Mientras los usuarios del metro esperan el vagón, pueden seleccionar los productos que les hacen falta con su smartphone, ver el precio, hacer el pedido por internet y esperar a que Tesco envíe los productos a domicilio.
Supongamos que acaba usted de salir de trabajar. Ya que estamos en eso, supongamos que recuerda una cosa: su alacena y su refrigerador están prácticamente vacíos. Es inevitable, pues, ir al supermercado. Después de la jornada laboral, se mete en los apretujamientos del metro, camina hasta el almacén y entra para encontrarse con que los pasillos —y las cajas— están llenos de otras personas que también están haciendo sus compras. Cuando por fin logra pagar, sigue el regreso a casa: más apretujamientos en el metro, cargar las bolsas, acomodar las compras…
Desde Corea del Sur llega, una vez más, una manera diferente de hacer las cosas, en este caso, las compras. Habituados a tener sus pasillos repletos —y con largas filas en sus cajas—, los responsables de la cadena de supermercados Tesco tomaron una decisión: en lugar de abrir más sucursales, decidieron convertir las estaciones del metro en grandes escaparates. Así, emulando los refrigeradores de la sección de congelados, colocaron vinilos en los andenes, en los que exhiben productos identificados, cada uno, con un código QR. Así, mientras los usuarios del metro esperan, pueden seleccionar los productos que les hacen falta con su smartphone, ver el precio, hacer el pedido por internet y esperar a que Tesco envíe los productos al domicilio que aparece registrado en su base de datos. Adiós prisas, adiós pasillos llenos, adiós fila en las cajas y adiós cargar las bolsas. La medida fue todo un éxito: para empezar, Tesco aumentó en 76 por ciento el número de usuarios virtuales, cifra que se tradujo en un incremento de 130 por ciento en las ventas en línea.
Como siempre ocurre en estos casos, la iniciativa ha comenzado a extenderse. En Chile, la cadena de supermercados Jumbo lanzó el proyecto Jumbo Mobile, habilitando dos estaciones del metro en Santiago como escaparates de supermercado. Según los resultados, la idea es ir creciendo el número de estaciones así habilitadas hasta cubrir la red de transporte subterráneo.
¿Qué es un código QR?
El QR es un código bidimensional que sirve para guardar información. O, dicho de otro modo, es como un código de barras creado a partir de una matriz de puntos. Sus elementos principales son los tres cuadrados que hay en las esquinas, y permiten detectar la posición del código.
En un principio, los códigos QR fueron utilizados en la industria automotriz para organizar inventarios de piezas, refacciones y demás. A raíz de que se comenzaron a incluir aplicaciones para leer los códigos en los smartphones, su uso se ha extendido y, sobre todo, se ha diversificado. Y es que una de las ventajas que tiene es que dicho código puede contener texto, imágenes, links y un amplio etcétera. m