecnologías permiten que muchas personas se apropien de música sin pagar por ella. Y, sin embargo, ya hay músicos que optan hasta por regalar su música vía internet ¿Qué opinan al respecto?

AMEZCUA: Es una forma de difusión. La música compartida o que se baja gratis, de alguna manera viene a ayudar a muchos grupos. Ya hay discos que vienen gratuitos, el nuevo de Nine Inch Nails. ¿Por qué? Porque el mercado, o la manera de ganar dinero por medio de la música, ya no está en los discos sino en los conciertos, los comerciales, el marketing de otras cosas.

MOGT: Estamos en la época del single. Nosotros venimos de la cultura de comprar el álbum, cuando el tiempo que hacías en camión de la tienda a tu casa se te hacía una eternidad. Ahora estás bajando la canción y la eternidad sucede mientras ves cómo se descarga. Todo se ha vuelto más rápido. Y las nuevas generaciones se están convirtiendo en un iPod. Tienes una librería de 300 grupos y ya no te interesa el álbum.

AMEZCUA: Hacemos lo mismo que en el pasado pero con más velocidad. Antes grabábamos las canciones de la radio en casete y hacíamos un set a nuestro gusto. Ahora no falta mucho para que la radio llegue a los celulares, y entonces ya no vas a utilizar los archivos MP3, el iPod donde tienes que almacenar tu música. Porque ésta te va a llegar por medio de la radio y tú vas a poder ordenar tu playlist a gusto y así vas a escuchar la música que quieras.

Ése es el futuro de la música.

¿Hay todavía un futuro para la música electrónica? Es decir, ¿ha llegado la tecnología a su tope?

AMEZCUA: La música electrónica ha retomado sus raíces: los sintetizadores modulares siguen vigentes y con más fuerza que nunca. El circuit bend es retomar instrumentos viejos como las cajas de ritmos, juguetes del pasado y modificarlos, como Speaker Spin, el traductor de Mattel, alterar sus circuitos y poner ciertos controladores para modificar la voz y convertirlos en instrumentos serios. Incorporar nuevas tecnologías como el Tenorion, el Monome.

MOGT: Hay mucho futuro para la música electrónica. Siempre habrá nuevas formas para crecer en lo musical. Llegarán nuevas tecnologías y éstas te llevarán a un desarrollo.

AMEZCUA: La música está ligada a la ciencia ficción, las cosas que pensábamos que nunca iban a llegar, ya las estamos viendo. Hace veinte años leí un artículo de Brian Eno que hablaba de la música del futuro, de que podrías hacer tu música de forma random y ya lo estamos viendo.

MOGT: Hay un software que permite que puedas fragmentar alguna pieza, como “Autobahn” de Kraftwerk; separar cada instrumento y cambiar las notas. Eso era inimaginable hace cinco años.

¿Qué sigue para el colectivo Nortec?

MOGT: Estamos armando un show muy distinto. Acabamos con el formato de laptop y visuales. Desarmamos varios de nuestros sintetizadores antiguos y los estamos incorporando a una máquina gigante, formando un gran sintetizador, como si fuera un módulo de la NASA. Ya no tendremos mesa, estaremos Ramón y yo enfrente controlando todas las máquinas con los cubos y los Tenorion. Y los músicos también están conectados: un clarinete electrónico que va a controlar también la máquina. El acordeón es MIDI. Los visuales ya están conectados con su propia interfase para responder a la máquina. El show va a ser más visual. Va a haber un arpa láser como la de Jarré en los ochenta. El nuevo formato es Bostich y Fussible y el Tijuana Sound Machine. m.


Tres discos de reciente aparición que recomienda Nortec


Ramón Amezcua

:Around The World, Sr. Coconut
:State of The Ark, The Ark
:Sound of Silver, LCD Soundsystem

Pepe Mogt
:Supreme Balloon, Matmos
:Made in The Dark, Hot Chip
:Years of Refusal, Morrisey (“Ya nos pidió que lo remezcláramos y suena así, casi, casi a The Smiths”)

MAGIS, año LX, No. 502, noviembre-diciembre 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de noviembre de 2024.

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