El cine ha sido generoso en este terreno al presentar abundantes maestros ejemplares, o mártires o medianamente irreverentes. La pandemia de la covid-19 nos ha recordado, por si fuera poco, lo que supone hacerse cargo de nuestros niños y jóvenes

Bertrand Russell incluye en su libro En qué creo una frase pertinente lo mismo para insuflar el día de San Valentín como para engrosar algún manual de autoayuda: “La vida buena es inspirada por el amor y guiada por el conocimiento” (y la felicidad es consecuencia de la vida buena, según Aristóteles y Victoria Camps). Como buen epistemólogo, Russell atribuye al conocimiento el rol de guía. Tanto mejor, entonces, si nos cruzamos con guías que justamente estén involucrados en el proceso de conocer.

El cine ha sido generoso en este terreno al presentar abundantes maestros ejemplares (como el docente inspirador de La sociedad de los poetas muertos), o mártires (como el de La clase, que encara a un alumnado beligerante), o medianamente irreverentes (como los desenfadados profes de Una ronda más). La pandemia de la covid-19 nos ha recordado, por si fuera poco, lo que supone hacerse cargo de nuestros niños y jóvenes: la responsabilidad de la educación, otrora delegada a la escuela y los maestros, ahora debe ser asumida en mayor medida por sus progenitores. Guiar es más que pagar la colegiatura.

El maestro educa o acompaña en la escuela (es su oficio y algunos tienen plaza). En ella, o fuera de ella, el guía contribuye a algo más que obtener un grado o un documento: encauza, ilumina sendas de vida. Es un mentor en el amplio sentido del término, y el cine nos ofrece una valiosa variedad de posibilidades en entrenadores, artistas, gurús de calibre y procedencia diversos, personas que inspiran y asumen la responsabilidad de involucrarse en la vida de otros:

Stalker: la zona (Stalker, 1979), Andrei Tarkovski

Después de la caída de un meteoro se crea una zona que, se cree, fue habitada por extraterrestres. En una habitación, en “el corazón” de la zona, se pueden cumplir los deseos de los que entren en ella. Un guía, el Stalker, conduce a ese espacio a un escritor y un científico. Cuando éstos revelan sus deseos, el Stalker constata la sinrazón de la razón humana y experimenta una angustia profunda. Por medio de él, Tarkovski plantea el desasosiego del guía espiritual; con él, alter ego propicio, da cuenta de la deshumanización del arte.

Capitán fantástico  (Captain Fantastic, 2016), Matt Ross

Ben y Leslie han decido criar a su prolija prole fuera de las imposiciones sociales. Habitan en el bosque y sobreviven por medios propios. Para él, las cosas se complican cuando ella enferma y es hospitalizada. Ross plantea una fábula realista que explora las singularidades de vivir al margen de la civilización. Bueno, hasta cierto punto, porque Ben y sus hijos se nutren de las bondades de la inteligencia humana: son lectores asiduos. El “capitán” encamina a sus crías a ser algo que es inusual hoy día: autónomos y críticos.

Ser y tener  (Être et avoir, 2002), Nicolas Philibert

Georges Lopez es un maestro en una escuela rural en Auvergne, en la campiña francesa. A su aula asisten niños de diferentes edades y grados escolares, cuyos padres son granjeros. En este documental, Philibert muestra las dificultades y las maravillas de la vida en el campo, y las particularidades de la docencia en lugares donde la educación tiene, en principio, un fin laboral. El maestro es un apóstol que vence las contrariedades, un ejemplo de paciencia, dedicación y creatividad. Lopez es un profesor ejemplar en una cinta ejemplar.

El Señor de los anillos (The Lord of the Rings, 2001-2003), Peter Jackson

Frodo es un hobbit que, sin buscarlo, se embarca en una travesía cuyo objetivo es destruir un anillo que es fuente de todas las tentaciones. La trilogía se estructura como road movie, y en el camino Frodo cuenta con guías que lo conducen, lo apoyan y eliminan obstáculos, en particular el mago Gandalf y el futuro rey Aragorn. La aventura es pertinente para el crecimiento: conforme avanza, elhobbit va asumiendo su responsabilidad y va de la pubertad a la madurez. Crecer, ayer como hoy, es cosa de héroes, y Jackson entrega una gran saga épica.

Soul (2020), Pete Docter

Joe es un pianista que ama el jazz y se gana la vida como profesor de secundaria, dirigiendo una banda. Un buen día —que termina siendo un mal día— consigue incorporarse a un célebre cuarteto; más tarde muere en un accidente. Su alma pena para volver del Gran Más Allá, y debe guiar a un alma renegada. En la ruta descubre la misión de un mentor, la suya: acompañar al discípulo en el descubrimiento de su chispa, que no es lo mismo que su propósito (y aun menos la proyección del propósito del guía). Sabia lección de Pixar. Otra.