La Escuela de Arquitectura celebra sus 60 años
Édgar Velasco – Edición 499
Fue fundada en 1963 por Enrique Nafarrate Mexía, quien recibió la encomienda por parte del entonces rector Jorge Villalobos Padilla, SJ. A lo largo de seis décadas ha formado profesionistas que se distinguen por su búsqueda constante de “ejercer la profesión, formar a otras personas e incidir socialmente para transformar la realidad”, dice Sandra Valdés
Nisi dominus ædificaverit domum in vanum laboraverunt qui ædificaverit eam. La leyenda, en latín, está grabada en el edificio Q. Está tomada del salmo 117. Una de sus traducciones es: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”. El traductor de Google cambia “Señor” por “maestro”: “Si el maestro no edifica la casa…”, etcétera. La frase, a veces invisible por cotidiana, se encuentra en el corazón de la Escuela de Arquitectura del ITESO, una casa con cimientos firmes que acaba de cumplir 60 años formando profesionales.
En los albores de los años sesenta, el entonces rector, Jorge Villalobos Padilla, SJ, encomendó a Enrique Nafarrate Mexía la creación de la Escuela de Arquitectura del ITESO. Él, heredero directo de la Escuela de Arquitectura de Guadalajara fundada por Ignacio Díaz Morales, fue el maestro que edificó esa casa. “Es muy bonito que nos haya tocado vivir los 60 años. En la organización de las celebraciones me he dado cuenta de que las diferentes generaciones demuestran un cariño especial y tienen un recuerdo importante de lo vivido en el ITESO”, dice Sandra Valdés, coordinadora de la licenciatura en Arquitectura.
Como parte de los festejos, se invitó a las y los egresados a compartir fotos de sus épocas de estudiantes. Al ver las imágenes, dice, es posible constatar cómo “hay un espíritu que impregna al ITESO y hace que todos y todas tengamos cosas en común: el compromiso social, la búsqueda por responder a las problemáticas locales, el compromiso de transformar la realidad mediante el diseño y la arquitectura, el cuidado de las personas y del medio ambiente”.
A decir de la académica, otro aspecto valioso es que a partir del trabajo realizado a lo largo de 60 años, “Guadalajara se ha tranformado con proyectos muy bonitos: se han construido mercados, centros culturales, infraestructura, espacios públicos y otros, como la Vía RecreActiva o proyectos de movilidad que han cambiado la forma en que vivimos la ciudad”. En este momento, la Escuela de Arquitectura del ITESO cuenta con mil 127 estudiantes y 4 mil 500 personas egresadas, y 60 por ciento de quienes egresan son mujeres.
Los festejos concluyeron el 9 de abril con una misa concelebrada por el rector Alexander Zatyrka, SJ, y por Jorge Zaragoza Vega, egresado de Arquitectura. A la celebración siguieron un concierto de la pianista Ana Gabriela Fernández y un brindis.
La historia de la Escuela de Arquitectura comenzó en las aulas del edificio A. Frente a la cara sur del edificio, en un muro pequeño, se puede leer una frase de Ignacio Díaz Morales que, podría decirse, está presente en los cimientos de la casa levantada por su alumno Nafarrate Mexía: “Arquitectura es la obra de arte que consiste en el espacio expresivo delimitado por elementos constructivos para compeler al acto humano perfecto”.