Filmografía de Guillermo Arriaga
Hugo Hernández – Edición 420
Amores perros (2000)
Octavio (Gael García Bernal) consigue en las peleas de perros dinero para huir con su cuñada; Daniel (Álvaro Guerrero) deja casa, esposa e hijos y se instala con la mujer que ama. Ella, montada en su automóvil, choca con el carro que conduce Octavio, y ambos protagonizan un terrible accidente. Por la escena de éste pasa El Chivo (Emilio Echevarría), que con la facha de pordiosero acumula dinero y culpas. Amores perros puso de golpe a Guillermo Arriaga, guionista, y a Alejandro González Iñárritu, realizador, en el paisaje del cine mundial. Las observaciones sobre los odios fraternales, los conflictos que se viven más intensamente en familia, el goce y la ilusión, pero también el desasosiego y el sufrimiento que provee el amor, asuntos todos que son registrados con solvencia y que fluyen en diálogos inteligentes, dejan al espectador, de aquí y también de allá, aullando de tristeza, de felicidad.
21 gramos (2003)
Paul Rivers (Sean Penn) es un matemático que sobrevive a un problema cardiaco gracias a una donación; Jack Jordan (Benicio del Toro) es un ex convicto que ha encontrado en la iglesia ánimos para vivir y recuperarse de sus adicciones; Cristina Peck (Naomi Watts) vive su propio calvario adictivo y trata de sobreponerse a la pérdida de su marido en un accidente automovilístico, en el que estuvo involucrado… Jack. 21 gramos es, según se sabe, el peso que pierde un cuerpo cuando deja de ser humano y se convierte en cadáver. Es, según creen algunos, el peso del alma. En todo caso, Arriaga apuesta por una estructura no lineal y por el entrecruzamiento de caminos para reflexionar sobre la fe y la muerte, la vida y el dolor. Para el tándem Arriaga-González Iñárritu, la cinta significó el ingreso a las grandes ligas. En Venecia obtuvo el premio del público.
Los tres entierros de Melquiades Estrada (2005)
Pensando que se trata de un migrante ilegal, un policía fronterizo (Barry Pepper) dispara y mata a Melquiades Estrada (Julio César Cedillo), cuyo cuerpo es enterrado enseguida. Pero Estrada en realidad tenía años trabajando en un rancho, y su compañero Pete Perkins (Tommy Lee Jones) se da a la tarea de llevar el cadáver a México. Y para ello obliga al asesino a que desentierre y cargue al muertito. Dirigida por Tommy Lee Jones, Los tres entierros de Melquiades Estrada explora la frontera que comparten México y Estados Unidos como un terreno propicio para la barbaridad, pero también para la solidaridad. En la desolación del paisaje y en la aridez de la gente, Jones materializa el ánimo hostil y por momentos cálido que habita la cinta. Por su texto, Arriaga obtuvo el premio a mejor guión en Cannes.
Babel (2006)
Mientras los Jones, Susan (Cate Blanchett) y Richard (Brad Pitt), viajan en Marruecos, ella es encontrada por una bala perdida que sale del fusil de un chamaco inexperto. En Estados Unidos, la niñera de los Jones emprende un viaje a México para asistir al matrimonio de su hijo, y se lleva a los chamacos que cuida; en Japón, una chamaca sorda sufre el reciente suicidio de su madre y tiene roces con su padre. En Babel, Arriaga regresa, una vez más, a la estructura no lineal y al cruce de historias para explorar las vicisitudes de la comunicación y su importancia en un mundo globalizado; muestra, además, el dolor en japonés, árabe, inglés y español. Por su labor, Iñárritu obtuvo el premio a mejor director y el del Jurado Ecuménico en Cannes; por su parte, el argentino Gustavo Santaolalla se embolsó el Oscar a mejor música. Es la cinta más floja de la “trilogía” Arriaga-González Iñárritu.
El búfalo de la noche (2007)
Gregorio (Gabriel González), joven esquizofrénico de sensibilidad exacerbada y comportamiento enfermizo, se suicida. Su acto acarrea grandes consecuencias, en particular a su novia (Liz Gallardo) y a su mejor amigo (Diego Luna), quienes mantenían una relación en secreto. Así se abona un terreno propicio para los celos, las traiciones y la culpa. Guillermo Arriaga adapta por primera vez una novela suya, se involucra en la producción y apuesta por un equipo joven, más o menos inexperto, detrás y frente a la cámara. A favor de la cinta habría que anotar la exploración de lo enfermizo que llega a ser el amor, el acecho de la irracionalidad que cobra relevancia por el manejo de cámara. No obstante, la cinta es bastante fallida y deja en el desencanto a la mayor parte de los espectadores. Parafraseando a Arriaga, no fue posible dar vida en pantalla a los personajes que respiran, en palabras, en la novela.
Fuego (2008)
Mariana (Jennifer Lawrence), una joven mujer, descubre que su madre tiene un affaire extramarital y decide ponerle fin. Pero las consecuencias van más allá de lo que previó y mata a su madre y a su amante. Luego conoce a un hijo de éste y se involucra con él. Pero los fantasmas del pasado no la dejan en paz. Diez años después cambia de nombre y, como Sylvia (Charlize Theron), muestra un comportamiento singular. Fuego es el primer largometraje que Arriaga emprende como director. A partir de un guión suyo que, para no variar, se sustenta en la no linealidad y el cruce de caminos, explora las consecuencias de los hechos que terminan por conformar a la gente como es, que la llevan a ser lo que es. La cinta compitió por el León de Oro en Venecia, y de ahí Lawrence salió con el premio Marcello Mastroianni. La labor de Arriaga en su ópera prima es correcta, pero la historia, con todo y que por momentos coquetea con el melodrama, no termina por apasionar. Le falta leña a este Fuego, pues.