El portal de internet “Fonteras Educativas” creado por el jefe del Departamento de Educación y Valores del Iteso Miguel Bazdresch tiene como finalidad entrar en contacto con actores educativos con los que de otra manera no tenemos modo de contactar con frecuencia y también para entrar en contacto con el mundo de la educacion.

Se dice que la tecnología es una frontera para la educación, pero para Miguel Bazdresch, jefe del Departamento de Educación y Valores del ITESO, el desarrollo del portal Fronteras Educativas  responde a la necesidad de “entrar en contacto con actores educativos con los que de otra manera no tenemos modo de contactar con frecuencia”.

Miguel Bazdresch, una de las figuras más destacadas del ITESO, trabaja en la universidad desde 1970, un año después de haber egresado de Ingeniería Química. En aquel momento, echó a andar el entonces Departamento de Integración Comunitaria. También ha sido secretario académico en dos ocasiones y jefe de la antes llamada División de Ingeniería.

Uno de los objetivos de Fronteras Educativas es ser la ventana a una comunidad educativa virtual. Bazdresch dice que el sitio “se pensó y diseñó para entrar en comunicación con el mundo de la educación, no sólo con nuestros alumnos, y nuestros cercanos”. Sobre los contenidos del sitio, señala que éste tiene tres grandes apartados; el primero es la revista Sinéctica, que se ha convertido en una publicación electrónica que “busca recuperar todas las virtudes que tenía en su edición impresa”. La segunda parte es la sección temática, que contiene los cuatro ejes que trabaja su departamento: educación y tecnología, gestión del conocimiento, valores y sociedad, y políticas educativas. Y por último, una tercera sección con recursos electrónicos para educadores.

En opinión de Bazdresch, una de las fronteras educativas más importantes es el paradigma de la segmentación: “La realidad, el conocimiento, la tecnología, incluso la pobreza, nos están demandando integrar la información, los problemas con las soluciones, una ciencia con otra, y una tecnología con otra”. Con base en este diagnóstico, se atreve a hacer un pronóstico: “En el futuro ya no va haber clases de materias, va haber proyectos para resolver las situaciones, y sólo en casos muy selectivos vamos a seguir segmentando la información”.

¿Cómo ve al ITESO en su rol
como formador dentro de 50 años?

El ITESO tiene fidelidad a su vocación de universidad que experimenta. Una universidad que prueba cosas nuevas. Me imagino 50 años probando, experimentando cosas que entonces sean retos, paradigmas nuevos. Me imagino, en términos muy radicales, que la universidad tendrá un papel mucho más allá de la formación. La capacidad de modelar los comportamientos sociales mucho más que ahora. Es su contribución de mejora de la sociedad.