Espacios para hacer una pausa
Moisés Navarro – Edición 472
No únicamente las áreas verdes funcionan como posibilidades de descanso en las ciudades. Tambien hay pequeños espacios —en ocasiones inadvertidos— que pueden cumplir con ese propósito
La velocidad con que se mueven las ciudades y las nuevas tendencias de mercado (la creación de centros comerciales por encima de plazas públicas, por ejemplo) generan cada vez menos espacios de descanso para sus habitantes. No es extraño que asociemos la tranquilidad con el entorno rural y no con el urbano, y si es con este último, que pensemos en espacios verdes en los que el ruido se aísla, la vista reposa y el cerebro se desconecta.
Sin embargo, no únicamente las áreas verdes funcionan como posibilidades de descanso en las ciudades. Tambien hay pequeños espacios —en ocasiones inadvertidos— que pueden cumplir con ese propósito. En Guadalajara, por ejemplo, es sorprendente el cambio que se percibe cuando uno entra al Panteón de Belén, que está en una zona de alto número de decibeles, comercio y tránsito vehicular. Más allá de las leyendas que se cuentan del lugar, parece cambiar uno de tiempo, cuando el ruido y la ciudad se desvanecen.
El diseño urbano, así como el industrial y el arquitectónico, puede ofrecer salidas similares. Opciones para descansar del tránsito, del ruido, del exceso de luces y publicidad, de la rutina y de lo ordinario de nuestros trayectos. Soluciones que van desde el porche de una casa, pequeños o grandes pabellones colocados estratégicamente, hasta innovaciones tecnológicas como la biofilia, o repensar un barrio o una ciudad entera.
Refugios en carreteras
Los viajes de larga duración por carretera suelen ser extenuantes. A menudo sólo se descansa cuando se reabastece combustible. Una reciente carretera construida en Georgia —que conecta Azerbaiyán con Turquía— fue dotada con veinte estaciones con centros de descanso que tienen novedosas formas arquitectónicas. Están pensadas para incentivar la economía de pequeños poblados. Además, promueven la cultura, la agricultura y las artesanías locales.
Ciudad sin anuncios
Las ciudades no son ajenas al bombardeo publicitario. Nos hemos habituado a ello en nuestros recorridos diarios y hemos dejado de prestarles atención. En 2006, São Paulo aprobó una ley para deshacerse de esa contaminación visual. Se ejecutó en un año. Ante los paulistas se revelaron, a la vez, un nuevo paisaje y los problemas que permanecían desatendidos (como la desigualdad social o la falta de áreas verdes), que al mostrarse recibieron mayor atención.
Refugios para la biodiversidad
Una asociación ciudadana, con ayuda del ayuntamiento de Málaga y de diversas instituciones de educación básica, ha desarrollado lugares de descanso para la fauna en la reserva ecológica de Hacienda de Medallo. Se instrumentan espacios para todo tipo de animales: mamíferos, insectos, reptiles y camaleones. Todos tienen características distintas que obedecen al animal en cuestión. El proyecto también pretende mejorar las condiciones del suelo y de la filtración de agua.
Pabellones biomiméticos en Stutgart
Tanto en la tradición oriental como en la occidental, los pabellones han sido lugares para la contemplación, el contacto con la naturaleza o la cavilación filosófica. La Universidad de Stuttgart, en Alemania, retomó estos conceptos, pero mediante la biónica o biomimética aplicadas a la arquitectura. Basado en las estructuras de los erizos, de escarabajos o de nidos de arañas de agua, un equipo multidisciplinario diseñó estos modelos construidos con herramientas de robot, que también operan como pequeños centros de investigación.
Turó de la Rovira
Solemos pensar que nuestra vejez será para descansar de todos los años que hemos trabajado en nuestra vida adulta. Sin embargo, muchas ciudades no cuentan con las condiciones necesarias para ese segmento de población. En el cerro del Turó de la Rovira, en Barcelona, se realiza un proyecto que lo dota de pequeñas terrazas, rampas, espacios de encuentro y calles amplias para sillas de ruedas. Al tiempo que adaptan ese barrio para la última etapa adulta, lo mejoran para todos los ciudadanos que ahí viven.