Cada vez es más frecuente ver casas provistas de paneles solares. Pero un problema tan grande requiere soluciones más grandes: por eso, ya hay quienes están llevando el asunto de la energía solar a gran escala.
La búsqueda de soluciones para los problemas de generación de energía no se detiene. Y es que cada vez hay más conciencia de la necesidad de encontrar alternativas a los combustibles fósiles, cuyos efectos en el medio ambiente son de todos conocidos: además de que no son renovables, sus efectos cada vez nos impactan más.
Entre las alternativas más extendidas está el aprovechamiento de la luz solar para producir energía eléctrica. Cada vez es más frecuente ver casas provistas de paneles para usar la luz solar y dotar de energía a las instalaciones del hogar. Pero un problema tan grande requiere soluciones más grandes: por eso, ya hay quienes están llevando el asunto de la energía solar a gran escala.
En esta ocasión compartimos dos ejemplos sobre lo que pasa cuando se decide aprovechar la luz solar, para bien y para mal.
Un puente solar
Sería imposible entender la vida de Londres sin el río Támesis. Y, por supuesto, sin los puentes que lo cruzan. Uno de ellos es el que conecta con la estación de trenes de Blackfriars, que ha decidido tomar cartas en el asunto y hacer su contribución al mejoramiento del medio ambiente.
¿Qué hicieron? Para la nueva estación ferroviaria instalaron cuatro mil 400 paneles fotovoltaicos en un puente victoriano construido en 1885. Con una inversión aproximada de nueve millones de euros, el “puente solar” —que comenzó a operar a principios de año— genera la mitad de la energía que la estación necesita para su funcionamiento y permite reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 511 toneladas anuales, cifra que equivale a 89 mil viajes en auto en una ciudad donde, según el sitio expansion.com, 22 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero procede del transporte. De este modo, el puente se ha convertido en uno de los nuevos referentes de la ciudad.
California: aprovechar el sol
Un ejemplo de que sí es posible echar a andar una ciudad —o varias— con paneles solares es California, en Estados Unidos. Con la ley AB 327, este estado de la Unión Americana se consolidó como el óptimo para desarrollar programas de fomento destinados a acelerar la adopción de energía solar y la financiación de proyectos innovadores.
Y, sin embargo, las autoridades decidieron ir más allá. En febrero de 2014 se inauguró ahí la que es considerada la planta de energía solar más grande del mundo, ubicada en el desierto de Mojave. La planta está integrada por cien mil paneles solares y tres torres, en una extensión de trece kilómetros cuadrados. Se espera que esta planta duplique la cantidad de energía solar producida en Estados unidos.
Pero no todo son buenas noticias. Es tal el calor que produce la planta, que algunas organizaciones ambientalistas han comenzado a alertar sobre aves que mueren calcinadas al volar sobre la zona. m
Para ver
¿Cómo se construyó la planta solar en el desierto de Mojave? Mira este video.