La organización, que trabaja en pro de la autonomía de los jóvenes con discapacidad, diseñó una silla de uso diario que permite a su usuario incorporarse, con todos los beneficios que esta acción conlleva
Uno de los principales problemas que enfrentan las personas que padecen alguna discapacidad motora, sobre todo las relacionadas con lesión medular, son las escaras, afectaciones en la piel ocasionadas por estar postrados todo el tiempo o por el uso continuo de la silla de ruedas. A esto se suman problemas digestivos generados por estar siempre en la misma posición e, incluso, la descalcificación de los huesos de las piernas.
Todo esto lo saben bien en Don Bosco Sobre Ruedas, asociación civil cuya labor se enfoca en jóvenes que padecen alguna discapacidad motora para ayudarlos a mejorar sus condiciones de vida y colaborar con ellos en la búsqueda de su autonomía. Como parte de este proceso, la asociación creó la empresa Tecnología para la Autonomía y la Salud (TAS), desde donde trabajan en el diseño de sillas de ruedas personalizadas y otros instrumentos que propicien la autonomía de sus beneficiarios y que está de estreno: acaban de desarrollar una silla que permite a su usuario ponerse de pie. O, más propiamente dicho, “bipedestarse”.
Aldo Alan Chavarría, uno de los fundadores de Don Bosco Sobre Ruedas, explica que los beneficios de usar estas sillas de ruedas son muchos. “Mejora nuestra circulación y favorece la calcificación de los huesos, además de ayudar en la digestión. Pero también ayuda en la parte psicológica y anímica, ya que te permite estar al mismo nivel que otras personas que están de pie en una reunión, por ejemplo. Y no se diga en el tema de las adecuaciones en la casa: si necesito algo que está en la alacena, me levanto con la silla y lo alcanzo”. Y es que el objetivo detrás de todo sigue siendo el mismo: que las personas con discapacidad puedan desarrollarse de la manera más independiente posible.
El sistema es simple: se trata de una silla de ruedas adaptada con un mecanismo que, con sólo presionar un botón, permite levantar el asientillo y el respaldo según el nivel que requiera el usuario.
Como todos los proyectos que surgen de TAS (y que ya incluyen sillas de ruedas deportivas, de uso diario y dispositivos para manejar autos), la idea es crear diseños personalizados y, sobre todo, conforme al esquema de comercio justo. Así, mientras un bipedestador puede llegar a costar hasta 80 mil pesos en el mercado, las sillas bipedestadoras de TAS rondan los 11 mil pesos, con la ventaja de que el dispositivo está integrado en la silla que se usa regularmente. m.
Contacto
:: Tecnología para la Autonomía y la Salud en Facebook.
:: Sitio web de Don Bosco Sobre Ruedas.