El proyecto de bachillerato cumplió un año en operaciones y la evaluación ha sido favorable. Ahora, tras la pandemia, el objetivo es acercarse a sectores vulnerables para seguir trabajando

En un mundo en donde la información está a la mano desde cualquier dispositivo, es deber de las escuelas capacitar a las y los profesores para que generen espacios de acompañamiento y de construcción del conocimiento. Ésta es una de las tareas prioritarias en Prepa ITESO, que en agosto pasado cumplió un año de operaciones.

Carlos Araujo de la Torre, director del bachillerato, explica que en esta época el estudiantado tiene acceso a mayor cantidad de información de la que se les puede ofrecer en el aula. “Hay datos que nosotros mismos, como formadores, no tenemos. Por eso, más que el acceso al conocimiento, lo que se necesita es aprender a discernir, a tomar decisiones, a poder distinguir entre lo que es verdad y lo que no. Ésta seguirá siendo la tarea de una prepa como la nuestra. Hay que aprender a discernir entre lo que nos humaniza, nos construye, nos hace crecer, y lo que no. En eso nos toca acompañar a los más jóvenes”.

Prepa ITESO abrió sus puertas en agosto de 2021 con 192 alumnos. Para 2022 se contó con 218 jóvenes de primer ingreso, sumando una plantilla de poco más de 400 estudiantes. Araujo cuenta que las primeras clases fueron en modalidad híbrida, con aulas a media capacidad. Afortunadamente, dice, en el ITESO se contaba con la tecnología necesaria para que los cursos pudieran impartirse a distancia. “Estábamos con mucha incertidumbre, pero también con mucha esperanza de plantear algo constructivo. Un espacio de crecimiento en medio de un mundo bastante confundido y con incertidumbre”, recuerda.

Desde su concepción, la apuesta de esta escuela está en la promoción de proyectos académicos innovadores, vinculados con el entorno, colaborativos e interdisciplinarios. “Por ejemplo, el primer año, el primer semestre, todos los proyectos estuvieron enfocados en la problemática del agua. Era pensar interdisciplinariamente sobre un problema para hacer una propuesta de solución en colectivo”, relata Carlos Araujo, y añade que “con todo y las complejidades del contexto, se pudo lograr. Los alumnos construyeron robots y prototipos para limpiar residuos sólidos del agua. En las materias de Formación Ignaciana y Ética hubo debates y ensayos acerca del problema del agua y la construcción de la propia identidad de la comunidad”.

Al hacer una evaluación del primer año de operaciones, el director de Prepa ITESO afirma que se ha cumplido con los objetivos. Incluso, dice, la aceptación que tuvo el bachillerato fue superada.

“Queríamos ofrecer este proyecto a muchos jóvenes. Se acercaron a nosotros muchos más de los que esperábamos y, en ese sentido, se superaron nuestras expectativas. Con la pandemia no fue fácil acercarnos a distintos sectores donde se vive cierta marginación y vulnerabilidad social, y esperamos que este año eso sea posible”. ·