El festival Holi es uno de los eventos más impresionantes de la India. Tanto así, que los primeros comerciantes europeos y los colonizadores británicos dejaron testimonios escritos de ello desde el siglo XVII.
El festival Holi es uno de los eventos más impresionantes de la India. Tanto así, que los primeros comerciantes europeos y los colonizadores británicos dejaron testimonios escritos de ello desde el siglo XVII.
Cada año, a lo largo y ancho de la India y Nepal, una nube de color se levanta sobre una muchedumbre que baila y se agita feliz. Las personas se arrojan polvos de colores con total libertad, los cuerpos y las ropas quedan cubiertos totalmente por los pigmentos. Sonríen.
Pero esta celebración no sólo tiene que ver con los colores; de hecho, la fiesta, que dura dos días, comienza cuando tiene lugar la última luna llena del mes lunar hindú Phalguna.
La primera noche es la del Holika Dahan o Chhoti Holi, y se celebra alrededor de una hoguera para simbolizar la victoria del bien sobre el mal.
Al siguiente día se conmemora la llegada de la primavera, que simboliza un nuevo comienzo en el que las personas dejan atrás el pasado. Y lo hacen construyendo piras gigantes y cantando y bailando toda la noche alrededor del fuego.
En esta fiesta, en la mayoría de localidades indias y nepalíes se concentran personas de diferentes castas, condiciones sociales, religiones y edades.
Los cuatro colores principales representan diferentes conceptos: el rojo refleja el amor y la fertilidad; el azul es el color de Krishna; el amarillo es el color de la cúrcuma; y el verde simboliza la primavera y los nuevos comienzos.
El festival Holi es una celebración para librarse de los errores del pasado. Un día para olvidar y perdonar.