Explotación geotérmica de La Primavera: un peligro inminente
Rebeca Pérez Vega – Edición 453
La Comisión Federal de Electricidad tiene ya permisos para intervenir en dos áreas del Bosque La Primavera por los próximos 30 años. La energía que se obtenga durante ese tiempo parece un precio demasiado alto, si se piensa en los miles de años que el bosque ha vivido y en los miles que todavía podría vivir si se lo mantiene a salvo de amenazas como la que enfrenta.
El Bosque La Primavera está en grave riesgo. Aunque dota de servicios ambientales a la Zona Metropolitana de Guadalajara y es una superficie vibrante y biodiversa, el proyecto de generación de energía geotérmica que impulsa la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el corazón de este terreno —declarado Área Natural Protegida, por el gobierno federal, y Reserva de la Biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)—, amenaza su subsistencia.
La historia de exploración geotérmica en el bosque comenzó desde finales de la década de 1970, aunque debió suspenderse en 1989 porque las obras de infraestructura asociadas a la exploración causaron un fuerte impacto ambiental y contaminación en la zona.
Pero ahora, el proyecto se ve más cercano: la CFE ya tiene permisos para, a lo largo de 30 años, explorar y explotar los sitios conocidos como Cerritos Colorados y Planillas, es decir, las seis mil hectáreas donde está la mayor diversidad de flora y fauna del bosque, precisa Arturo Curiel Ballesteros, titular del Comité Científico del Organismo Público Descentralizado (OPD) del Bosque La Primavera.
También hay un monto de 285 millones de pesos etiquetados en la CFE este año para iniciar las obras que, de acuerdo con los especialistas consultados, generarían deterioros irreversibles en el medio ambiente del bosque y afectarían la dinámica ambiental de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Imagen satelital del Bosque La Primavera y la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Luego de la Reforma Energética de 2014, y con la aprobación de la Ley de Energía Geotérmica, no está prohibido realizar obras de exploración y explotación geotérmica en sitios declarados Área Natural Protegida (ANP). De acuerdo con la normativa en la materia, este tipo de aprovechamiento energético es de interés nacional y es “preferente sobre cualquier otro uso o aprovechamiento del subsuelo de los terrenos”. Sin embargo, la realización de un proyecto de este tipo en La Primavera podría salir cara en materia ambiental. Aunque la central geotérmica Cerritos Colorados tendría, en su primera etapa, una capacidad de 25 megawatts (mw) —suficiente para abastecer a una colonia de no más de 10 mil viviendas—, las afectaciones a esta área podrían menguar su capacidad, porque además, en fases siguientes, se buscaría explorar y hacer nuevos pozos en la zona de Planillas, una de las mejor conservadas del bosque.
“El bosque ofrece múltiples servicios. Si ha sobrevivido 140 mil años, tiene la capacidad de seguir funcionando los próximos mil, pero la energía geotérmica no, porque se aprovecha un calor que ha sido almacenado, en el caso de La Primavera, por 60 mil años, y en el momento en que se aprovecha, empieza a decaer. Por otro lado, aunque regularmente a la geotermia se le califica como energía alternativa, no se le considera ni como energía limpia ni como energía sustentable, comparativamente con la energía solar”, señala Curiel Ballesteros.
La energía geotérmica aprovecha el calor contenido en las profundidades de la Tierra y alcanza su mayor potencial en sitios volcánicos o en fallas tectónicas. Para producirla se debe perforar el suelo hasta tres kilómetros para alcanzar las zonas de agua de alta presión y temperatura (en el caso de Cerritos Colorados se ha medido hasta en 250 °C), a fin de hacerla subir a la superficie en forma de vapor.
“Es un tipo de olla exprés en la caldera del volcán, que está a dos mil metros de profundidad; meten un tubo que saca el agua a presión para generar energía, y todo el tiempo vas a tener una columna de vapor caliente con partículas tóxicas. Eso afectará todo el ecosistema del bosque, el microclima va a cambiar, y los vapores, por la lógica de los vientos, acabarán llegando a Guadalajara”, dimensiona el problema Sandra Valdés Valdés, académica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores (ITESO) y titular del Comité Ciudadano del OPD de La Primavera.
“Entre los efectos nocivos de la geotermia está la contaminación de los mantos freáticos, contaminación de los suelos con elementos potencialmente tóxicos; la cantidad de éstos y el manejo de las aguas geotérmicas podrían afectar severamente las condiciones del bosque, porque pueden contener cantidades altas de sales, arsénico, boro, sulfatos, fluoruros, entre otros”, advierte la ingeniera química Lydia Hernández Rivera, del ITESO y también integrante del OPD.
Ingreso al campo geotérmico. Este letrero se encuentra a 1.7 kilómetros del primer pozo. Fotos: Luz Vázquez
El Bosque La Primavera está asentado entre la Sierra Madre Occidental y el Eje Neovolcánico Transversal, lo que lo convierte en uno de los relieves volcánicos con mayor diversidad, documenta el Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna La Primavera. Esta zona, declarada anp desde 1980, tiene más de mil especies de flora, entre ellas once tipos de encino y cinco de pino, así como gran variedad de orquídeas, algunas de ellas en peligro de extinción; además, es hogar de especies endémicas de la región, como el agave Guadalajara, la dalia y la mammillaria jaliscana, así como la populus primaveralepei, una especie de álamo blanco.
El bosque es casa también de una variedad importante de animales. Es refugio para 206 especies de aves, 61 tipos de mamíferos, 20 de anfibios y 40 de reptiles, explica la bióloga Karina Aguilar Vizcaíno, quien hasta 2013 trabajó como directora de Conocimiento y Vida Silvestre del OPD de La Primavera. “Es una completa maravilla que en La Primavera tengamos pumas, al lado de la segunda ciudad más grande de México. Él es la punta de la pirámide alimenticia; gracias a él, que se alimenta de venados, sabemos que hay suficientes venados, y así sucesivamente”.
La raíz del proyecto y su impacto
La historia de este proyecto se remonta a finales de la década de 1970, cuando la CFE realizó una serie de estudios para evaluar el potencial geotérmico del terreno, porque registraba una actividad volcánica concluida hace 25 mil años.
Tras diversas evaluaciones, “se identificaron como áreas de alto interés geotérmico, la porción centro-sur de la caldera volcánica denominada La Primavera, en la porción conocida como Cerritos Colorados, y el cráter del domo Planillas, cerro ubicado al sur, fuera del límite de la caldera”, según reza el Estudio de Manifestación de Impacto Ambiental realizado por la Universidad Autónoma de Chapingo por solicitud de la CFE.
Los primeros trabajos de infraestructura dentro del bosque comenzaron en enero de 1980. Se construyeron caminos de acceso en donde se planearon los primeros puntos de perforación dentro del ejido Adolfo López Mateos, y posteriormente se ejecutaron perforaciones en la zona de Planillas, en donde también se hizo una brecha de casi cuatro kilómetros que conectaba hacia Santa Ana Tepetitlán y San Isidro Mazatepec, según registra el estudio.
De acuerdo con este documento, las exploraciones de la CFE en la zona geotérmica en la caldera volcánica de La Primavera se llevaron a cabo en dos periodos: de enero de 1980 a agosto de 1982 y de enero de 1984 a marzo de 1989, y durante ese tiempo se construyeron trece pozos, con hasta mil 400 metros de profundidad.
Las actividades se suspendieron en 1989 tras causar un grave impacto ambiental. “El bosque sufrió daños en el área de Cerritos Colorados y por la apertura del camino de Planillas, que se reflejaron principalmente en la vegetación, la fauna silvestre y en el suelo”, se lee en el Estudio de Impacto Ambiental realizado en 2008.
Señalética de la CFE sobre el campo geotérmico. Este letrero se ubica a 40 metros del primer pozo, marcado como PR-13.
Jorge Gastón, activista y fundador del Colectivo Ecologista Jalisco, A. C., recuerda los daños irreversibles que sufrió el bosque durante la intervención de la CFE. Grandes áreas se transformaron en suelos grises, erosionados y deteriorados. “Se realizaron las exploraciones de una manera muy inadecuada, inapropiada; generaron una devastación tremenda en el bosque. Cuando hicieron las perforaciones retiraron la capa vegetal, con la emanación de diversos gases a la atmósfera convirtieron un área boscosa, con características peculiares y bellísimas, en un paisaje lunar”.
Tras la devastación, el Colectivo Ecologista Jalisco y otros movimientos sociales realizaron diversas manifestaciones para cancelar los trabajos dentro del bosque, pero la suspensión llegó luego de una visita que el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid, realizó a la zona poco antes de terminar su sexenio. Tenía previsto un recorrido aéreo a la zona de Cerritos Colorados, pero como los daños al suelo del bosque eran tan evidentes, personal de la CFE pintó la superficie con pintura epóxica verde. El mandatario lo notó, pidió bajar a la superficie y, luego de revisar las obras, pidió cancelar el proyecto, aunque esta acción surtió efecto a partir del primer año del mandato de Carlos Salinas de Gortari, recuerda Gastón.
Desafortunada rehabilitación
En el bosque aún persisten las estructuras de geotermia, algunas oxidadas, con casi 30 años de antigüedad, que son custodiadas las 24 horas del día por personal de la CFE. El ingreso a esta zona puede hacerse por la entrada de la avenida Mariano Otero; no se permite la circulación de vehículos, pero es posible llegar a pie o en bicicleta, luego de transitar 9.6 kilómetros por una brecha.
En el lugar se observan enormes armazones cilíndricos, de casi 20 metros de altura, enormes tuberías y llaves, plataformas de concreto desgastado y algunos suelos erosionados. Desde que se suspendió la exploración geotérmica en 1989, y hasta 1996, la CFE realizó diversos trabajos de restauración y rehabilitación de vegetación y suelo, pero, de acuerdo con la bióloga Karina Aguilar Vizcaíno, no lo hizo de forma adecuada.
El programa de manejo del bosque señala que en la zona de aprovechamiento especial, donde está Cerritos Colorados, se ha “provocado pérdida de la cobertura vegetal y degradación de suelos, por lo que es urgente un plan de manejo adecuado para esta zona en particular”.
Aspecto general del pozo PR-11, único que cuenta con un estanque en donde se libera la concentración de gas.
Entre 2008 y 2013, durante los trabajos de monitoreo de la Dirección de Conocimiento y Vida Silvestre de La Primavera, el equipo de la bióloga notó diversas anomalías en animales que viven cerca de uno de los pozos geotérmicos donde hay un estanque en el que se han depositado sustancias provenientes del subsuelo, como ácido sulfhídrico, menciona Aguilar Vizcaíno.
“Empezamos a ver, a través de cámaras y trampas, que varios animales presentaban anomalías físicas; me refiero a aves, pero también a venados, a animales grandes. En la cámara notabas que tenían algo en la piel, que había repercusiones por tomar esa agua, pero no teníamos el material, el personal y el presupuesto para valorar qué tipo de afectación. Pero si los animales la tuvieron, los humanos podríamos tenerla también”.
Jorge Gastón recuerda que antes de la suspensión del proyecto realizó un recorrido por la zona. Observó que se sembró pasto que no era propio del lugar y que en algunas laderas inclinadas “se notaba ese paisaje lunar y estaban poniendo hasta cactáceas para retener la erosión; hace algunos años regresamos para ver cómo estaba la zona rehabilitada, vimos un trabajo de jardinería aceptable, pero caminabas a la orilla de la plataforma y veías los daños irreversibles de siempre. Eso es un maquillaje verde, de doble cara”.
El proceso
El 22 de julio del año pasado, durante la llamada Ronda Cero de Geotermia, la Secretaría de Energía (Sener) entregó cinco títulos de concesión de explotación geotérmica a la CFE, entre ellos el de Cerritos Colorados, ubicado en el corazón del Bosque La Primavera. En ese mismo proceso, la Comisión Nacional del Agua otorgó a la CFE un título de concesión de agua geotérmica para este campo, por un volumen de cuatro millones 380 metros cúbicos anuales, cuyo acuífero es Ameca, con una vigencia de 30 años. En esa ronda, además, la Sener dio a la CFE permisos de exploración para la zona conocida como Planillas, también en el bosque.
Ya con los permisos de explotación y exploración, la CFE presupuestó 285 millones de pesos, de un estimado de casi mil millones, que requiere el proyecto geotérmico en La Primavera. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016, 280 millones de pesos son para “realizar estudios de evaluación del potencial de generación geotermoeléctrica” en la zona, y cinco millones de pesos más para la red de transmisión de Cerritos Colorados en su Fase I, que, según el PEF, será para la “línea de subtransmisión que se interconectará con el circuito existente de 400 kilovatios, que une a la subestación Guadalajara I con la subestación El Sol, en Zapopan”.
Detalle del pozo PR-11, por el que se libera la concentración de gas.
El área de Planillas está dentro de los cuatro núcleos de protección del bosque, es decir, en la zona de mayor conservación de La Primavera, mientras que Cerritos Colorados está dentro de la zona de aprovechamiento especial, que en total tiene 448.9 hectáreas.
Según el Programa de Manejo de La Primavera —que se realizó en el año 2000 y no ha sido renovado, aunque instancias nacionales e internacionales recomiendan que se actualice al menos cada cinco años—, la zona de aprovechamiento especial es de “superficies generalmente de extensión reducida, con presencia de recursos naturales que son esenciales para el desarrollo social, y que deben ser explotadas sin deteriorar el ecosistema, modificar el paisaje, ni causar impactos irreversibles en los elementos naturales que conforman”.
Jorge Gastón opina que la zona de aprovechamiento especial no debería existir: en lugar de eso, debería ser un área protegida que no permita ningún tipo de trabajo geotérmico.
Opacidad
De acuerdo con los especialistas consultados, la CFE no ha sido clara ni transparente en el desarrollo de Cerritos Colorados y tampoco ha puntualizado una ruta crítica de manera pública, pero ya empezó a escarbar de nuevo en el proyecto, expresa el diputado federal Macedonio Tamez Guajardo, integrante de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, quien solicitó a la dependencia federal conocer el estado del proyecto, y recibió una respuesta escueta.
“Actualmente la CFE se encuentra desarrollando la primera etapa del proyecto para la instalación de una unidad generadora de 25 mw, así como sus obras asociadas, tales como pozos adicionales, vaporductos, y una línea de transmisión, lo anterior con la finalidad de aprovechar el recurso geotérmico existente para la generación de energía eléctrica”, se lee en el documento firmado por la gerente de Relaciones Institucionales de la CFE, Karina Elizabeth Rangel Juárez.
El director del OPD de La Primavera, Marciano Valtierra, señala que en noviembre del año pasado, la CFE se reunió con los comités científico y ciudadano del bosque para presentar el proyecto. No se habló de los alcances, ni de fechas en que se pretende poner en marcha el proyecto, pero recalca que la geotermia dentro del área natural protegida no abona a su conservación, e incluso podría agudizar el estado de fragilidad en el que se encuentra.
La fauna natural del bosque será una de las principales afectadas con los proyectos de CFE.
El titular del OPD aclara que el bosque es fundamental como regulador ambiental porque provee 35 por ciento del consumo de agua de la ZMG y porque además es un aliado estratégico. En “el contexto de cambio climático, se ha argumentado que el bosque juega un papel regulador en estas olas de calor, es un importante sumidero de carbono en términos de secuestro de dióxido de carbono que realiza a través de la fotosíntesis y que ayuda, en consecuencia, a reducir los gases de efecto invernadero”.
A pesar de las virtudes que el bosque ofrece a más de cuatro millones de personas y de tener declaratorias nacionales e internacionales de protección, Sandra Valdés Valdés, fundadora de Anillo Primavera, organización emergida del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) de Aprovechamiento y Conservación de Contextos Patrimoniales, del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, ve un panorama poco alentador porque, resalta, éste es un proyecto impulsado por el gobierno federal:
“La reforma energética pasa por encima de lo que sea; protege las ANP, pero sólo de explotación petrolera, nada más. Hay un decreto que dice que si es en interés de la nación, se puede pasar por encima de propietarios, ejidatarios, ANP. Éste es un proyecto que el gobierno federal está empujando, es un proyecto que viene de México; aquí nadie sabe nada, nadie nos puede dar información”.
Se solicitó entrevista con Magaly Flores Armenta, titular de la Gerencia de Proyectos Geotermoeléctricos de la CFE, para conocer los alcances de Cerritos Colorados, pero no contestó la petición. Sin embargo, en un documento firmado por la funcionaria, se reconocen los impactos potenciales que este proyecto tendría para el bosque:
“Remoción de la vegetación durante la construcción de caminos de acceso, de plataformas y presas de lodos; alteración del suelo por el balconeo de material durante la construcción de caminos y plataformas; emisiones de H2S (ácido sulfhídrico) a la atmósfera durante la operación de las unidades de generación y evaluación de los pozos geotérmicos; contaminación de aguas superficiales en el caso de verter el agua residual geotérmica (salmuera) sobre cuerpos de agua superficiales (arroyos, ríos)”.
La exploración y la explotación geotérmica también generarían residuos durante la etapa de perforación, construcción y operación; habría un impacto visual por la construcción de caminos, plataformas y unidades de generación, emisión de ruido durante todas las etapas del proyecto e “impacto en especies en riesgo, por la pérdida de hábitat durante la remoción de la vegetación, en el caso de que éstas estuvieran presentes”.
El cónsul honorario de Islandia en México, Brad Donovan, quien ha asesorado proyectos de geotermia por la amplia experiencia que tiene su país en la materia, defiende exploraciones como la de Cerritos Colorados. Reconoce que la CFE tiene que enmendar los errores del pasado y que el interés de Islandia no es económico, sino aconsejar para que los proyectos en México sean limpios.
“Siento que estamos en la misma página, de proteger, de corregir los errores del pasado, y vamos a aprovechar el recurso sin dañar, de la manera en que lo hemos hecho en Islandia, con reglamentos muy estrictos de medio ambiente. Si la planta sale de la norma, se cierra el mismo día; si hay algo que no está dentro de las normas medioambientales muy estrictas, se cierra inmediatamente y no se abre hasta que está arreglado el asunto. En Cerritos Colorados el trabajo duro ya está hecho, el trabajo que requiere más atención es involucrar a la comunidad”, considera Donovan.
Pero en plantas de energía geotérmica del país ya ha empezado a haber repercusiones. En Cerro Prieto, la segunda mayor central de geotermia del mundo, ubicada en Mexicali, diversos grupos sociales y campesinos han denunciado que la CFE ha incumplido con las normas de sanidad y de seguridad para explotar el subsuelo y que la explotación ha afectado al menos ocho mil hectáreas de terrenos agrícolas y provocado daños ambientales y de salud a pobladores de al menos una decena de ejidos.
En San Pedro Lagunillas, Nayarit, se han perforado tres pozos y el propósito es habilitar 18 más, pero habitantes de la región ya se quejan de enfermedades respiratorias, de olores pestilentes constantes y de que los peces de la laguna cercana son de menor tamaño y tienen deformaciones genéticas; mientras que un estudio realizado a lo largo de tres años por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la planta Los Azufres, en Michoacán, ha detectado 117 sismos dentro del campo geotérmico.
Para Tania Moreno, coordinadora ejecutiva de la Cátedra de Reservas de Biosfera de la Universidad para la Cooperación Internacional en Costa Rica, los proyectos de geotermia en reservas de la biosfera deben tomarse con cautela. Aunque la Unesco no puede hacer un pronunciamiento en contra de estas acciones, cada diez años pide que los sitios declarados Reserva de la Biosfera realicen una autoevaluación. A La Primavera le toca en 2016.
Este diagnóstico debe hablar de los riesgos y amenazas que enfrenta el bosque y debe ser analizado por un comité técnico científico de la Unesco, que posteriormente hará recomendaciones.
“Si no se cumple con las recomendaciones, y luego de varias llamadas de atención, el sitio ingresa a una lista negra de Reservas de Biosfera que no han cumplido y se le podría retirar la declaratoria internacional”, advierte Moreno.
Terreno volcánico en liberación de azufre, ubicado al pie del pozo PR-2 en dirección norte de la zona de la CFE.
La alternativa
A pesar de sus bondades con el medio ambiente, la energía solar en México está en pañales.
“Desarrollar una planta geotérmica dentro del Bosque La Primavera tendría muchos impactos negativos, sería mucho más lógico dejar este tipo de energía en donde está, no hacer este tipo de proyectos, dado que Jalisco es un estado donde se puede aprovechar la energía solar, se puede hacer energía con otro tipo de fuentes, sin tener que degradar más el medio ambiente”, precisa Beatriz Olivera, académica de la UNAM y experta en energía renovable y medio ambiente.
La especialista, que ha sido asesora de Greenpeace, explica que México tiene gran potencial solar, pero no ha sido una prioridad en la política energética del país.
“Tenemos mucho más potencial de energía solar, y yo hubiera visto más lógico que existiera una ley de energía solar, inclusive de energía eólica, que también tiene un gran potencial. Somos de los más ricos en el mundo. Que surgiera de repente una ley de geotermia, sí nos dejó a muchos pensando: ¿de dónde vienen los intereses por regular este tipo de energía?”, reflexiona.
El desarrollo de geotermia se ha abierto a la inversión de capital privado: hay miles de millones de pesos de empresas como grupo Dragón envueltos en los desarrollos geotérmicos del país, cuando la energía solar tiene un potencial de radiación promedio de 5 kilovatios/hora por metro cuadrado por día en el país, que es más alto que en España o Alemania, aunque en México apenas se han desarrollado algunos programas para impulsar este recurso, agrega la académica de la UNAM.
“La Agencia Alemana de Cooperación Técnica realizó un estudio hace un par de años en el que decía que, si se equiparan 625 kilómetros cuadrados de paneles fotovoltáicos en Sonora o Chihuahua, donde se alcanza a potenciar hasta 6 kilovatios/hora por metro cuadrado por día, se podría abastecer de toda la electricidad al país. Eso nos habla del enorme potencial que tienen otras fuentes energéticas y de que no se les está viendo con la debida seriedad”, dice Olivera. m.
Mapa de los pozos geotérmicos de la Comisión Federal de Electricidad.