¿Con un nuevo papa es posible otra Iglesia?

¿Con un nuevo papa es posible otra Iglesia?

– Edición 434

Será indispensable que se pregunte —y que toda la Iglesia nos preguntemos con él— cómo mira Dios al mundo de hoy, a las mujeres y los hombres concretos, con sus aspiraciones, sus debilidades, sus elecciones, sus problemas. ¿Cómo atendería Él, los problemas de hoy?

A raíz de la sorpresiva elección al papado del cardenal Bergoglio se han despertado, dentro y fuera de la Iglesia, diversas expectativas, esperanzas y hasta temores. Me han pedido que exprese cuáles son los cambios que desearía para la Iglesia.

Voy a seguir otro camino: expresaré lo que desearía del nuevo papa, en el supuesto de que mi deseo sobre el nuevo papa es mi deseo para toda la Iglesia, y de que —con realismo— no es posible esperar cambios en la Iglesia si no hay cambios en el papado y en la curia vaticana.

Señalo que entiendo por Iglesia a toda la comunidad católica, no sólo a la jerarquía, por lo que usaré indistintamente los dos términos. Obvio que mi expresión es una utopía, que espero que ilumine el caminar cotidiano de la comunidad cristiana.

Espero que el papa Francisco sea una persona abierta a dialogar, a escuchar, a estar más atenta a las necesidades de las mayorías, a promover una Iglesia más sencilla, abierta al papel de los laicos y de las mujeres, creíble en la actitud de servicio y valiente para aceptar sus errores.

Un papa y una Iglesia orantes, que vivan el Espíritu de Jesús en servicio de toda la humanidad, sin sectarismos ni privilegios; que se deje iluminar por el Evangelio antes que por el Derecho Canónico. Que mueva a la comunidad cristiana para que sea más evangélica; una Iglesia que anuncia a Jesús y no a sí misma, que trata de servir y no ser servida. El papa debe ser “el siervo de los siervos, el servidor de los servidores”, cabeza de una jerarquía que debe entender que su llamado es a servir, especialmente a los más desfavorecidos, como lo hizo Jesús. Que este papado tenga esa marca de la espiritualidad ignaciana en la cual el único Absoluto es Dios, por encima de las estructuras o las tradiciones.

Por eso será indispensable que se pregunte —y que toda la Iglesia nos preguntemos con él— cómo mira Dios al mundo de hoy, a las mujeres y los hombres concretos, con sus aspiraciones, sus debilidades, sus elecciones, sus problemas. ¿Cómo atendería Él, los problemas de hoy? Por lo que toca a las personas individuales, una Iglesia que propone, pero no condena, que respeta la libertad de cada persona. Una Iglesia consciente de que está llamada a colaborar en formar la conciencia, no a imponerse sobre las conciencias.

Que aprenda del pasado, pero que no se quede en él. Que el nuevo papa y todos miremos con esa mirada de esperanza, misericordia, confianza en el hombre y amor con la que siempre miró y mira Jesús.

Su política debe ser la libertad, la verdad, el Evangelio, la cercanía y la defensa de la justicia y la lucha por la paz y, junto con eso, hacerla creíble con esta actitud de servicio, de entrega. Y para hacerla creíble están también los escándalos reales que ha tenido, que ha vivido la Iglesia. No me rompo las vestiduras ante esas debilidades de la Iglesia, pero sí debe ser justa y verdadera, valiente y humilde en aceptar sus errores y tratar de remediarlos y no repetirlos.

Un papa y una Iglesia con una clara opción —preferencial y no excluyente— por los empobrecidos, por el Sur. Atento a las necesidades sociales, religiosas y económicas de las mayorías.

La Iglesia debe ser mucho menos clerical. Con un clero que sólo tenga como privilegio el poder servir, con una estructura en la que los laicos —en especial las mujeres— tengan un papel mucho más importante y decisorio.

Espero un papa capaz de trabajar en equipo, de escuchar, de dialogar, de abrirse a los problemas actuales, que busque con valentía y se atreva a proponer soluciones nuevas. m

MAGIS, año LX, No. 502, noviembre-diciembre 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de noviembre de 2024.

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