Conversación familiar: Renata García Rivera
Jorge Esquinca – Edición 490
La de Renata es una mirada que se interna con asombrosa naturalidad en los sucesos y sus más cercanos protagonistas para establecer con ellos una suerte de amable pacto
Casa
Según mis dibujos antiguos
dos líneas diagonales construyen un triángulo que apunta al cielo
dentro hay una pared rugosa
y en su centro
un hoyo
cicatriz que indica
el amor de mi madre
al intentar introducir un clavo;
nido de arañas
mirador espía
tercer ojo con el que cruzo mirada
cuando estoy a punto de dormir:
agradezco
tu pequeñez.
Mamá
Viajaremos juntas al interior de la luna a través de un libro fluorescente
Te diré
imagina que la casa es un castillo
y que tú eres la reina.
Sueño
En medio de una conversación familiar
mi abuela atraviesa el pasillo
entre sus manos
una fresa con agua y miel.
* * *
Tres poemas como tres nítidas miradas a la intimidad de la casa y la familia. La memoria, la imaginación y el sueño se activan en los versos de Renata García Rivera (Guadalajara, 1997) para que nos asomemos con ella a ese microcosmos tan próximo que, con frecuencia, puede resultarnos extraño. Contra lo que podría parecer, es precisamente esa proximidad la que suele tender un velo de extrañeza y oscurecer la percepción. Para fortuna de los lectores, esto no sucede en la delicada recreación de la poeta. La suya es una mirada que se interna con asombrosa naturalidad en los sucesos y sus más cercanos protagonistas para establecer con ellos una suerte de amable pacto, de compartida vivencia. Generosa, nos ha permitido tomar estos poemas de un libro en proceso. Renata es una entusiasta promotora cultural a través de las redes en dos proyectos: Inubicables y Conticinio, de los que es fundadora. Estudia Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara y es candidata a consejera general de esa misma casa de estudios; una de sus propuestas es la creación de una biblioteca de audiolibros para estudiantes con debilidad visual. Tiene publicado un libro de poesía: Sombras desde el árbol (Taller Calle de Cervantes, 2020).
1 comentario
Que bello es encontrar poesía en la cotidianidad