El ITESO apuesta por la dignidad y la justicia
Édgar Velasco – Edición 472
Ante el escenario de crisis por el que atraviesa el país, y Jalisco en particular, la Universidad Jesuita de Guadalajara dio a conocer su nuevo centro, que estará enfocado en la defensa de los derechos humanos
Con el objetivo de rescatar la dignidad humana y buscar justicia para las víctimas que han visto violados sus derechos humanos, el ITESO puso en operación el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, espacio que busca ser una respuesta concreta a la grave crisis en materia de derechos humanos por la que atraviesa el país, y Jalisco en particular.
Al asumir el cargo como Rector en octubre de 2018, Luis Arriaga, SJ, integró una comisión para que hiciera un diagnóstico de la situación de los derechos humanos en el estado y en la región. El nuevo centro, que forma parte de la Dirección de Integración Comunitaria de la Universidad y es dirigido por Alejandra Nuño, es producto de ese diagnóstico. “Obstaculizada la convivencia, deterioradas las instituciones que la garantizan, rotas las certezas que dan seguridad a las ciudadanas y los ciudadanos en su actuación, los derechos humanos —y la misma dignidad humana— pasan a segundo término. Es relevante, entonces, insistir en los derechos humanos como instrumentos adecuados para el fortalecimiento de nuestras sociedades”, dijo Luis Arriaga, SJ, durante la presentación del Centro Francisco Suárez, SJ.
El Rector detalló que el centro trabajará con cuatro programas principales: Desaparición, tortura y ejecuciones extrajudiciales, buscando incidir en la agenda pública para comprender mejor estos fenómenos; Seguridad ciudadana y justicia, desde donde se realizarán diagnósticos de las consecuencias que tienen en los derechos humanos factores como la militarización o el colapso de las instituciones encargadas de la procuración de justicia; Violencia de género, que trabajará en asuntos relacionados con violación de derechos humanos de las mujeres y de los colectivos de diversidad sexual; y Derecho al agua y el territorio, buscando hacer efectivo el derecho a la tierra y el territorio, así como a la movilidad, la vivienda y un medio ambiente sano. “Desde el ITESO soñamos con un mundo mejor y hacemos esta propuesta para trabajar, desde una academia activa y comprometida, con todas aquellas personas, universidades e instituciones que quieran caminar en esta utopía para cambiar nuestra realidad”.
Cada uno de los programas realizará cinco tareas principales, de acuerdo con sus líneas de trabajo: litigio estratégico; fortalecimiento institucional y generación de capacidades en actores sociales; incidencia en políticas públicas; información, análisis, investigación e innovación en torno a la situación de los derechos humanos en Jalisco y la región; y acompañamiento a víctimas de violaciones de derechos humanos desde un enfoque diferencial que garantice el derecho a la verdad, el acceso a la justicia, la reparación y que asegure la no repetición.
Con nombre y apellido
Se llama Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia y se apellida Francisco Suárez, SJ. El nombre proviene del jesuita, teólogo, filósofo y jurista español nacido en el siglo XVI y que es considerado como una de las principales figuras del movimiento de la Escuela de Salamanca.
Al referirse al jesuita, Luis Arriaga, SJ, señaló que la decisión de ponerle su nombre al centro tiene que ver con la búsqueda de que desde ahí se repliquen algunas de las características que distinguieron a Francisco Suárez, SJ, tales como el rigor intelectual, filosófico y académico; el trabajo basado en los derechos humanos y centrado en las personas, en su dignidad y el derecho internacional; el rechazo a las injusticias y el análisis crítico de la realidad. “La figura de Francisco Suárez, SJ, refleja lo que esperamos de este centro”, dijo el Rector.
Alejandra Nuño, directora del Centro, recalcó los diferentes esfuerzos del ITESO para responder a la crisis que atraviesan México, en general, y Jalisco, en particular, y señaló que la fecha de presentación del centro, 28 de agosto, era muy especial en la lucha de la defensa de los derechos humanos porque “hace 41 años tuvo lugar, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, la huelga de mujeres que exigían la presentación con vida de los desaparecidos. El Comité Eureka nos recuerda las deudas que tenemos en materia de derechos humanos”.
Bienvenidas local e internacional
Para su inauguración, el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia contó con la participación de representantes del gobierno estatal y de instancias internacionales. Rainer Huhle, profesor invitado de la Universidad de Núremberg y exintegrante del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada, felicitó a la Universidad Jesuita de Guadalajara por aceptar el reto de trabajar a favor de los derechos humanos y ofreció la colaboración de su universidad.
Ana Carolina Chimiak, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), celebró la apertura del Centro Francisco Suárez, SJ, y señaló que es momento de “cambiar el paradigma del papel que debe jugar la sociedad civil. Es hora de involucrar a profesores y estudiantes en la defensa de los derechos”.
En la misma línea se expresó Patricia Martínez, coordinadora general estratégica de Gestión del Territorio del gobierno de Jalisco, quien señaló que el ITESO es un actor importante en el estado y, desde su área de trabajo, subrayó la importancia de trabajar por el derecho a la ciudad.
Finalmente, Jan Jarab, representante en México de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se sumó a las felicitaciones y señaló que el Centro es una evidencia “del compromiso [del ITESO] por la promoción y la defensa de los derechos humanos en México”. También llamó la atención sobre la crisis que vive el país por desapariciones, tortura, violaciones de los derechos de los pueblos indígenas, y señaló que “en ese contexto, las universidades pueden hacer grandes cosas desde el ámbito educativo y desde la investigación. [El centro es] muestra de la vocación transformadora del ITESO. Los retos nos interpelan a buscar nuevas estrategias de incidencia”. .