Reír ayuda a aumentar la creatividad y la eficiencia, los empleados faltan menos y se enferman con menor frecuencia. Y no es casualidad que muchas personas estén inconformes con su empleo: no quieren ser tratadas como un insumo más.

Si la meta es ser más productivos, hay que disfrutar del camino: lograr que la gente goce mientras trabaja.

Reír ayuda a aumentar la creatividad y la eficiencia, los empleados faltan menos y se enferman con menor frecuencia, comenta Claudia Urbina Ortega, quien coordina el área empresarial de Risaterapia, organización de 500 voluntarios en el ámbito nacional con 15 años de existencia, que promueve la alegría.

Adecco, empresa dedicada al reclutamiento de personal, realizó una encuesta acerca de la felicidad laboral a mil personas en 2013, de las cuales 50 por ciento dijo estar inconforme con su empleo. Las personas ya no quieren ser tratadas como un insumo más, asevera Marcial Quintanar Zúñiga, consultor de empresas desde hace 23 años y médico de la risa.

Cuando hay un cambio importante en la empresa, los directivos notan que la gente va a trabajar a regañadientes o que el trabajo en equipo no funciona, los gerentes llaman a los médicos de la risa, dice Gerardo Gómez Castellanos, facilitador empresarial en Risaterapia Guadalajara.

Pero, ¿cómo medir el impacto de este servicio en las compañías? Por ahora aún no es posible decir: “Si contratas este taller de Yoga de la Risa, serás 20 por ciento más productivo”.

“Nosotros somos bien claros a la hora de ofrecer el servicio; decimos: ‘Esto no es milagroso’, o sea, no vamos a cambiar ni el nivel de chamba que tienen ni los niveles de estrés […] Estas cosas son parte de la realidad, pero sí puedes cambiar tu actitud”, expone Claudia Urbina.

Preguntar a las personas qué tan satisfechas están en su trabajo es una forma de averiguar cómo ha influido en ellas la experiencia del taller. Otra sería evaluar si disminuyeron las quejas de los clientes, aclara Pablo Antonio Luengas Ruiz, consultor de entrenamiento, coach y médico de la risa.

El dinero no libera del estrés, ni el salario es la única fuente de felicidad. Una sesión de risoterapia ayuda pero tampoco se trata de llevar un payaso a la oficina ni de reír todo el día.

Llevar un nutriólogo a la empresa, organizar sesiones de yoga, instalar salas de juego o de convivencia familiar, son recompensas muy valoradas por los empleados, comenta Angélica de la Vega, gerente de Relaciones Públicas de Adecco México.

“No se trata de crear, vamos, de poner hamacas, salas de billar o pasatiempos para que la gente vaya y se relaje; más bien tenemos que ir hacia el diseño del trabajo mismo. El trabajo por sí mismo tiene que imponer retos, ser muy divertido y ofrecer elementos para que las personas se sientan satisfechas con ellas mismas”, explica Quintanar.

“No funciona hacer un evento de risa para elevar el clima organizacional, eso es una ilusión. No se da un cambio profundo en la cultura de una organización como resultado de un acontecimiento puntual, como una posada u otro evento divertido en donde todo mundo ría. Es igual que ver una película cómica: te ríes, pero no te transforma”, aclara Luengas. m

Contra el estrés

Algunos empresarios creen que el estrés laboral es un mal necesario para alcanzar la productividad, pero en realidad eso incrementa el ausentismo, la impuntualidad, la falta de motivación, las incapacidades y hasta son causa de renuncia de algunos empleados.

Estrés laboral vs. mejores prácticas

Algunas características que propician el estrés laboral: 

* Trabajo pesado, poco descanso, turnos largos.

* Liderazgo poco claro, vertical, nula acción participativa y de trabajo en equipo.

* Ambientes desagradables y falta de apoyo o ayuda de compañeros y supervisores.

* Expectativas de trabajo mal definidas o imposibles de lograr, demasiada responsabilidad y excesivas tareas.

* Falta de crecimiento personal o de ascenso, cambios rápidos sin preparación.

Mejores prácticas dentro de la empresa:

+ Asegurar que la carga de trabajo esté acorde con las habilidades y los recursos.

+ Fomentar el uso de las habilidades e impulsar la interacción social entre los trabajadores.

+ Definir con claridad funciones y responsabilidades.

+ Dar oportunidad de participar en las acciones y decisiones.

+ Mejorar la comunicación para reducir la incertidumbre.