La soledad
Dolores Garnica – Edición 425
Daniel Guzmán comenzó a trabajar desde que realizaba sus estudios de artes visuales, especialmente en el dibujo con el maestro Gilberto Aceves Navarro. Además de su experiencia en los procesos del arte contemporáneo, también es reconocido por su técnica y su maestría en el dibujo.
Un paseo por canceles oxidados, puertas, ventanas y cercas de fierro viejo, que crean un laberinto de vejestorios, de ésos que alguna vez adornaron la fachada de alguna casa vieja, a lo largo de la sala principal del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO). Un recorrido por la belleza de lo olvidado, antiguo y descartado, pero también un viaje a través de frases, reflexiones y experiencias sobre la muerte, la pérdida y el olvido de este creador, pintadas sobre viejas láminas negras y simulando el viejo arte del rotulista. Una experiencia emotiva que intenta documentar la sensación de soledad, tristeza y nostalgia después de que alguien se ha ido. Esto es sólo el comienzo de la exposición Materia oscura, de Daniel Guzmán, nacido en la ciudad de México pero oaxaqueño de herencia. Hoy, uno de los artistas visuales contemporáneos más reconocidos dentro y fuera de México.
Daniel Guzmán comenzó a trabajar desde que realizaba sus estudios de artes visuales, especialmente en el dibujo con el maestro Gilberto Aceves Navarro. Es decir, además de su experiencia en los procesos del arte contemporáneo, también es reconocido por su técnica y su maestría en el dibujo. Guzmán forma parte de una generación que comenzó a invertir en las artes expandidas. Sus compañeros de escuela, de gestión y de búsqueda por nuevos espacios fueron Abraham Cruzvillegas, Damián Ortega, Eduardo Abaroa y Sofía Taboas, con quienes formó a principios de los noventa el grupo Temístocles 44; quizás el grupo de artistas jóvenes más cercanos a la experiencia de Gabriel Orozco, de allí que muchos críticos lo reconozcan como quien toma la estafeta del maestro.
Hoy en día, Daniel Guzmán expone constantemente por todo el mundo, en muchos de los museos, festivales y galerías más importantes del planeta: La Bienal de Venecia, el New Museum de Nueva York o la Feria de Arte en Basilea, Suiza. Es artista exclusivo de la prestigiada galería mexicana Kurimanzutto, que está entre los gestores culturales más vanguardistas y propositivos en el circuito del arte internacional.
Su obra suele recurrir a elementos del cotidiano como materia prima, al dibujo como medio de expresión alterna, y el rock es una importante fuente de inspiración. Su trabajo en instalación, video y escultura —principalmente— suele centrarse en esa parte dolorosa de la vida cotidiana: en la muerte, la pérdida, el olvido, la falta de pertenencia, la soledad y la nostalgia. Desde el lápiz, el carbón y la tinta suele desdibujar, señalar desde el trazo de todos los días —como una mezcla entre el refinamiento y la libertad de un toque que parecería naïf, pero que encierra un largo proceso de técnica y reflexión—, el fondo nostálgico que yace en el recuerdo por una canción de Kiss, una novela de Ballard o esa orilla que dejaban los cuadernos por la espiral.
En 2009, Daniel Guzmán comenzó a explorar la curaduría como medio de expresión con My Generation, que reunió obra alrededor del dibujo de José Clemente Orozco, Otto Dix, Vlady, Roberto Turnbull y Philip Guston, entre otros, para Kurimanzutto.
En 2008 descontextualizó El Sol de México y pintó su logotipo en una larga vitrina por Nueva York. Un año más tarde, para explicar los buenos y malos ratos, describió “Bad Days” armando una caja de acero con grandes piedras adentro, y para “Good Days” llenó la caja de acero con listones de colores. La obra del artista visual es profunda y de largos alcances. Durante los últimos meses rearmó la forma del adn con chorizo y una estructura de metal repleta de la palabra “Love”, y construyó un cubo de ladrillos negros con un agujero de lado a lado, mostrando que todo lo de adentro no es sino más ladrillos negros. Sólo algunas piezas que reúne Materia oscura, experiencias únicas de un artista mexicano al que hay que seguir y disfrutar. m
Más de Daniel Guzmán
:: En Kurimanzutto.
Para leer
:: La cuenta de los días, de Daniel Guzmán, con la colaboración de Guillermo Fadanelli. (Tumbona / Kurimanzutto, México, 2011).
Para ver