Sobre 2011: Ocupar las plazas
Maravilloso, Rossanita. Ya era hora de decir juntos lo que nos molesta, seamos obreros o patrones, estudiantes o amas de casa. Me gustó tu expresión de “Aprendizaje Acelerado”. Dicen que “cuando las barbas de tu vecino vieres pelar, eches las tuyas a remojar”. Así que deberíamos ya tener en la universidad cursos de prevención para los futuros ejecutivos de bancos y comercios, además de gobiernos. Porque se ha mostrado la punta del iceberg, pero hay muchas desilusiones que no se analizan, como por ejemplo el hecho de que los bancos no te compensan la pérdida de poder adquisitivo para que ahorres, que los publicistas anuncian muchas cosas que no son ciertas, los políticos gastan en anuncios de lo que es su deber llevar a cabo, en muchos templos no hay palabras de vida eterna.
Los indignados particulares simplemente dejan de ir al templo, o a determinada tienda, pero lo positivo sería que los ejecutivos modifiquen sus viejas prácticas, para que todos ganemos.
Benjamín Jáuregui
¿Y qué ha sucedido con el “Yo anularé mi voto”? Sigo viendo una apatía enorme en mis conciudadanos mexicanos por el civismo, la legalidad y el ser honestos. Así ni con chochos nuestra sociedad mexicana va a cambiar. A ver si alguien me puede decir si la cultura priista ha generado esta sociedad o la sociedad ha generado este priismo? ¿Será que la sociedad tiene el gobierno que se merece?
Alfredo Bárcena
Sobre Alma, la señora de la crónica
Muy buen final y bien por la pertinencia del artículo. Ha puesto palabras a un sentimiento al que yo no he podido desde que la guerra en México ha comenzado, me ha hecho llorar, reír. Asertiva y sincera, ligera e intensa, esta mujer inspira y uno desea reconocerse en ella, oler las grandes historias a través de las sutilezas. Es cierto, si es a través de nuestras percepciones que conectamos con la gente, ¿por qué habrían los periodistas de eliminar sus sentires y reacciones personales? Precisamos más que nunca de esas historias para comprender.
Margarita Ellany
Sobre Milagro venezolano
Muchas gracias por este envío. Muy buen proyecto venezolano, pero te recuerdo que en México tenemos la Orquesta Juvenil Azteca, que también tiene lo suyo.
Rocío Pérez Ponce
Es cierto que en nuestro país hay algunos —pocos— buenos ejemplos de proyectos parecidos al venezolano, pero son esfuerzos muy locales y terminan siendo efímeros. El ejemplo de “El Sistema” nos muestra un proyecto de tipo nacional, donde intervienen muchas fuerzas que lo apoyan y que ha logrado ser autogestivo, es decir, que no depende de una sola persona ni de un interés político. Felicidades por la revista.
José García