Ante la posibilidad de que caiga un meteoro en la Tierra u ocurra una guerra nuclear, el gobierno noruego ha diseñado un plan contingente: en las entrañas congeladas de la isla Spitsbergen, en el océano Ártico, resguardarán las semillas de más de tres mil variedades de cultivos de todo el mundo, dentro de una “cámara acorazada” que las proteja de un eventual cataclismo.

En palabras de Geoff Hawtin, miembro del Fondo Global para la Diversidad de Cosechas que coordina la recolección de semillas: “lo que intentamos hacer es construir una copia de seguridad de las semillas que están diseminadas por el mundo, de modo que podamos guardar una muestra de todo este material en Spitsbergen”. Recientemente inició la construcción de esta nueva “Arca de Noé”, cuyo costo se estima en cinco millones de dólares y podrá iniciar sus operaciones en 2008.

MÁS VALE PREVENIR…
Además de asegurar una muestra de tres mil variedades de cultivos, este nuevo banco proporcionará una fuente básica de material de investigación para los botánicos del mundo, quienes ya trabajan en la creación de nuevos tipos de cultivos capaces de soportar cambios en los patrones de precipitaciones y en las temperaturas que puedan venir con el calentamiento global. Ante esta amenaza, Cary Fowler, integrante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), advierte que “ya vivimos una crisis de agua para la agricultura, que se puede agravar con el cambio climático”.

De acuerdo con sus estudios, durante este siglo aumentarán las temperaturas globales promedio entre 4 °C y 8 °C, lo que provocaría un aumento en los niveles del mar, que a su vez generaría inundaciones, sequías, hambrunas y tormentas. Consciente de estos peligros, el propio Cary Fowler afirma que “Spitsbergen es un respaldo de seguridad que cualquiera de nosotros esperaría no tener que utilizar”.

FORTALEZA DE HIELO
“Picos escarpados” es el significado del nombre de la isla Spitsbergen, la mayor del archipiélago Syalbard, a casi mil kilómetros del Polo Norte, que será sede de este nuevo banco de semillas. Se cavará una bóveda de 120 metros de profundidad en una montaña invulnerable a las actividades volcánicas o a la crecida del mar. El recinto contará con atmósfera sellada, muros de cemento reforzado y puertas a prueba de explosiones, custodiadas por cámaras y agentes de seguridad.
Las semillas serán almacenadas a una temperatura de -18 °C y, aun en el caso de que los sistemas de refrigeración fallaran, la capa de hielo perpetua de la montaña llamada permafrost mantendría la temperatura adecuada de forma natural.

SALVAR LA BIODIVERSIDAD
El banco incluirá principalmente las especies de cultivos más antiguas, pero dejará de lado las variedades híbridas y los organismos genéticamente modificados, que bien se podrían originar nuevamente a partir de las anteriores. El banco será administrado por el Fondo Global para la Diversidad de Cosechas, cuya misión es “preservar la diversidad de las cosechas a perpetuidad”, lo que abre un leve resquicio para la protección de la biodiversidad.