Laura Anderson Barbata: una artista recíproca
Raúl Fuentes – Edición 479
El arte nos ayuda a expresar mejor nuestros sentires y emociones. Al menos así lo indica Laura Anderson Barbata, artista interdisciplinaria mexican que ha llevado a las calles actos performativos para salpicar a la gente con el llamado arte social, que conjuga obras comunitarias y comunicativas en diferentes ciudades del mundo
Cuando la pandemia llegó nadie se esperaba que el planeta cambiara de manera tan radical. Cada quien ha vivido esta crisis de manera distinta. El arte nos ayuda a expresar mejor nuestros sentires y emociones. Al menos así lo indica Laura Anderson Barbata, artista interdisciplinaria mexicana, quien desde los años ochenta ya coqueteaba con disciplinas como la pintura o el dibujo, y que ha llevado a las calles actos performativos para salpicar a la gente con el llamado arte social, que conjuga obras comunitarias y comunicativas en diferentes ciudades del mundo.
Visiblemente afectada y con la voz entrecortada en una videoconferencia para el ITESO en la que presentó varias de sus obras, Anderson Barbata apuesta por la construcción conjunta del futuro. De su autoría es el concepto de “transcomunalidad”, que aboga por espacios en los que no existan las fronteras geográficas. Pero no siempre fue así. La artista trabajaba sola sus obras con temáticas muy centradas en la naturaleza, y en ellas trataba de capturar aquello que no se ve, pero se siente. Animada por un amigo que encontró paralelismos entre sus trabajos y lo que él había visto en otros espacios, viajó a una comunidad en Venezuela donde conoció a la familia Ortiz, perteneciente a los Ye’Kuana, un pueblo originario, que le ofreció enseñarle el proceso de construcción de una canoa, siempre y cuando ella diera algo a cambio. Y lo hizo: Anderson Barbata lideró un proyecto para recopilar las historias de estos grupos indígenas en las que quedara patente su visión. Ahí tuvo su epifanía: la reciprocidad fue la llave con la que abriría muchas puertas en adelante.
“Si borramos las fronteras donde habitualmente ejercemos nuestro talento y nos desenvolvemos de manera personal y profesional, podemos contribuir a la construcción de una sociedad multicultural que se educa, se retroalimenta, se respeta y crece en esta gran selva planetaria”, afirma Anderson Barbata. “Esto nos eleva”, dice, “como caminar en zancos, con una perspectiva más elevada. Me gusta esa metáfora”.
El uso de las metáforas le ayuda a esta artista a crear obras que inviten a reflexionar sobre alguna problemática social. Así nace Transcomunalidad. Intervenciones y colaboraciones con comunidades zanqueras, Trinidad y Tobago, Nueva York y Oaxaca (2002-presente), acto performativo en el que se aprecia a un grupo de personas disfrazadas y subidas en zancos que desfilan por las calles, ya sea en Trinidad y Tobago o en pleno centro de Manhattan. La idea de ampliar la visión ya es un postulado para Laura Anderson Barbata: es como describe Intervención Wall Street (2008), un acto performativo en el que varios saltimbanquis vestidos de traje emulaban a los empresarios de la bolsa de valores, ofreciendo monedas de chocolate a los curiosos que caminaban por las calles neoyorquinas. Regalar “dinero” en forma de golosina es una manera de agradecer a la gente que pasa por las calles, pero también de inspirar a dar, sobre todo a quienes menos tienen. Es el mismo caso que cuando pasó por la ciudad de Oaxaca y, al ser invitada a una fiesta patronal, se dio cuenta de la riqueza de sus tradiciones, manifestadas por medio de alebrijes y telas de concha. En ese momento, la artista acuñó el concepto de “transcomunalidad”.
Anderson Barbata continúa con proyectos inspirados en comunidades de otras latitudes y que además son comisionadas por organismos como la onu; por ejemplo, Ocean Calling (2017) se inspira en las personas y comunidades que desde hace miles de años dependen directamente del océano. En últimas fechas, la artista ha presentado Intervención Índigo cdmx (en colaboración con Chris Walker, los Diablos de la Costa Chica de Guerrero, Los Rebeldes del Capricho, Elizabeth Ross, el Pro-Alterne Teatro y Danza unam), que muestra a un grupo de danzantes en zancos en la glorieta del Metro Insurgentes, en febrero de 2020, con un mensaje antirracista.
“El confinamiento sólo ha confirmado mi convicción de que por esta fisura ya no hay manera de regresar al pasado. Debemos asegurarnos de que en la distancia física estemos construyendo un futuro con más unión, más empatía y más responsabilidad social. Crear lazos de reciprocidad. Construir comunidad”, ha dicho la artista, quien inmediatamente creó cubrebocas para las comunidades más afectadas en Estados Unidos, la mayoría de migrantes de Latinoamérica y de afrodescendientes.
Para conocer más
:: “Materia y metáfora. El textil en el espacio público”, charla para la Licenciatura en Arte y Creación del ITESO, 12 de noviembre de 2020.
:: “Intervención Índigo CDMX”.
:: Transcomunalidad (Turner, 2012).