En acción: Regina José Galindo
Dolores Garnica – Edición 453
El arte de Regina José Galindo sólo comienza en su acción. Tal como sucede con una pintura, que inicia cuando el pintor intenta capturar una tormenta amarrado a un mástil, esta creación no necesita un medio determinado para transformar a quienes observamos, horrorizados.
Para leerse de pie:
El pintor inglés William Turner contaba que en 1822 pidió a los marineros del Ariel que lo amarraran al mástil, junto a su lienzo y sus pinceles, para conseguir capturar una verdadera tempestad. “El poeta consulta el diccionario en busca de la rima rebelde. No la encuentra. Fuma, se levanta, se sienta, vuelve a levantarse. Nada: vacío, esterilidad. Y de pronto, aparece la rima”, explicaba Octavio Paz al referirse a la inspiración. En 1949, Jackson Pollock rodeaba, se agachaba, se arrodillaba, se alejaba y regresaba al lienzo en una especie de posesión física. La acción siempre ha sido parte del arte, y “los artistas que producen acciones como arte nos han enseñado que la condición material es sólo un indicio del arte: no es el arte mismo”, explica Kristine Stiles, artista e historiadora de arte contemporáneo.
Para leerse sentado:
Durante una exposición en 2013, Regina José Galindo (Guatemala, 1974) se introdujo en un nicho mortuorio de cemento e hizo que lo cerraran con una pared de ladrillos y más cemento; el público sabía que permanecía allí porque escuchaba su respiración, amplificada por un micrófono. En 2012 invitó al público a sacar su cuerpo de la bandeja de una cámara mortuoria refrigerada para que observara su “piel de gallina”. En 2010 pidió a una indígena guatemalteca que la abofeteara y le escupiera en público. En 1999 proyectó sobre su cuerpo las noticias de periódico que registraban violaciones y abusos a mujeres en su país. La artista parece saber cómo hacernos ver la acción que implica el arte: transforma un hecho tan sólido y político —como las cifras de asesinatos— en la individualización de un acto fúnebre en medio de una galería de arte. Pasa de un juego violento con una indígena (Hermana, se llama la pieza), a la emotiva metáfora de justicia social. De la fría nota periodística a su sensible proyección sobre un cuerpo desnudo y expuesto.
Caminos, acción realizada en Antigua, Guatemala, en 2013. Foto: Jorge Linares, David Pérez.
Otra vez de pie:
Pintura, escultura, instalación, video y cualquier otro medio del arte visual son producto de la acción. Es ésta la facultad que muchos historiadores otorgan a Pollock: mostrar lo que está detrás del objeto material que llamamos arte. Y es que, ¿dónde y cuándo comienza una pintura? Y si a esa pintura le quitamos el objeto y queda solamente la acción, ¿deja de ser arte? El arte-acción es catalogado de muchas formas, pero “si en lugar de utilizar términos como performance o happening usamos una noción más amplia y sugestiva, como por ejemplo el ‘elemento vivo’ del arte, comienzan a abrirse muchas puertas”, dice el curador y crítico Guy Brett. ¿Cómo podemos capturar esa acción sin detenerla en un objeto material? ¿Dónde está el arte de Regina José Galindo?
Para leerse acostado:
Galindo obtuvo en 2005 el León de Oro para artistas jóvenes en la 51 Bienal de Venecia. En 2013 cubrió su cuerpo de ceniza y, en posición genupectoral (como si fuera una piedra), pidió a dos voluntarios que orinaran sobre ella. Ese año, los espectadores tenían que seguir cuatro hilos que formaban dibujos por Antigua, Guatemala, para encontrar el cuerpo tendido y tapado de la artista, que escribió para esta pieza: “Todos los caminos conducen a la muerte/ todos los caminos conducen a la vida”. Galindo, interesada en la discriminación, la injusticia y la violencia, trabaja a partir de preguntas que parece responder en dos vías: mediante el arte-acción y la poesía escrita.
Ya puede sentarse:
El arte de Regina José Galindo sólo comienza en su acción. Tal como sucede con una pintura, que inicia cuando el pintor intenta capturar una tormenta amarrado a un mástil, esta creación no necesita un medio determinado para transformar a quienes observamos, horrorizados. Así, la artista presa en un nicho mortuorio explica la rudeza y la frialdad de la muerte o nos muestra la vulnerabilidad de una piedra y cimbra nuestra pequeña idea de justicia al colocarla frente a nuestra pequeña idea del arte.
En 2012, Regina José Galindo creó un Paisaje: mientras un hombre cavaba una fosa, ella, de espaldas, esperaba desnuda la tierra que salía del agujero hasta que su cuerpo fue cubierto totalmente por ella. m.
“El dolor en un pañuelo”, pieza en la que se proyectaban notas de feminicidios sobre el cuerpo desnudo de la artista. Foto: Marvin Olivares
Para ver
:: Sobre una de sus retrospectivas.
Para leer
:: Regina José Galindo (en inglés). Silvana Editorial. Milán, 2011.
:: Piel de gallina: Regina José Galindo. Artium Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo. España, 2012.
:: Sobre el arte-acción: Campos de acción: entre el performance y el objeto, 1949–1979 (tres tomos). Alias Editorial. México, 2012.