Luis Hernández Prieto, SJ. Realizar sueños imposibles
Luis José Guerrero Anaya – Edición 401
La identidad del ITESO tiene que ver, en parte, con la vida de tres hombres que ya no están.Quienes compartieron con ellos momentos trascendentes para la universidad, presentan pinceladas de la vida del padre Scheifler, don Raúl Urrea y el padre Luis Hernández Prieto.
Luis Hernández Prieto, SJ, era capaz de realizar sueños imposibles gracias a la genialidad que da ese tipo de inteligencias que saben vislumbrar realidades antes de que éstas se comprueben o se manifiesten de alguna forma. Cuando estaba en la etapa de formación de los jesuitas que seguía al noviciado, aprendió a tocar varios instrumentos musicales para después enseñar a sus compañeros, que formaron una pequeña orquesta que él mismo dirigía; cuando hizo su doctorado en química en la Universidad de Fordham, terminó su tesis y obtuvo el grado en menos de un año; fundó el ITESO junto con algunos empresarios de buena voluntad, cuando las circunstancias indicaban que ese grupo se embarcaba en una aventura con demasiada incertidumbre; creó el Club Alpino del Instituto de Ciencias, sin recursos, sin apoyo institucional y con sólo un cuadernillo donde anotaba a los que se habían animado a realizar la excursión de turno; diseñó, creó y fortaleció la carrera de Ingeniería Química del mismo ITESO cuando no había dinero ni para los sueldos, mucho menos para equipar laboratorios; todo al mismo tiempo que seguía impartiendo sus clases en el Instituto de Ciencias, el colegio jesuita de la ciudad, y atendiendo las necesidades espirituales de todo aquel que se le acercaba.
La trayectoria de Luis Hernández Prieto deja constancia de que es posible conducirse de forma autónoma, de manera que las intenciones humanas pueden sublimarse en expresiones de entrega desinteresada, búsqueda del bien mayor y generosidad sin límites.
Nació en 1914. Antes de los 15 años se integró a la Compañía de Jesús (1929) y realizó sus estudios profesionales y de posgrado en Estados Unidos. Fue el primer mexicano que obtuvo el grado de doctor en Ingeniería Química, otorgado por la Fordham University. A su regreso a Jalisco, su tierra, fue prefecto de disciplina en el Instituto de Ciencias (IC) y fundó el Club Alpino del propio instituto (CAIC). A él se le atribuye la iniciativa de organizar al comité de recaudación de fondos del IC, formado por padres de familia, empresarios y jesuitas que posteriormente se convertirían en los fundadores del ITESO. Fundador y director de la escuela de Ingeniería Química de la universidad. Fue maestro hasta semanas antes de su muerte, ocurrida el 19 de marzo de 1976.