En Magis preguntamos a nuestros lectores por sus comediantes de stand-up favoritos. La mayoría de las respuestas nombró a estadunidenses. Y aunque es uno de los temas en que menos unanimidad puede haber, aquí están algunos de los que los lectores recomendaron.
Parece que no se necesita mucho: una voz y un público que la escuche. Tal vez por eso haya tantos que se animan a pararse delante de un micrófono y empezar a hablar. Pero, claro, sí se necesita algo más: que en esa voz viaje el genio. Y eso ya no está tan fácil. El arte de la stand-up comedy (comedia de pie), elemental en principio, en realidad exige dones extraordinarios a quien pretende ejecutarlo bien: gracia, claro, y talento escénico para la enunciación del discurso (nada peor que un chiste mal contado), pero, además, dominio del lenguaje, capacidad de percibir las más sutiles variaciones en el ánimo de la audiencia, aplomo para corregir el rumbo si la carcajada no explotó cuando se esperaba. Y, sobre todo, la mayor agudeza para ejercer el “humor observacional”, fundamento de todo monólogo que busque hacer reír: crítica de las costumbres, disección de los prejuicios, buceo profundo en el yo.
En Magis preguntamos a nuestros lectores por sus comediantes de stand-up favoritos a través de nuestras cuentas de Facebook (Revista Magis Iteso) y Twitter (@magisrevista). La mayoría de las respuestas nombró a estadunidenses. (¿Sólo allá hay artistas de éstos? No: pero la tradición mexicana, exceptuando hitos como Palillo, quizá sea muy poco presentable: piénsese en Polo Polo, por ejemplo). Fue una pregunta injusta: al mencionar a alguno se omite a varias decenas, al menos. Y es uno de los temas en que menos unanimidad puede haber. De cualquier modo, aquí están algunos de los que los lectores recomendaron.
Louis C.K.
Campeón indiscutible de la incorrección política, no parece posible que lo detenga ningún tabú. Pero, más que un mero transgresor de las convenciones, lo que más importa es cómo consigue denunciar tácitamente la hipocresía, la estupidez y la vanidad en monólogos hilarantes que pueden hacernos cambiar la perspectiva radicalmente. Su primer especial de una hora transmitido por la cadena HBO, en 2007, se tituló elocuentemente Shameless (Sin vergüenza). También es director, guionista y actor. Ah, y también tiene pasaporte mexicano —vivió aquí hasta los siete años.
George Carlin
Carlin tiene el segundo lugar en el ranking de los 100 más grandes comediantes de Comedy Central (el primero es Richard Pryor). Como sucede con los genios del género, tiene clásicos: rutinas que, aun cuando se llegue a conocerlas de memoria, siempre serán infalibles. Con voz hechizante y una destreza literaria incomparable, su monólogo legendario “Seven Dirty Words” (Siete palabras sucias) es una acrobacia de mordacidad sobre los usos convenencieros y falaces del lenguaje —y es pieza clave para comprender los alcances y las amenazas de la censura: un chiste buenísimo que además es toda una lección de política.
Jerry Seinfeld
Ganó la inmortalidad por la que muchos consideran la mejor serie cómica de todos los tiempos, pero quizá también la hubiera alcanzado provisto sólo de un micrófono sobre el escenario. Es un especialista en diseccionar el absurdo de las conductas cotidianas, y su éxito se debe a que, al reírnos de lo que dice, invariablemente nos descubrimos riéndonos de nosotros mismos. Actualmente produce Comedians in Cars Gettin Coffee, serie que consiste básicamente en verlo hablando de lo que sea con sus colegas mientras pasean en un auto de colección y, en efecto, van y se toman un café.
comediansincarsgettingcoffee.com
Toda una tradición
Nacida como espectáculo en vivo y ante audiencias reducidas, la stand-up comedy se benefició de la radio, primero, y decididamente de la televisión. En este género comenzaron muchas estrellas del cine, de Woody Allen a Eddie Murphy, y en la tradición descuellan nombres como Bob Hope, Sammy Davis Jr., Lenny Bruce, Whoopi Goldberg o Chris Rock. La cadena HBO ha impulsado la producción de series inestimables de monólogos, lo mismo que el canal Comedy Central, pasarela de los mejores comediantes actuales. La lista, felizmente, es interminable.
¿Y en español?
El canal latinoamericano de Comedy Central transmite Stand-up sin Fronteras, espacio abierto a los standuperos del sur del Río Bravo, y entre los mexicanos destacan Eduardo Talavera y Sofía Niño de Rivera. Sin embargo, como mucho del efecto se consigue gracias al sabor local, es difícil juzgar qué tan buenos son en realidad los argentinos, los panameños o los venezolanos. También el canal Distrito Comedia, de Televisa, ofrece el programa STAND Parados, de comediantes mexicanos que, como sus pares en Estados Unidos, aprovechan las ventajas del cable para sustraerse a la censura que impera en la televisión abierta.