La utilidad del arte: Tania Bruguera
Dolores Garnica – Edición 464
Desde el comienzo de su carrera, Bruguera se ha planteado maneras poéticas y artísticas para enfrentarse al poder desde una perspectiva creativa, sin negar la herramienta de lo político como detonador crítico
Allí está el poder. Arriba. Hasta arriba. Entre muy, muy pocos. Para la artista cubana Tania Bruguera —quien, a pesar de la censura, el bloqueo y la persecución, sigue trabajando entre Cuba y Estados Unidos—, el arte es una de las herramientas para alcanzar, transformar, redistribuir y democratizar el poder.
Desde el comienzo de su carrera, con estudios de arte en La Habana y después en Chicago, Bruguera se ha planteado maneras poéticas y artísticas para enfrentarse al poder, y para hacerlo desde una perspectiva creativa, sin negar la herramienta de lo político como detonador crítico. La artista, entonces, produce piezas y acciones que también son estructuras, organizaciones e incluso instituciones alternativas que ella divide en dos tipos: de Largo plazo, la “creación de ecosistemas sociales”, y de Corto plazo, eventos y gestos frente al poder, como se explica en su sitio web. Así, desde lo que ella llama “Artivismo” (término ya casi convencional), se pueden cambiar los hábitos y los comportamientos políticos, se lee en el texto curatorial del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).1
De Largo plazo: en el Homenaje a Ana Mendieta (de 1985 a 1996) Bruguera rehizo, recreó y reprodujo varios de los objetos y performances de la cubana Ana Mendieta, artista disidente que tuvo que realizar su obra desde Estados Unidos y, por eso, también fuera de la historia y la cultura cubanas. Al rehacer las obras de Mendieta en La Habana, como un homenaje, Bruguera la integró a la memoria colectiva, y sus piezas activistas al lugar al que estaban destinadas.
El susurro de Tatlin #6 (2009). Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de La Habana. Foto: Oli Cowling
En 1993, 1994 y 2003 lanzó una obra de arte disfrazada de periódico independiente (¿o al revés?) que imitaba la estructura del Granma (publicación oficial del Partido Comunista de Cuba), pero escrito por artistas y críticos cubanos —desde la isla o fuera de ella— para reflexionar sobre el estado del arte durante el llamado Periodo Especial (en medio del colapso de la Unión Soviética y el embargo estadounidense). Los dos primeros números de Memoria de la Postguerra son ya un documento histórico, censurado y vuelto a censurar, pero considerado uno de los primeros medios libres y alternativos en su país.
De 2000 a 2015 se llevó a cabo el Movimiento Inmigrante Internacional desde un espacio comunitario en el barrio Corona, en Queens, Nueva York. En este espacio se desarrollaron varias actividades en torno a la representación política de los inmigrantes en Estados Unidos, en las que se planteaba el descubrimiento de los valores que todas las personas comparten, independientemente de su nacionalidad. Durante esta estancia se desarrolló la Escuela de Arte Útil, un foro que ha permitido a Bruguera y a las comunidades a las que es invitada, repensar el rol del arte y del artista en la sociedad. La escuela se ha establecido en el Yerba Buena Center of Arts en San Francisco en 2017 y ahora en el muac en la Ciudad de México, hasta el 30 de septiembre de este año.
Otra de sus obras de corto alcance es El susurro de Tatlin, una serie de seis acciones que responden a la iconografía del poder. Durante el primer discurso de Fidel Castro, el 8 de enero de 1959, una paloma se posó en su hombro, pasando así a la historia como una de las más representativas y sentimentales imágenes del joven revolucionario. En 2009, para la sexta acción, Tania Bruguera montó un pódium similar en un museo en la X Bienal de La Habana y pidió a los visitantes que subieran a dar un discurso de un minuto en absoluta libertad; cuando alguien del público subía, dos personas vestidas de militares ponían sobre su hombro una paloma y exactamente un minuto después se la quitaban y lo bajaban a empujones (El susurro de Tatlin #6 versión de La Habana). Para la quinta acción, en 2008, en la sala de turbinas del museo Tate Modern de Londres, la artista pidió a dos guardias de la policía montada que irrumpieran en la galería con todo y caballos y practicaran técnicas de control de masas con el público, transformando así a los espectadores en manifestantes (El susurro de Tatlin #5). Lo de Tatlin es otra historia, una sobre una utópica y enorme torre que albergaría a la Tercera Internacional Comunista, una iniciativa de Lenin, que nunca llegó a construirse… m.
1. “Tania Bruguera: Hablándole al Poder”, Museo Universitario de Arte Contemporáneo, accedido 14 de junio de 2018, http://muac.unam.mx/expo-detalle-139-tania-bruguera-hablandole-al-poder.
Para conocer más
:: Sitio web. (El sitio cuenta con una magnífica biblioteca de textos sobre arte activista de varios autores que la artista ha traducido y publicado.)
:: El susurro de Tatlin #5 en el Tate Modern.
:: Entrevista.
Publicaciones
:: Tania Bruguera: Talking to Power / Hablándole al poder (inglés). Textos de Tania Bruguera, Lucía Sanromán y Susie Kantor. Yerba Buena Center for the Arts. Estados Unidos, 2018.
:: Tania Bruguera: On the Political Imaginary (inglés). Textos de Tania Bruguera, Helaine Posner y Gerardo Mosquera. Charta Editor, 2010.